Poco después de la aparición del primero de los libros de esta colección (y del que hablamos junto a otros cómics infantiles en este enlace) aparece en librerías Félix y Calcita 2: Nunca enfades a un gigante, donde volverán a encontrarse el niño más audaz y la trol más divertida. Con una fórmula muy similar a la anterior obra, está pensada para lectores muy pequeños, y alterna la lectura con divertidos juegos con los que los peques pueden divertirse y aprender a leer. Está editado por Beascoa.

El desencadenante de la acción de este segundo libro es Robocan, un perrito robótico que tiene Félix como juguete y que se mete accidentalmente en el país de los troles. Félix irá a buscarlo y se reencontrará así con la trol Calcita. Pero en su búsqueda tendrán que hacer frente a un trol gigante que se interpone en su camino.

Lo que más me gusta de esta serie es que, además de la historia principal, el libro incluye algunos juegos en las guardas y al final de la obra también hay algún juego al más puro estilo ¿Dónde está Wally? donde se invita al niño a repasar la historia en busca de, en este caso concreto, una araña.

El dibujo de Laperla ya es bien conocido en nuestra industria, gracias a su trabajo bestseller en Superpatata, es muy sencillo, y los niños se identifican claramente con él. Las páginas tienen pocas viñetas y juega con el niño en su lectura. Concretamente en este libro, en el momento en el que viajará al país de los troles, la doble página pasa a un sentido vertical que da más sensación de velocidad y, por ejemplo, a mi hija pequeña es de las cosas que más ha divertido.

Pero lo que más le ha gustado es su sentido del humor, con chistes fáciles y ese contraste entre el carácter intrépido de Félix y lo tontorrona que resulta Calcita y el resto de troles. Son muchas las situaciones divertidas y en esta aventura se incluyen muchas situaciones que sorprenden a los pequeños como un viaje en dinosaurio volador o el enfrentamiento con el gigante gruñón y cómo resuelven el conflicto.

En definitiva, una obra apta para niños de más de seis años, con la que pueden iniciarse de un modo divertido al mundo del cómic y de la lectura en general, con aventuras sencillas y atractivas y un dibujo divertido que les entra muy bien por el ojo y le anima a interesarse por la historia.

Lo mejor: El sentido del humor y lo apropiado que resulta para iniciar a los más peques a la lectura.

Lo peor: A diferencia de otras obras infantiles, esta está pensada casi exclusivamente para público infantil.