Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El tebeo favorito de…Iron Man de John Romita Jr, David Michelinie y Bob Layton

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A pesar de ser uno de los personajes más emblemáticos de Marvel, el Hombre de Hierro pasó muchos años sin caer en manos de autores de renombre que aportaran grandes etapas a su colección. Sin embargo, desde mediados de los setenta hasta prácticamente el final de los años ochenta, esta serie mantuvo un nivel de calidad muy alto, altísimo por momentos, gracias a tres autores que eran unos desconocidos antes de llegar al título que más adelante les lanzaría a la fama: David Michelinie, John Romita Jr y Bob Layton.

Estos tres autores fueron los responsables de la mayoría de momentos clásicos del personaje (que por desgracia no abundan), definiendo el tono y rumbo de la serie tal y como la conocemos hoy en día. De hecho, los detalles que se van filtrando sobre la inminente película Iron Man 2 hacen pensar que se ha inspirado bastante en la obra de estos autores (Bob Layton fue invitado al set de rodaje).

Iron Man tuvo la mala suerte de ser uno de los pocos personajes que no dibujó Kirby en sus inicios. Al igual que Daredevil o los X-Men, sus comienzos fueron más bien mediocres, sobre todo al lado de las colecciones que caían en manos de John Romita Sr, Roy Thomas, Jim Steranko o John Buscema. Después de que el Capitán América se quedara con el título Tales of Suspense, apareció el número uno de Invincible Iron Man, colección por la que pasaron grandes autores como Archie Goodwin, George Tuska, Jim Starlin o Gene Colan sin pena ni gloria. Así hasta el número 116 USA, que reunía por primera vez a los tres autores que más se asocian con este personaje; en ese momento eran unos recién llegados que podían haber pasado a engrosar la lista de “rellenos” de la colección, y el único que estaba rodeado de ciertas expectativas era John Romita Jr, cuyo papá era nada más y nada menos que el director artístico de Marvel Comics (aparte de leyenda viva del comic), y tendría que demostrar que no estaba ahí precisamente por favoritismo.

1978-1982

La compenetración entre los tres autores era total, ya que Michelinie escribía los guiones, pero planeaba los argumentos junto a Layton. Este no solo entintaba a Romita, sino que dibujaba las portadas y las páginas interiores de cuando en cuando. De hecho, cuando Romita era sustituido en algún número, él se ocupaba de que el dibujo pareciera el mismo. Aunque Bob Layton era (es, y será) un dibujante mediocre, sus portadas son sin duda alguna la imagen más icónica de Iron Man (la portada del número 126 USA es carne de camiseta), con mención especial a su entintado de “brillitos metálicos” marca de la casa, (y que da al Hombre de Hierro su merecido aspecto de carroceria de Ferrari) . El dibujo de John Romita Jr estaba muy alejado al que nos tiene acostumbrados hoy en día, aunque ya se podían apreciar algunos de sus rasgos característicos (como sus peculiares rostros). El entintado de Layton daba un aspecto sólido, definido y realista, más clásico que su posterior estilo en Uncanny X-Men, pero menos que su siguiente trabajo, Amazing Spider Man, donde no parece el mismo (más bien parece su padre).

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IronMan143. Bob Layton brillaba especialmente en portadas como esta.

En cuanto a sus guiones, la colección paso de ser un comic de superhéroes entre tantos, a parecerse más a una serie de televisión de la época. El cambio más significativo fue que Iron Man dejó de ser un héroe dedicado a salvar al mundo, luchar por la justicia y demás (eso ya lo hacía a tiempo parcial con los Vengadores). A partir de ese momento, Iron Man pasa a ser un héroe al servicio de sí mismo, o mejor dicho, al servicio de Stark International, donde pasará a figurar en la nómina de empleados como guardaespaldas (de si mismo).

John Romita, Jr, aprendiendo el estilo Marvel.

John Romita, Jr, aprendiendo el estilo Marvel.

Todas las tramas giran en torno a Tony Stark o su compañía, dando una gran importancia a la tecnología y al siempre presente mundo de los negocios de altos vuelos. Los villanos ya no son megalómanos empeñados en conquistar el mundo, sino vulgares mercenarios contratados para acabar con Stark International o robar sus secretos, generalmente al servicio de otros empresarios rivales, de métodos poco éticos (o directamente mafiosos), como Justin Hammer, Edwin Cord o la Roxxon Oil. Tony Stark cobra más protagonismo en ocasiones que Iron Man, convertido en un playboy que se mueve con soltura entre grandes magnates, convenciones o sofisticadas fiestas de la jet-set, compitiendo con Lobezno en ver quién de los dos cierra más bares y seduce a más mujeres escandalosamente macizas.

