Es la hora de las tortas!!!

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Escuadrón Suicida 4: La directriz Jano

Escuadrón Suicida 4: La directriz Jano
Guion
John Ostrander, Kim Yale, Paul Kupperberg, Cary Bates y Greg Wiseman.
Dibujo
Grant Miehm, Steve Erwin, Rick Hoberg, John K. Snyder III, Doug Rice, Tom Mandrake y Rafael Kayanan.
Tinta
Karl Kesel, Al Vey, Pablo Marcos y Romero Tanghal.
Color
Carl Gafford, Julianna Ferriter, Nansi Hoolahan y Gene D'Angelo.
Formato
Cartoné, 296 págs, Color.
Precio
29,50€.
Editorial
ECC Ediciones. 2018.
Edición original
Suicide Squad #26-30 USA, Checkmate #15-18 USA, Manhunter #14 USA, Firestorm The Nuclear Man #86, Captain Atom #30 (DC Comics).

A finales de los años ochenta, John Ostrander estaba en la flor de su carrera. Llevaba adelante un buen número de series de DC Comics, ayudado por la que para entonces ya era su esposa, Kim Yale. Dado que la editorial se había convertido en un cúmulo de agencias encubiertas gubernamentales que servían de excusa para decir que tal o cual superhéroe/villano trabajaba para el gobierno estadounidense, Ostrander encabezó un ambicioso crossover entre muchas de las series protagonizadas por estos grupos o agentes, con la intención de ordenar un poco la situación. Dicho cruce se desarrolló en nada menos que once números que, junto con el epílogo del tomo anterior es lo que vamos a ver recogido en Escuadrón Suicida 4: La directriz Jano.


Amanda Waller reúne a su homólogo de Jaque Mate, Harry Stein, y le habla sobre una información que ha llegado a sus manos acerca de algo conocido como la directriz Jano. Al parecer, alguna de las agencias de inteligencia con metahumanos del Gobierno está actuando a dos bandas y se planea una guerra entre ellas para acabar con las demás. Comienza así un juego a tres bandas de traiciones, desconfianzas, alianzas y trampas. Nada será lo mismo, y algunos harán algunos movimientos que cambiarán su futuro inmediato.

El principal problema que le veo a este cruce es que tiene treinta años. Y DC Comics en 1988 era muy diferente a lo que es hoy. Y existían una serie de organizaciones que, o bien han desaparecido, o bien han cambiado radicalmente. También se da el caso de que son personajes o grupos más populares, pero cuyas series no llegaron nunca a nuestro país, y que van a ser desconocidos para muchos de los lectores actuales. Y eso puede hacer que muchos echen mano a este tomo y se pierdan por completo en sus primeros números. Un buen artículo poniendo en situación al lector hubiera sido una muy buena solución, pero no voy a repetirme sobre este tema porque ya lo he comentado en otras reseñas.

Por si lees esto antes del tomo, aquí va un pequeño resumen de nombres y organizaciones para que no te resulte tan difícil orientarte en los primeros compases del crossover, fundamental además para comprender cuál es el motor de la historia:


En el gobierno había fundamentalmente tres grupos de inteligencia encubiertas: La Fuerza Especial X tenía a Amanda Waller al frente. Dicha organización tenía dos ramas: Escuadrón Suicida, dirigido por la propia Waller y que es el que menos presentación necesita; y Jaque Mate, una organización con una jerarquía basada en el ajedrez y que estaba dirigida por Harry Stein. Aunque no dependía directamente (aún) de esta última, había un programa llamado Proyecto Pacificador, en el que Christopher Smith, antiguo diplomático pacifista, hacía de agente del gobierno. Este concepto siempre me pareció muy curioso, porque en el fondo, y a pesar de que usaba un arsenal de armas no letales, era poco menos que un Castigador. El tercer grupo al que me refería, además de los dos de la Fuerza Especial X era el Proyecto Átomo, dirigido por el General Wade Eiling y cuya única función era mantener al Capitán Átomo de parte del gobierno estadounidense. Había un cuarto grupo que dejo al margen a pesar de que aparece en estos números, la Fuerza de Julio, también dependiente del gobierno, y formado por héroes cuya indumentaria se relaciona con el patriotismo norteamericano. Como curiosidad, salieron de la colección de Batman y los Outsiders. Cada grupo está formado por un buen número de personajes pero, como les parecieron pocos, Ostrander se trajo a dos más de las respectivas series que estaba guionizando por aquel momento: Firestorm y Manhunter (Mark Shaw). Paul Kupperberg, el guionista de la serie Jaque Mate no quiso quedarse atrás y decidió incluir también en la abarrotada trama a dos personajes de su creación: Espina Negra y Valentina Volstok (ex-Mujer Negativa en la Doom Patrol).

