Un lema que se puede aplicar en prácticamente todos los ámbitos de la vida es que si algo no está roto, no lo arregles. Algo así debieron pensar los señores de Marvel tras el éxito de Marvel Team-Up en 1972, serie en la que Spiderman compartía correrías con héroes varios de la editorial, porque repitieron el esquema dos años después con Marvel Two-In-One. Cierto es que este título en España es de infausto recuerdo, dado que es la cabecera que utilizaba Fórum para mezclar dos series de ventas bajas confiando en que los lectores de ambas se sumaran e hicieran viable económicamente su edición. Pero dado que solían mezclar churras con merinas, lo que ocurría es que los lectores de la una veían que tenían que pagar el doble por culpa de una serie que no les interesaba y se bajaban más de los que se sumaban. ¿Alpha Flight y La Masa? ¿Caballero Luna y Nick Furia? ¿Iron Man y el Capitán Marvel…? En fin.
Afortunadamente, el Marvel Two-In-One original era una idea mucho mejor pensada. Siguiendo el esquema de Team-Up, tenía un personaje fijo querido por prácticamente todo el fandom, la adorable Cosa de ojos azules, que compartía páginas con un personaje diferente cada mes. Y a diferencia de Team-Up, a estas alturas de Two-In-One hay una cierta coherencia argumental, y se desarrollan historias a medio/largo plazo. Aquí tuvo lugar la legendaria Saga del Proyecto Pegaso, y también en este El caso de la Corona Serpiente se cuentan historias más largas que en su hermana arácnida.
En este tomo se recogen dos historias, aparecidas entre los números 61 y 67, y un epílogo a la segunda de ellas aparecido en un anual de Team-Up. Y aunque el título del tomo se refiera a la segunda, la gran sorpresa la tenemos en la primera: La llegada de Ella, la versión femenina de Adam Warlock que tiene aquí su primera aparición… que realmente es la segunda. Tal y como se vio en el Marvel Heroes de Hulk: Un monstruo entre nosotros, los científicos de la Colmena que crearon a Él (aún no había adoptado su nombre definitivo) volvieron a intentarlo, dando lugar a un segundo hombre artificial conocido como Parangón. Este personaje volvió a su vaina al final de su número de debut para seguir adelante con su incompleta evolución, que vemos terminada en este número. Aquí, Ella emerge como una mujer de piel dorada cuyo objetivo es encontrar a Adam Warlock, que, lamentablemente, estaba muerto en ese momento. Warlock es uno de los personajes Marvel que más veces ha pasado por las puertas giratorias de la muerte, rivalizando con el Capitán América, el Profesor Xavier y algún otro resucitado recurrente.
El caso es que Ella, o Parangón, o Ayesha, o Kismet, o el nombre que quiera el guionista de turno que tenga en cada momento, no es un personaje tan importante como su predecesor dorado, pero también ha tenido sus momentos. Fue un personaje recurrente en Quasar, apareció por los 4F en la época de Claremont, la Diosa de La Cruzada del Infinito es claramente una versión suya, ha aparecido en la segunda película de los Guardianes de la Galaxia, interpretada por Elizabeth Debicki… es un interesante personaje secundario del rincón cósmico de Marvel que debuta en este tomo, en una historia correctamente escrita por Mark Gruenwald y dibujada por Jerry Bingham, dos autores que aunque nunca han sido considerados primeras espadas por ninguna editorial, son más que correctos.
El segundo arco argumental, que da título al volumen, está centrado alrededor de uno de los objetos de poder más importantes del Universo Marvel: la Corona Serpiente. Tanto es así que es el objeto con el que debutó la serie regular de Sub-Mariner de Roy Thomas y John Buscema, el objeto alrededor del que gira La saga de la Corona Serpiente de los Vengadores, una de las historias más recordadas de la etapa de Steve Englehart al frente de la serie, uno de los ejes argumentales del evento ¡Atlantis Ataca!… y su aparición en la serie de Conan el Bárbaro a principios de los 80 es uno de los detalles que señalan que la Era Hyboria es el pasado remoto del Universo Marvel.
Tenemos aquí una historia de esas que aprovechan el lore marvelita todo lo que puede. El mencionado objeto místico está en el centro de una historia por la que desfilan -atentos- algún miembro de los 4F y los Vengadores, Hiperión, los Inhumanos, la Bruja Escarlata, Spiderman, el Doctor Extraño, personajes secundarios como Agatha Harkness, Manta Raya o Thundra en una trama que tiene como antagonistas a Roxxon y el Escuadrón Serpiente. Si tenemos en cuenta que en un par de números tenemos dibujos de George Pérez, nos sale exactamente lo que pretende la serie: un cómic tremendamente entretenido, por el que pasa en uno u otro momento una buena representación del Universo Marvel y con autores más que capaces.
Posiblemente este Two-In-One no sea el punto álgido de la Marvel de los años 70, pero tampoco era su objetivo. La verdad es que pretendiendo ser simplemente una carta de presentación de personajes un poco menos populares aprovechando el tirón de la Cosa, nos presenta unas historias más que solventes. Si además tenemos en cuenta que tiene la primera aparición de un personaje con una cierta importancia en el apartado cósmico, la lectura de El caso de la Corona Serpiente está más que justificada y el rato de entretenimiento, asegurado.
