Saludos, queridos lectores. Tras un tiempo casi sin lecturas, volvemos a la carga. Hoy toca reseñar (con retraso, claro) Food Wars 7.

En este séptimo tomo se nota más claramente como la serie va evolucionando según el “síndrome Songoku”. Los enemigos culinarios son de escuelas cada vez más raras y exóticas. Panini, Yuto Tsukuda y Saeki Shun nos traen a seguidores de la “Cocina del Humo”, “Cocina Apestosa” y otras tradiciones de cocina similares que nos ofrecerán sus mejores platos.

17 x 11 cms · 200 páginas. más cubiertas. B/N.

Con la casi única presencia de la trama principal de los combates-desafíos, la historia puede hacerse repetitiva. El guión salva al tomo de esa circunstancia usando breves chistecitos sueltos, de una viñeta o dos. Estos alivios cómicos rompen (aunque no demasiado) el formato de pensar-preparar-presentar un plato tras otro.

Y tenemos a Megumi, claro. La pequeña Megumi, secundaria cómica,comparsa, personaje kawai…¿O quizás no? ¿Quizás la veremos más y más activa?

Después de todo, en la encuesta de popularidad que hay al final del tomo está tercera…solamente detrás del teórico protagonista y la teórica antagonista-futuro amor del protagonista. Y a bastante distancia viene el cuarto clasificado. La combinación de un personaje interesante y creible con el favor del público puede darle mucho más protagonismo.

Las escenas finales, con la presentación de su plato y las escenas de su pasado nos hacen cerrar el tomo con un buen sabor de boca (ey, ¿pilláis ese chiste en un manga sobre comida? Si, no me da el humor para más, sniff, sniff :-)) y una sonrisa tonta.

El dibujo sigue la linea de la serie. Mezcla de realismo (dentro de lo que es el manga, claro) con exageraciones y metáforas absurdas sobre el sabor de los platos, consigue engancharnos lo bastante para seguir leyendo. También es cierto que algunas  escenas son… no exactamente confusas, pero el querer dar un aspecto muy visual y dinámico a algunas viñetas hace que los fondos oscuros, los planos muy cortos del personaje y las onomatopeyas y lineas de movimiento hagan que nos perdamos un poco.

Seguimos teniendo las recetas de los diferentes platos preparados, por si nos animamos a probarlas en casa.

Sobre la edición, es correcta y típica del tomo manga en España. Quizás en algunas ocasiones debes abrir el tomo un poco más de lo normal, porque los autores han dejado muy poco margen interior al dibujar y escribir. Pero no han saltado páginas ni nada de eso.

¿Por qué leer Food Wars 7?

Te sigues riendo con las exageraciones de los personajes y las metáforas visuales.

¿Por qué no leer Food Wars 7?

La historia puede hacerse monótona. Las tramas secundarias casi desaparecen.