Ra’s al Ghul es un personaje interesante y complicado a partes iguales, esto hace que no siempre sea tratado con acierto con los guionistas. No es un caso aislado y lo mismo sucede con Magneto o Muerte, los muchos matices de su carácter conlleva que en ocasiones no sean más que malos al uso y no hombres de una psicología con muchos niveles.

El tan aclamado enemigo de Batman apareció por primera vez en 1971 de la mano Dennis O’Neil y el artista Neal Adams mostrando ya desde ese momento dos caras y una férrea fuerza de voluntad. Nada se interpondrá en su camino y sacrificará todo lo que sea necesario para lograr tener éxito en lo que para él es una cruzada.

Uno de los mejores, quizá el mejor, tratamientos que ha tenido ha sido en el muy recomendable cómic El nacimiento del demonio. En esta obra no se centrará en un enfrentamiento entre Batman y Ra’s al Ghul, que lo hay, y se enfocará más a tratar el pasado del villano intentando hacer entender al lector quién era y qué le ha hecho llegar hasta aquí. Se toca también las muchas similitudes que tienen ambos llegando a verse que más allá del odio existe un respeto, podría decirse aprecio, ya que no dejan de ser versiones el uno del otro.

Llega ahora gracias a ECC el tomo La resurrección de Ra’s al Ghul en el que se aborda el retorno de este personaje, del odio entre él y el detective, además de intentar hacerle volver a esa grandeza que en parte perdió antaño. Se muestra algo que ya sabíamos y es que es inmortal, al punto de que ni haber encontrado la muerte podrá detener su avance aunque para ello deba soportar penas y agonías para intentar recuperar todo lo que ha perdido.

Pero hoy en día la historia entre ambos es más compleja que antaño ya que la mano de Ra´s ha tocado y tentado a otros miembro de la familia de Batman y sin duda más directamente a su hijo, Damian. El osado y violento joven que intenta ganarse el respeto de su padre, no así tanto el del resto de sus compañeros, pero que no tiene ningún interés en saber nada de su abuelo o los planes de este.

Las relaciones entre todos los componentes de este grupo, incluyendo en este caso a Talia (que bien podría estar a medio camino por el amor que ha sentido por su padre y Bruce Wayne), se tambalearán por el posible regreso de uno de los mayores villanos de la galería. La tensión que esto provoca hará que aparezcan roces, discusiones y más todavía cuando haciendo honor a su nombre no dude en proponer el hacer un pacto con el diablo.

No mentiré si he digo que en parte me decepcionó en una primera lectura, pero no fue tanto culpa de la obra como mía por compararlo en vez de considerar la obra en sí. Una segunda visita me hizo cambiar de opinión y aunque es cierto que prefiero otras historias del personaje, de un tiempo en que se hacían otros cómics, esta está sin duda entre las mejores que he podido leer en los últimos años del murciélago.

Y claro, Ra’s al Ghul no puede morir.