Norma Editorial nos trajo hace unos meses un título que no hemos querido dejar pasar en la web. Se trata de El pavoroso miedo de Epifanía Susto, una de esas historias para niños y mayores, con la intención de que los más peques puedan hacer frente a sus miedos infantiles, mientras que los mayores podemos disfrutar de su atractivo arte y de la lectura conjunta con los niños.
La historia es aparentemente sencilla: Epifanía es una niña de unos 8 años que tiene un miedo terrible a su propia sombra, la cual tiene una forma peculiar, agrandada como si se tratase de una especie de dragón en sombra que puede cambiar de forma y tamaño. Epifanía comienza un viaje en busca del Doctor Psique, de quien le han dicho que puede curarle su miedo. En su camino, se cruzarán un sinfín de curiosos personajes que van dotando a la historia de interés y construyen un viaje que nos traerá a la mente un sinfín de referencias populares.
Principalmente citaría tres de ellas: Alicia en el país de las maravillas, por esos personajes absurdos en algunas ocasiones, y con esa misma sensación que da la novela de Carroll, de que cada personaje tiene su propia motivación muy clara aunque a ojos del lector parezca algo surrealista; El mago de Oz, porque el viaje está muy bien estructurado, y cada personaje tiene su propia historia de la que Epifanía irá sabiendo cuando los vaya conociendo; y por último Hayao Miyazaki, porque a pesar de que las otras dos referencias son más evidentes, la historia tiene ese tono calmado y de historia en la que la protagonista casi va dejándose arrastrar por lo que sucede de las películas del estudio Ghibli. Además, los diseños de personajes con anatomías muy exageradas y los monstruos gigantescos, pero silenciosos y sin aspecto feroz ni enfadado ayudan mucho a que se nos venga a la cabeza el estilo del japonés.
El pavoroso miedo de Epifanía Susto está escrito por Séverine Gauthier, con un tono muy similar al de su otra obra editada por Norma, El hombre montaña, mientras que el dibujo es obra de Clément Lefèvre, cuyo estilo pictórico y coloreado con acuarela contribuyen en gran medida a recordarnos a Miyazaki. El diseño es también muy variado: la mayor parte viene presentado en viñetas normales, siempre buscando algún planteamiento llamativo, y alternadas con viñetas sin marco y splash page y dobles splash page en la que la acción venga representada en una sola viñeta a modo de recorrido. Es muy variado, y es algo que, al leerlo con un niño, le resulta especialmente llamativo. Cuando cada página supone una nueva sorpresa, no solo sorprendes a los más peques, que necesitan ese continuo estímulo que capte su atención, sino que también contribuye a reforzar la sensación de nuevos mundos a cada paso que se da en la historia.
El libro acaba con un compendio de las fobias que han ido apareciendo en el libro, como si estuviera escrito por el Dr. Psique, y a pesar de ser solo dos páginas, resulta muy divertido. Mis hijas se reían con esos nombres tan estrambóticos y las definiciones, a cada cual más retorcida… Un buen epílogo a una historia que deja con una sensación agradable y una moraleja de la que sacar algo de utilidad. Nosotros ya hemos puesto en práctica las enseñanzas del gran domador Alfio Delmonico y hemos recitado su mantra: «Yo soy más fuerte que tú. Soy más grande que tú. Yo no te tengo miedo»
En definitiva, El pavoroso miedo de Epifanía Susto.
Un cuento para esos niños que tienen miedo a la oscuridad, a los monstruos de debajo de la cama o a cualquier cosa que se os ocurra. Una manera divertida de intentar hacer frente a esos miedos, a la vez que realizan un viaje por un mundo de fantasía, acompañando a Epifanía. Para los mayores, podrán encontrar una oportunidad de leer junto a los más pequeños de la casa, y disfrutar de un dibujo con una fuerte carga pictórica y un diseño de página bastante original y novedoso. Una historia en la que se mezclan lo mejor de Baum, Carroll y Miyazaki para conseguir un cuento de lectura tranquila y agradable, que además finaliza con una moraleja interesante y constructiva.
Lo mejor: Lo original del diseño de las páginas. La moraleja y la utilidad camuflada para niños con miedos.
Lo peor: Si no conectas con la literatura infantil te puede resultar un poco sosa.
