Cuartel General de S.H.I.E.L.D. ELHDLT.

Jefazos de la Web: Nos hemos quedado sin azucar. Las tiendas ya han cerrado. ¿Cómo vamos a hacer la tarta en estas condiciones?

Lamastelle-san: Tranquilos. Tú, tú y tú; pánico. Los demás tranquilos. Yo lo resolveré. Casualmente tengo a mano un manga de Fandogamia titulado Jugando a las casitas. Lo sacudo encima de la masa y ya está azucarada.

Saludos, queridos lectores. Mientras terminamos de preparar la tarta en el horno, reseñaremos Jugando a las casitas,¡como recién casados!,  de Mai Ando. Ya habíamos tenido antes a esta autora de visita en la web, y esta nueva obra que nos trae Fandogamia  muestra que se mantiene en su estilo.

¿Y cual es ese estilo? Estamos ante un tomo recopilarorio de historias cortas y autoconclusivas. Pequeños relatos centrados en las relaciones sentimentales de instituto. Shojo puro y duro, creado y pensado para lectoras jóvenes.

En contra de lo que podríamos pensar viendo el título y la cubierta, no estamos ante una historia picantona ni de malentendidos. Nada de  chorros de sangre por la nariz ni confusiones sobre a que hora usar el baño.

El guión nos habla de relaciones amorosas. Todo muy puro y romántico.La mayoría de las historias tratan de parejitas que aprenden a relacionarse entre sí y con los demás. No tendremos grandes dramas, al menos para nosotros. Porque ya sabemos que para las protagonistas de este tipo de historias, lo que les sucede es lo más importante.

Ah, el primer amor.

Problemas como “la verguenza que me da que me vean llevando la misma camiseta deportiva que mi novio. Dudas sobre si soy lo bastante guapa para él. Encontrar el momento idoneo para besarnos bajo los fuegos artificiales…” Estos son los dilemas de las protagonistas durante la mayor parte del libro.

Pero a poco que nos detengamos veremos algunos otros temas. La inseguridad. El miedo a destacar, a no seguir las convenciones sociales. La obligación de hacer y ser como nos ven los demás.

Y llegamos de golpe a la quinta historia. Con un tono más de denuncia, menos inocente. ¿Dónde termina la seducción y comienza el acoso? Aunque trate  un tema más duro, la longitud de la historia es lo bastante breve para que no se convierta en un drama. Dice la autora en los comentarios que si bien el protagonista es desagradable, a las lectoras la historia les gustó.

Pasemos al dibujo. Tenemos unas historias basadas en las relaciones personales, así que la autora nos muestra unas viñetas donde lo más importante son las caras. Caras con ojos enormes. Y como lo importante son las expresiones, las sonrisa, las lágrimas, los besos, pues son viñetas con pocos fondos. Y de gran tamaño, para ver mejor las caras. Rompiendo totalmente la estructura tradicional de viñetas cuadradas.

Le das este tebeo a los autores de Watchmen y los tienes que llevar al hospital :-).

La edición se completa con unas notas de la autora y un par de dibujitos, de esos en plan cómico que tantos tomos de manga adornan.La portada y la contraportada tienen dibujos diferentes al de la cubierta.

Y no, no me olvidaba. La traducción es de Luís Alís.

Por cierto, en esta reseña hay un chiste dedicado a una película de Michael Caine, a ver si encontráis la referencia :-).

¿Por qué leer Jugando a las casitas?

Buscas historias cortas y románticas que sabes que van a terminar con besos.

¿Por qué no leer Jugando a las casitas?

Son historias muy edulcoradas sobre el primer amor. La última rompe el tono y quizás no es el tipo de historia que buscas en este género.