La primavera sobrevuela la mansión. Explorémosla a lomos de la suave brisa. La mansión está silenciosa. En diferentes habitaciones y salones las geishas y las ninja dormitan. En la biblioteca privada del dueño vemos varias columnas de manga sin leer. Llegan hasta el techo. Salgamos al jardín. Al lado de un estanque, dormido al lado de una mesa llena de comida y bebida, cubierto por pétalos de cerezo encontramos a Lamastelle-san. A su lado  varios integrales de cómic europeo y la colección completa de Valerian.

Mientras salimos del jardín, cual dragones voladores, ya sabemos por qué esta sección ha estado tan desaparecida estos últimos lunes…

Saludos, mis queridos lectores. ahora ya sabéis porque el manga estaba casi desaparecido de esta sección. aunque no de la web, que para eso tenemos redactores con más tiempo para leer. Y la verdad es que hoy tampoco hay manga, pero hablaremos de una serie de anime. algo es algo.

Hoy hablaremos de Izetta, la última bruja. Tenemos una serie de 12 capítulos de 25 minutos. 5 horas de nada. Le tenía echado el ojo desde esta reseña y al final me dije: vamos a ello, muchacho.

Estamos en una Europa donde Germania ha iniciado la conquista del continente. Una versión de la Segunda Guerra Mundial en una Europa ligeramente diferente y donde lo que podría haber sido Austria se enfrenta a su destrucción. Hasta que aparece una bruja que había sido amiga de la infancia de la princesa y…

Bueno, empecemos por el guión. Estamos ante una historia de acción y guerra, enfocada tanto para chicos como chicas. Tendremos batallas y guerras, pero las protagonistas son mujeres que no temen dejan aflorar sus sentimientos cuando es necesario. La serie va al grano desde el primer episodio, con una persecución y huida en un tren alpino digna de cualquier película de espías.

Y aunque pronto aparece en escena la última de las brujas europeas, el tono sigue siendo el de una serie bélica antibelicista. Nunca se dejan de lado a los personajes civiles, ese “pueblo” en cuyo nombre se luchan las guerras. Veremos (sin demasiada crudeza, no hay gore aquí) últimas resistencias de la infanteria, bombardeos de cañones, ataques aéreos… Se mantiene el enfoque “realista”, sin que la magia lo impregne todo.

Hay un detalle que  nunca me termina de convencer en las series japonesas. Empezamos con un tono de acción limpia y directa. Los buenos ganan porque son los buenos. Sabemos quienes son los malos porque hacen cosas malas. Hay muertos pero fallecen en segundo plano, los héroes tienen inmunidad de guión.Y en medio de la serie el tono cambia, se oscurece, los buenos hacen cosas malas…

O sea, la guerra es el infierno y no es bonita, pero si quisiera ese tipo de serie, estaría leyendo algo de Garth Ennis y no viendo una serie ligera.

Pasemos al dibujo. Izetta, la última bruja es una serie que podemos describir como de la escuela Ghibli. Aire europeo, lineas limpias y paisajes muy detallados, con personajes realistas. Todas las escenas son fáciles de entender y de seguir. Incluso en las batallas seguimos la acción y los personajes sin problemas.

Quizás algunos de los diseños femeninos son terriblemente recargados y fuera de lugar en una serie casi costumbrista, pero me temo que se trata de “imposición de merchandising” (vamos, que hay que vender muñequitos y tienen que ser muy diferentes y reconocibles :-)). Ah, esa asesora de imagen…

Y muy relacionada con el dibujo, pasemos a la ambientación. Es muy fácil que una ucronía se demande  y los autores den rienda suelta a toda su imaginación. Pero éste no es el caso.

Estamos en el nivel tecnológico que, más o menos, se tenía en 1939. No es esta una serie steampunk, como podríamos pensar por la existencia de magia. Y los autores nos ofrecen una tecnología (bélica, principalmente) casi real. Cualquiera con algo de interés en la historia militar del periodo disfrutará viendo los combates y batallas.

Bueno, siempre que no tengamos en cuenta a una bruja montada en un arma antitanque y dirigiendo una unidad de lanzas de caballería encantadas, claro.

No estaremos ante la Alemania nazi, sino ante Germania, donde el Kaiser gobierna todavía. Una Germania cuya capital recuerda a aquella Germania que soñó Speer. Contra un ejército que parece más francés que austríaco. No sé hasta que punto ese tipo de referencias las pillará el público japonés, pero evidencian que alguien se ha molestado en documentarse.

Quizás la colocación de los globos antibombardeo chirría un poco, pero ya me estoy poniendo tiquismiquis…

Por ponerle un pero a esta serie, el final se me hizo algo apresurado. Los tres últimos capítulos van a toda velocidad para cerrar todas las tramas aiertas antes del final, dejándonos una serie cerrada.

¿Por qué ver Izetta, la última bruja?

Es una serie corta, cerrada, bien ambientada. Acción y épica con personajes femeninos decididos.

¿Por qué no ver Izetta, la última bruja?

Buscas series históricas puras y duras. Buscas solamente acción, sin las partes costumbristas o de sentimientos.