Como habréis visto el número de personajes y grupos involucrados es apabullante. Eso permitió que la historia soportase los once números sin demasiado agotamiento. Once números que se repartieron entre las series de Escuadrón Suicida y Jaque Mate (cuatro cada una), Firestorm the nuclear man, Manhunter y Capitán Átomo. A decir verdad, hay algunos números que son un mero relleno. Concretamente el primero de Jaque Mate es una mera misión de espionaje del Caballo John Reed, el de Firestorm intenta presentarnos la nueva situación del personaje sin Martin Stein ni Ron Raymond y lo enfrenta al Parásito, y el de Capitán Átomo es un epílogo con todo más que resuelto en el que un tranquilo viaje familiar en yate acaba en un enfrentamiento con Manta Negra. El resto sí gira siempre en torno a esos juegos de poder y a la desconfianza y traiciones entre ellos, proporcionándonos algunos números que no son más que enfrentamientos entre grupos. Esos números eran muy habituales en los años ochenta, y especialmente en DC. Repasando ese enfrentamiento entre el Escuadrón y la Fuerza de Julio me ha recordado por ejemplo a aquellos gloriosos combates entre los Nuevos Titanes y los Cinco Temibles en las páginas de los Titanes de Wolfman y Pérez…


En cuanto al apartado gráfico, tenemos un continuo carrusel de artistas diferentes. Es un dibujo heredero de su época, y hay que tener en cuenta que algunas de estas series eran títulos muy minoritarios en los que iba a ser difícil encontrar a un peso pesado de la industria. Así tenemos por ejemplo a Doug Rice en Manhunter, un autor que se había movido fundamentalmente en cómic de humor y que presenta un estilo que choca un poco con el resto. Sin embargo, hace unas escenas de acción que son de lo mejorcito del tomo. En Jaque Mate sí teníamos a Steve Erwin que se mantuvo regularmente en la serie a pesar del crossover. Es un dibujo que hoy día puede parecer algo desfasado, pero siempre he dicho que estos tebeos hay que leerlos con perspectiva… tienen treinta años.

En definitiva, Escuadrón Suicida 4: La directriz Jano.

Primer tomo que recopila material inédito de la colección en nuestro país. En una reciente entrevista, concedida a Zona Negativa, reconocían desde ECC lo mal que estaba funcionando en ventas esta serie a pesar de lo solicitada que había estado siempre en redes sociales. Supongo que este tomo puede servir más de referencia, pues lo editado hasta ahora era relativamente fácil de encontrar en las cubetas de saldo en su edición de Zinco. Y dado el tipo de edición cartoné que se ha escogido para esta, tal vez no esté al alcance de los bolsillos de todos aquellos que ya tenían ese material.


En cualquier caso, creo que La directriz Jano es una historia apasionante, que sirvió para reorganizar todas las agencias encubiertas gubernamentales y que proporcionó unos números finales en los que todos los implicados se enfrentan al enemigo común bastante interesantes. A pesar del paso del tiempo, me siguen pareciendo unos cómics muy disfrutables. Sé que no le pasa a todo el mundo lo mismo y que ya se le han quedado algo desfasados pero, en mi opinión, a nada que los leas con un poco de perspectiva histórica del momento en el que estaban hechos, se disfrutan muchísimo. Si sois fans del cine militar y de espionaje ochentero, lo vais a disfrutar mucho. Si os gusta la serie actual, aquí vais a encontrar a la mejor Amanda Waller, al más irritable Capitán Bumerán (antes de que Harley Quinn estuviera de moda) y en definitiva una serie en la que nadie está a salvo y cualquiera puede morir en cualquier momento. Los recambios de los personajes eran muy frecuentes y no daban esa percepción actual de «a este no le puede pasar nada». El Escuadrón Suicida de Ostrander es caviar puro: sangre, sudor, estrógenos y testosterona a partes iguales.

Lo mejor: La cantidad de personajes que involucra, y el sitio que le da a todos. Muy bien construida la trama.

Lo peor: Algunos dibujantes. Te puedes perder en los primeros números.