Tras el descarnado arranque del tomo anterior, continúamos en Katanga 2: Diplomacia con esta historia de intrigas y conspiraciones con la política y la misma Historia como hilo conductor.

Si bien en el álbum anterior tuvimos poco más que una presentación del escenario y los personajes e incluso nos costaba identificar a alguno como protagonista, con las piezas sobre el tablero, Katanga 2: Diplomacia comienza una partida de ajedrez donde nadie se fía de nadie y nadie es de fiar. Tal como prometía el tomo anterior, la avaricia de unos pocos escribe la historia de un país entero y la trama de los diamantes determinará el futuro de Katanga.

Katanga 2: Diplomacia mantiene su esencia de reparto coral, pero algunos como Armand Orsini, Felix Cantor o Charlie sobresalen con un mayor peso. Estamos ante un segundo acto tanto estructural como físico, ya que la historia finaliza en el tercer tomo. La narración se despliega en dos frentes, que vendrían a ser algo así como corte y jungla. La primera sería todo el juego diplomático, político y de espionaje. Orsini encabeza este hilo que tiene lugar en la capital, Lubumbashi. Cantor nos guiará por una parte de jungla que tal vez pueda parecer más cruda y violenta, pero en resumidas cuentas el lector puede advertir que jungla y corte no se diferencian demasiado.

Al final las dos líneas argumentales alimentan la misma trama y son en esencia el mismo juego cruel traicionero. El salto entre una y otro no sólo nos sirve para poder llevar a cabo esta comparación, sino para observar cómo se alimentan entre sí y, sobre todo, para lograr ese equilibrio tan perfecto entre intriga y acción, que nos ofrecen Fabien Nury y Sylvain Vallée.

En ambos terrenos se desenvuelve con la misma gracia Vallée, un dibujante con un fuerte componente caricaturesco que tal vez podría desubicar en una intrincada historia de maquinaciones como Katanga 2: Diplomacia. Sin embargo, este dibujante nos muestra cómo la caricatura tiene el mismo potencial para el drama que para la comedia e incluso para la acción y antes de que nos demos cuenta, cada exageración cumple su finalidad expresiva y la sensación de inmersión es completa.

Segunda parte de las tres que compondrán esta historia donde Nury y Vallée aprovechan este episodio de la Historia no demasiado conocido para alimentar su propia y trepidante trama ficticia repleta de engaños e intereses ocultos.