La Muerte y Román Tesoro
Lorenzo Montatore
Editorial DeHavilland, 2016.
Rústica. 17 x 24 cm.
64 págs. Color.
12,60 €

La muerte y Román Tesoro habla de la angustia existencia: ¿qué hemos venido a hacer a este mundo y por qué un día tendremos que irnos de él? Las convenciones sociales, la burocracia, el (des)amor, las manías, las órdenes, los malentendidos… Todos son escenarios cotidianos por los que Román transita en una especie de limbo eterno, entre la vida y la muerte, preguntándose todo lo que el hombre se puede llegar a preguntar en su recorrido vital.

Lorenzo Montatore (Madrid, 1983) es un apasionado de los cómics desde una edad muy temprana. Muy influido por los dibujos animados de los años 50 y 60 (Chuck Jones, Maurice Noble, UPA, Tex Avery, Bruno Bozzetto…) y los cómics antiguos (Milt Gross, Otto Soglow, Carl Barks, Ronald Searle, Vázquez…) desarrolló su carrera trabajando en diferentes proyectos como libros, fanzines, cómics y revistas, aportando siempre una chispa de humor y agudeza a cada historia en la que ha tenido el placer de trabajar.

En este cómic, publicado por DeHavilland Ediciones, da salida a sus inquietudes existenciales en la forma de un alter ego llamado Román Tesoro, una especie de españolito de a pie, con sus miedos, sus ansias y sus angustias. Es el hombre corriente, demasiado pequeño para un mundo que le asombra y le aterra constantemente, y al que no obstante hace frente con bravura, armado de su pipa, su visión inocente y el cante jondo como armadura.

Lorenzo Montatore, haciendo gala de una vasta imaginación, potencia visual y una colorida paleta gráfica, nos lleva de la mano por un mundo de absurdos, adversidades, crisis de identidad e incluso burocracias administrativas, en el que no nos cuesta identificarnos con su pequeño protagonista: un pequeño Román Tesoro, acompañado en ocasiones por su amigo el caracol, constantemente sorprendido, abrumado, pero que nunca se rinde.

El autor, en forma de micro-historias sin una línea argumental concreta, sino mediante el uso de analogías con los videojuegos, las drogas alucinógenas o el cante flamenco, nos desnuda su alma (y la de muchos de nosotros, para qué nos vamos a engañar) y nos muestra el camino a las respuestas a las preguntas que todos nos hacemos, aun sin darnos cuenta. La muerte y Román Tesoro es un tebeo ligeramente crítico con la sociedad, pero tremendamente autocrítico consigo mismo.