Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de la siesta!!! – La Prueba de San Valentín

Hola niños y niñas. Estamos en la semana del amor, causado por el eterno día de San Valentín que nos visita el próximo sábado (pero parece que no se va nunca). Para celebrarlo, hemos decidido recuperar una de las Siestas más recordadas y queridas por todos vosotros, La Prueba de Novios, originalmente publicada el pasado 6 de junio del 2007.

san-valentin

No hay nada mejor que poner aprueba nuestro amor frente tentaciones irresistibles.
– Hola. ¿Está Doroteo?
– !Caracoles! Una chica. Me está llamando una chica. A mí.
– (Supongo que eres tú). Hola, soy Raquel. Tú no me conoces, pero yo a ti sí.
– No conozco a muchas chicas, pero tu nombre no me suena. Además, tu voz es bonita.
– Te conozco de haberte visto por la tienda que frecuentas. He estado observándote un par de veces.
– ¿Eres la chica gótica que da grima? ¿O la chica de pelo verde que va vestida siempre de Otaku con gafas de pasta negra? Me gusta mucho su look de Naruto.
– Soy la rubia. La chica que siempre lleva minifaldas y escote generosos.
– Pues no me suenas.
– Claro que sí. Soy alta, muy exuberante, con muchas curvas.
– Pues… sigues sin sonarme. No recuerdo haberte visto.
– Cómo no me vas a ver; estuve el día que ayudaste a unos niños a coger una caja muuy pesada.
– ¿El busto del Optimus Prime? Pesaba mucho.
– Se notaba que haces ejercicio, porque la caja seguro que pesaba mucho.
– Algo hago, para mantenerme, más que nada. ¿Cómo has conseguido mi teléfono?
– Por un amigo. Como no me atrevo a acercarme a saludarte, prefiero hacerlo por teléfono.
– Te lo agradezco, soy un poco tímido. No se me da muy bien hablar con chicas; me pongo colorado, sonrió como un idiota. ¿Cuál es el motivo de tu llamada?
– Quería tomar algo contigo, para conocernos un poco. ¿Y quién sabe? ¿Intimar algo más después?
– Buff… No sé… Así de primeras, y sin conocernos en persona… ¿Y si no tenemos nada en común?
– Podemos improvisar. En el caso que a lo largo de la conversación nos encontremos a gusto, podríamos ir a mi casa a cenar. Cocinaría para ti.
– … … Sí… … Por qué no. (Tendría que pedir permiso).
– ¿Sales con alguien?
– ¿Yo? ¿Salir con alguien? Preguntas… ¿En plan novios? ¿Yo?
– Sí, tú. ¿Tienes novia?
– No. No. Que va; yo no tengo novia. Soy un lobo solitario.
– Un lobo solitario, que divertido eres. Mejor, así nadie nos puede molestar. ¿Quieres que me ponga algo sexy?
– Puedes ir como quieras. Estás en tu casa.
– No, tonto. ¿Cómo te gusta la ropa interior? Porque tengo un conjunto negro muuuy transparente, que deja poco a la imaginación.
– (Joer) Si cocinas así, te puede saltar el aceite. Aunque tengo una pequeña fantasía.
– Dime cuál, así podré hacerla realidad para ti.
– Bueno… Me gusta… Más bien, me gustan… las bragas de Piolín. Tienen algo que no se qué yo.
– Eres un pervertidillo fetichista. Sabía que había elegido bien. Y de postre. No sé. ¿Te gusta la nata? Porque podrías comerla directamente de mi cuerpo.
– (Por fin, tras tantos años de lloros y ruegos). ¿Pueden ir acompañada con fresas?
– Todo lo que tú quieras. Entonces, ¿quedamos esta tarde?
– Sí. Por supuesto. Como si quieres ahora. Pero antes deja que vaya a casa a cambiarme de pantalones, que creo que me he manchado algo.
– Vale, me iré poniendo la ropa interior que tanto te gusta. ¿A las 9 te parece bien?
– Espera… ¿Qué día es hoy?
– Jueves.
– Entonces no voy a poder. Tengo que ver en la tele Héroes, que ya quedan pocos capítulos. Están de lo más emocionante.
– ¿No puedes grabar el episodio y cenar conmigo?
– Absolutamente imposible. Después de verlo, tengo que ir al foro, para comentar los pormenores y secretos. Otro día te llamo, y quedamos. Adiós. (Click)
– ¡¡Espera!?… Ha colgado.
– Hasta aquí la prueba de novios de hoy. La persona que ha pedido hacerla es su madre, con la cual aún vive Doroteo. ¿Qué opina? ¿Su hijo es fiel a sus principios? ¿A su pasiones? ¿Es fiel así mismo?
– Mi hijo es idiota.