Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

La Casa de Té de Lamastelle-san: Hagakure.

Saludos queridos lectores. Estaba yo escuchando el Moon de Kokin Gumi mientras reflexionaba sobre el camino del reseñador. Si, ya sé que para vosotros esta es una vida de éxitos, lujos, fama y dinero. Pero duro ha sido el camino. Busqué sabiduría y destreza siguiendo un largo sendero. Encontré la fuerza en Kioto. Encontré la destreza en Kuwen. Y la paz…la encontré en Bolivia.

Nota de la Redacción: el reseñador ha sido asaltado por un grupo de argentinos armados con instrumentos musicales improvisados. Reanudaremos la reseña en breves momentos…

Ay, que paliza. Menuda mala leche. Y cómo se mueven para su edad…En fin,a lo nuestro. Tras pedir disculpas a Les Luthiers, os iniciaré en el Camino del Samurai.

Hoy reseñamos:: Hagakure, el código del samurái.

Hagakure es el primer cómic de Quaterni que me he pillado. Se trata de una editorial especializada en literatura oriental ( no solamente tebeo japonés ).

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¿Y esto de qué va? Hagakure es una obra del siglo XVIII donde se nos explica como debe comportarse y actuar un samurai. Aquí os dejo un enlace al texto en español. La obra original es de Yamamoto Tsunetomo y fue redactada para ilustrar con ejemplos la forma correcta de ser, pensar y actuar de los samurai. No es un estilo que al lector occidental le resulte desconocido. ¿Recordáis las fábulas y los cuentos infantiles? Pues el esquema es similar ( aunque un pelín más sangriento, claro 🙂 ).

En su página web tenéis las primeras páginas ( descargables ). Por poner un punto negativo, son 10 páginas…que nos dejan la primera historia a medias.

El manga que tenemos entre las manos ( ey, un juego de palabras 🙂 ) se basa en la traducción de esta obra hecha por William Scott Wilson. Esa traducción fue adaptada por Sean Michael Wilson ( que no tiene parentesco con el anterior, excepto un lejano origen común en el mismo clan escocés ). Y el dibujo lo pone Chie Kutsuwada.

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Y tras este rollo, pasemos a lo jugoso. Bueno, aún no. Antes he de deciros que las cubiertas del tomito están hechas con cartón satinado bastante duro ( aunque no rígido ) y plastificado que le da bastante resistencia.

Ahora si, pasemos al guión. Un alumno le pide a un maestro que le enseñe. Listo, esa es la excusa para que nos cuenten diferentes capítulos de la obra original, ilustrando diferentes escenas. Por un lado, esto hace que la obra se lea rápidamente, pues son historias cortitas. Por otro, todas se parecen mucho entre ellas. Y si, hay muertos suficientes para escandalizar al mismísimo Shakespeare.

El dibujo es quizás lo más flojo de la obra. Posiblemente los personajes sean muy parecidos entre las historias como un recurso estilístico, ya que es siempre el mismo maestro quién cuenta la historia. Pero se me hace raro.

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Que el dibujo sea sencillo no implica que sea malo. Hay escenas y mini-escenas preciosas. como cuando en una esquina de una página llena de muerte y tristeza vemos a dos ranas medio sumergidas en el arrozal, de las cuales vimos a una saltando a ese arrozal al inicio de la historia…

El tomo se completa con un pequeño texto sobre lo que significa la obra, escrito por el traductor.

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¿Por qué leer Hagakure?

Te interesa la época samurái. Te interesa la literatura clásica. La edición es bastante buena.

¿Por qué no leer Hagakure?

Llega a hacerse repetitivo.