Me encantan los crossovers bizarros y también los videojuegos. Por eso este Injustice VS Masters del Universo parece que está hecho para mi. Antes de que sigáis leyendo fieles seguidores de Es la hora de las tortas, tengo que avisaros de que este tomo destripa por completo el final de la primera parte de Injustice (la que acaba con el año 5 y el primer videojuego) y de que el desenlace solo es uno de los muchos posibles que podría tener Injustice 2. Además, os doy un toque porque todavía se está editando (o reeditando, según toque) la obra en España. Si esto os da igual, acercaos sin dudarlo porque estamos ante un tebeo muy entretenido.
Nostalgia repartida a bofetones. Esto es parte de lo que ofrece esta miniserie de seis números que ECC ha recopilado en un solo tomo en rústica. En los últimos años DC Comics ha ido publicando diversos proyectos protagonizados por He-Man y los Masters del Universo. Uno de los más sonados fue una miniserie con los Thundercats (que cronológicamente se sitúa antes que esta) y varias series regulares que narran la guerra civil que se lucha en Eternia entre Skeletor y He-Man.
Como guionista tenemos al siempre eficaz Tim Seeley (Nightwing o Revival), que desarrolla una historia donde se nota que tiene muchos menos cerrojos a la hora de tratar con He-Man y compañía que con los personajes provenientes del Universo DC. La acción arranca con Cyborg y La cosa del pantano llegando a Eternia porque requieren de campeones del multiverso que puedan acabar con la amenaza de un Superman que, gracias a su tecnología se ha vuelto prácticamente omnipotente: tiene esclavizado a Batman (que hace las veces de oráculo sin emociones) y su fiel Wonder Woman controla al Escuadrón Suicida,que se encarga de impartir justicia ante cualquier crimen cometido o que se pueda llegar a cometer, ya que se anticipan a los mismos (¡hola Minority Report!). En pocas páginas, Seeley plantea una situación completamente desesperada cuya única salvación podría ser la intervención de He-Man, Orco y otros personajes de los Masters cuyo poder está centrado en la magia.
Seeley se para a darnos detalles y matices de la personalidad de He-Man y su alter ego el Príncipe Adam, llevando a cabo unos curiosos paralelismos entre personajes más conocidos como son Peter Parker o, sobre todo, Billy Batson (toda la mitología de Shazam tendrá una importancia capital en la miniserie). Nos encontraremos con un He-Man poderoso y magnífico pero que también duda de la finalidad de sus acciones. Temeroso, pero a la vez carismático y que se servirá de su herencia humana (por parte de madre) para insuflar esperanza a unos habitantes de la Tierra que viven bajo el yugo de Superman. Es quizás con Superman donde más se le ha ido la mano a Seleey. Su Kal El es más tirano que nunca, más determinado en que su forma de hacer las cosas es la única que vale, y para colmo es reforzado por Skeletor. El Brujo calavérico será parte importante de la trama.
Por lo demás tenemos un guion formulaico que no descubre nada, pero que tampoco parece que lo pretende. Injustice VS Masters del Universo es un cómic hecho con oficio que gustará a los amantes de las dos franquicias (saliendo reforzada la de los Masters al tener menos impedimentos editoriales) y los nostálgicos empedernidos. Pero también es un cómic de acción y aventuras muy bien hecho y que tiene grandes momentos y algunas batallas espectaculares. Además recoge muchos elementos que encajan como anillo al dedo como pueden ser los Nuevos dioses y Darkseid y su ejército de parademonios. No en vano, Seeley ha manifestado que no le importaría lo más mínimo tener la ocasión de realizar más historias con los Masters, pero acompañados de personajes como Orion o Mr. Milagro. Desde luego una secuela de esta limited no tendría sentido porque se las apaña para dejar bien atados todos los cabos y hacer una buenta tortilla con los huevos que le han dado.
El dibujo viene de la mano de Freddie E. Williams II. Artista que ya tiene mano en esto de las franquicias con la mini de Batman y Las Tortugas Ninja, y que realiza un trabajo muy bueno con su espectacular estilo de trazo grueso (demasiado a veces). Su He-Man es bárbaro, monumental, musculoso e imponente. De narrativa algo torpe en según que escenas, el dibujante ha reconocido que se lo ha pasado de miedo a la hora de plasmar todo el universo de los Masters (coñe, hasta ha dibujado a Battle Bones) y eso se nota y se transmite al lector.
No me importaría leer más.
