Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El espíritu del escorpión

El espíritu del escorpión
Guion
Fernando Llor.
Dibujo
Pablo Caballo.
Tinta
Pablo Caballo.
Formato
Cartoné, 136 págs, B/N.
Precio
18€.
Editorial
Panini Cómics. 2018.

Panini Cómics, a través de su sello eVolution Cómics nos ha traído este verano El espíritu del escorpión, La máscara del genocida de Srevrenica, una obra de Fernando Llor (Ojos grises, Sangre en el suelo) y Pablo Caballo. El cómic gira en torno a los últimos días previos al arresto del que fuera Presidente de la República Srpska de 1992 a 1996, Radovan Karadžić, quien por fin se encuentra encarcelado después de un juicio que no acabó hasta 2016. La orden de arresto del Tribunal Penal Internacional data de 1996, pero el acusado se dio a la fuga y no fue detenido hasta 2008.

El espíritu del escorpión
Contexto histórico.

La escisión de la antigua Yugoslavia dio lugar a cinco países: Croacia, Eslovenia, Macedonia, Bosnia Herzegovina y Serbia y Montenegro (que finalmente acabaría dividiéndose también en dos estados independientes, Serbia y Montenegro). La disputa entre los países durante los primeros años de la década de los noventa por afianzar unos territorios que aún no estaban oficialmente establecidos dio lugar a la Guerra de Bosnia. Uno de los territorios clave fue la región de Srevrenica, pues estaba poblada mayoritariamente por bosnios musulmanes, pero se encontraba entre dos regiones serbias. A pesar de ser declarada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como área desmilitarizada, segura, el comandante en jefe del ejército de la República Srpska, Ratko Mladić por orden del Presidente Karadžić dio la orden de matar a casi 8000 bosnios musulmanes con intención de hacer una limpieza étnica que permitiera a los serbios quedarse con esa zona. En julio de 1996 se emitió una orden de arresto contra ambos por actos de genocidio. Karadžić se dio a la fuga y cambió de identidad haciéndose pasar durante más de diez años por una especie de gurú de medicina alternativa llamado Dragan Dabic. Fue arrestado en 2008, el juicio comenzó en 2009 pero no acabó hasta 2016, donde fue condenado a 40 años de prisión. El Presidente estuvo ayudado por un grupo paramilitar que recibía el nombre de Los escorpiones.

El espíritu del escorpión alterna trozos de la biografía de Dabic como sanador, y de la joven Jasmina que se ve ayudada por él para tratar su infertilidad, tanto con momentos del pasado en los que Karadžić ordenó el genocidio como con escenas de cómo se cometió. El cómic está planteado de una manera muy peculiar, pues no es para nada explicativo y la propia narrativa elegida por el dibujante no contribuye en ningún momento a que podamos tener la sensación de un cómic histórico o que relate un momento concreto de la historia. Esto no es negativo. Es más, lo considero uno de los mayores aciertos. El cómic te obliga a investigar un poco más sobre la biografía de este hombre para enterarte mejor de qué es lo que hizo y se centra en la búsqueda de una atmósfera opresiva. Pone el foco en la vida de Jasmina y cómo se deja llevar por este gurú de la medicina alternativa, por no llamarlo directamente curandero.

El espíritu del escorpión
La lectura de esta obra me ha traído a la mente varias referencias. En primer lugar ese Dragan Dabic, tanto por imagen como por filosofía me ha recordado al inquietante Bagwhan Rajneesh que se ha visto en el documental Wild Wild Country. Evidentemente las metas no son las mismas, pero ambos comparten el poder embaucador de su discurso. De hecho, Karadžić era licenciado en Psiquiatría, algo que seguro le ayudó mucho a engañar a su clientela. Cuenta el propio epílogo de este libro cómo hay gente que a pesar de haberse descubierto el engaño y de encontrarse el supuesto Dabic en prisión, sigue consultándole profesionalmente como sanador…

Pero otra referencia que me ha venido a la mente ha sido una película para TV de 1995 que se llamó Ciudadano X, que contaba la investigación para detener al asesino en serie ucraniano Andrei Chikatilo. Ambas obras, con sus armas propias de cada medio, consiguen esa atmósfera opresiva que tanto incomoda durante la lectura o visionado. El dibujo de Pablo Caballo tiene un estilo muy particular, en blanco y negro, acercándose al expresionismo con un dibujo algo difuminado y con mucho uso de pincel seco que da esa sensación de recorte de prensa con la tinta corrida. Es un dibujo opresivo. Da una continua sensación de estar en la cabeza de esa joven Jasmina, confundida y atravesando un momento duro de su vida que hace que todo se vea como en un sueño. Cuando comencé a leerlo me impresionó y me gustó pero pensaba que mantener ese estilo durante 130 páginas iba a acabar provocando cansancio para el lector. Nada más lejos de la realidad. Hacia el final, con las escenas de flashbacks del momento de los asesinatos, Caballo se saca de la manga una composición de página genial con viñetas entrecruzadas en forma de reja, saca alguna referencia pictórica que me ha encantado, y consigue que acabemos viéndolo todo como el mal sueño que vive Jasmina. Una obra que se centra mucho en transiciones detalle a detalle y que consigue momentos de verdadera tensión, especialmente en las sesiones entre Dabic y Jasmina.

En cuanto a Llor tiene algo que me gusta mucho de un guionista, y es que cada obra suya que leo es radicalmente diferente a la anterior. Lejos de encasillarse en un estilo, experimenta tanto con tonos de historias como con la propia narración. El hecho de no hacer un guión fácil, masticado y que explique todo como si fuera la Wikipedia contribuye en este caso a que esa atmósfera cercana al onirismo tenga fuerza por sí misma. Se centra en un personaje secundario como es Jasmina y en cómo vive su relación con él para dejar al propio lector que se cree la imagen terrible sobre la persona de Karadžić. Consigue con eso mucho más que si hubieramos visto más de cerca la vida del curandero/genocida.

El espíritu del escorpión
En definitiva, El espíritu del escorpión.

Una muy agradable sorpresa en este relato que demuestra el poder narrativo que tiene un cómic cuando se usan las herramientas adecuadas. Un guión hábil, que deja mucho trabajo al lector tanto en investigación histórica como en la propia interpretación de la psique de los personajes, y un dibujo con un estilo impactante, que se apoya en detalles y en una composición de página inteligente para construir una atmósfera opresiva que hace que la lectura llegue a ser incómoda. Una historia que gira en torno a un señor responsable de la muerte de 8000 personas no puede tener otro tono, y los autores son conscientes y buscan esa sensación de desagrado. Y lo más importante… lo consiguen.

Lo mejor: Las sensaciones que consiguen tanto por guión como dibujo. Lo bien que encaja el estilo gráfico con la historia y lo bien narrada que está.

Lo peor: Si no tienes intención de indagar un poco más en la biografía del personaje te puedes llegar a perder. Leete aunque sea el contexto histórico de esta reseña, que es un párrafo solo, hombre… XD