Es la hora de las tortas!!!

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Green Lantern: El poder del mal

Green Lantern: El poder del mal
Guion
Howard Chaykin, David Tischman
Dibujo
Marshall Rogers
Tinta
John C. Cebollero
Color
Chris Chuckry
Formato
Rústica, 160 páginas
Precio
14.95 €
Editorial
ECC. 2019
Edición original
Green Lantern: Evil's Might 1-3 USA

El lema de los Otros Mundos, leído en prácticamente todas las publicaciones de la línea de mundos alternativos de DC, dice “En Otros Mundos, se saca a los héroes de sus localizaciones habituales y se colocan en épocas y lugares extraños – algunos que han existido, y otros que no pueden, podrían o deberían existir. El resultado son historias que hacen que personajes tan familiares como ayer parezcan tan frescos como mañana”. Habitualmente, se coge al héroe de turno y se le mete en algún entorno fantástico en el que poder desarrollar alguna historia de acción, aventuras, misterio, terror o cualquier otro género en el que los superhéroes puedan quedar bien. Pero claro, Howard Chaykin, responsable de El poder del mal junto con su colaborador habitual David Tischman, no es un tipo del que te puedas esperar que vaya a transitar los caminos habituales. En este tomo, que recoge una serie limitada de tres números publicada en 2002, mete a los Green Lantern en una historia sobre política e inmigración a finales del S.XIX.

el poder del mal 1

Green Lantern: El poder del mal es una historia ambientada en Nueva York en la época de William Magear Tweed y el Tammany Hall, un grupo de influencia dentro del Partido Demócrata íntimamente relacionado con los inmigrantes irlandeses caracterizado por la corrupción y el tráfico de influencias. En esta historia, el color verde juega un papel muy importante, y no sólo por el color del nombre del héroe protagonista. Gira alrededor de los inmigrantes irlandeses -el verde es el color oficial de su país de origen-, y hay un grupo mafioso en ella llamado Bowery Greens.

El protagonista de esta historia es Kyle Rayner, un humorista gráfico que firma caricaturas de sátira política en un periódico de la ciudad con el seudónimo de “Llueva o haga sol” -en inglés, “Rain or Shine”, teniendo el apellido una cierta similitud fonética con el nombre artístico- y se mueve con una panda de maleantes  -los mencionados Bowery Greens- dirigida por un delincuente llamado Alan Scott. Rayner, asqueado por la violencia sin escrúpulos que Scott ejerce sobre sus víctimas, se aparta del grupo, y encuentra una linterna y un anillo mágicos que le permite materializar sus pensamientos. Inspirado por la imagen del cartel de una representación teatral de Fausto, dedicará sus nuevas habilidades a proteger a los inmigrantes de la ciudad mientras intenta conquistar a Carol Ferris, la prometida del policía Hal Jordan.

Aunque el nombre del protagonista -y su trasfondo de ilustrador- correspondan a Rayner, protagonista de la serie mensual del personaje cuando este Otros Mundos vio la luz originalmente, el origen de sus poderes y el aspecto de su disfraz tiene más en común con Alan Scott que con el cuerpo de policía espacial. De hecho, una crítica que se le podría llegar a hacer al trabajo de Chaykin es que, mientras que el protagonista es perfectamente reconocible incluso en esta extraña ambientación, Alan Scott, Hal Jordan y Carol Ferris son personajes totalmente genéricos que poco o nada tienen que ver con sus contrapartidas del entorno superheroico habitual en el que se mueven. Cualquier otro personaje habría funcionado a la perfección en esos papeles, dando la sensación de que los nombres elegidos son más guiños al lector que versiones de los mismos en un entorno histórico diferente.

A los lápices tenemos al difunto Marshall Rogers, haciendo un trabajo que, aunque lejos del nivel de excelencia que alcanzó en su etapa en Batman, tiene una calidad y un nivel de detalle que nos hace preguntarnos por qué este autor no llegó a ser más valorado de lo que fue.

el poder del mal 2

Quizás el mayor problema que tiene El poder del mal es que su ambientación es excesivamente localista. Un lector no estadounidense  -o no estudioso de la historia de ese país, al menos- no conocerá al Jefe Tweed salvo quizás de oídas, y ni siquiera eso del Tammany Hall. Pero aún así, como trabajo de Howard Chaykin que es, está narrado con oficio, con una trama muy interesante, y con varios tópicos de los Linternas Verdes aquí y allá -el bueno, el malvado, el pródigo…- que hacen que sea algo más que una historia de una época definida en la que se ha metido con calzador al personaje de turno. Es, por tanto, una lectura recomendable no solo para completistas de Green Lantern o de Otros Mundos. El poder del mal es un cómic más que correcto por sí mismo.