Igualmente, los secundarios de la colección pertenecen enteramente al entorno empresarial (aparte de novias): la secretaria (la feroz Ms. Arbogarst), el responsable de relaciones públicas (Mr Pithins), el jefe de seguridad (Mr Manelli), el técnico de electrónica (Scott Lang, el segundo hombre hormiga); entre todos ellos destaca Jim Rhodes. Piloto privado, guardaespaldas, amigo y confidente de Tony Stark desde que este rescatara tras la huida de su cautiverio en Vietnam (esto sucede en una revisión del origen del personaje), siendo uno de los personajes más carismáticos que han pasado por la colección (a mediados de los setenta, un guardaespaldas moderadamente macarra con peinado afro y pistola bajo el sobaco era lo más cool del mundo).

Cuellos de pico, cardados afro...¿1977?

Cuellos de pico, cardados afro...¿1978?

La mejor historia de esta primera época transcurre entre los números 123 y 127 USA. En ella, un misterioso enemigo consigue controlar a distancia la armadura de Iron Man, haciendo que dispare contra un importante diplomático durante una convención en Montecarlo. Hasta que se pruebe la inocencia de Iron Man, Stark se ve obligado a dejar la armadura bajo custodia de la policía, por lo que en los siguientes números veremos al protagonista, en compañía de Jim Rhodes, actuar de forma más parecida a un sofisticado agente secreto que a un superhéroe, investigando y repartiendo mamporros por todo Mónaco.

Whiplash, a punto de recibir una buena dosis de repulsores.

Whiplash, a punto de recibir una buena dosis de repulsores.

Finalmente, se descubre al culpable, Justin Hammer, que confiesa haberse dedicado a suministrar equipo de alta tecnología a criminales a cambio de que trabajen para él o un porcentaje de sus ganancias. Con esto se explica la abundancia de matones descerebrados que disponen de tecnología que rivalizaba con la del genio Stark, como Ventisca, Latigazo, Espía Maestro…La aventura acaba con Stark recuperando su armadura y enfrentándose a un ejército de esbirros, tras lo que Hammer pasa a engrosar la lista de archivillanos de Iron Man.

Justin Hammer, el primer supervillano en batín.

Justin Hammer, el primer supervillano en batín.

Esta aventura tiene un epílogo inolvidable (número 128 USA). Durante los números anteriores, hemos visto a Stark pasarlo realmente mal, más cerca de la derrota que nunca, y buscando consuelo de forma habitual en barras y muebles-bar, algo que venía realizando desde siempre con mayor o menor intensidad. Sin embargo, en esta ocasión parece tocar fondo, en una monumental bronca con el pobre Jarvis, que le echa a la cara la verdad: Tony Stark, Iron Man, se ha convertido en un alcohólico. Sin embargo, con la ayuda de Jarvis y su entonces novia Bethany Cabe, consigue superar su problema (por el momento), en la clásica historia “el diablo en la botella”, sin duda la más famosa del personaje.

Tony Stark, antes de pasarse al Dr.Pepper.

Tony Stark, antes de pasarse al Dr.Pepper.

En el número 150 USA transcurre el otro gran clásico de esta etapa: Iron Man viaja a la época del Rey Arturo, donde se enfrenta a un ejército de Zombies liderados por Morgana LeFey y el Doctor Muerte. El argumento parece producto de una borrachera de Stark, o de una fecha de entrega demasiado cercana…sin embargo la historia resulta convincente y entretenida: la parte estilo Army Of Darkness (de la película de Sam Raimi) tiene su gracia, pero el verdadero protagonista de esta historia es Victor Von Doom, en uno de sus mejores momentos gracias al trabajo de John Byrne en los Cuatro Fantásticos. La escena final, en la que Iron Man y Muerte se ven obligados a firmar una tregua y colaborar para crear un ingenio que les devuelva a su tiempo es legendaria (de hecho en el 250 USA se repite la misma historia a modo de homenaje).

"Me mola tu armadura"

"Me mola tu armadura"

Ausencia

Al poco, Michelinie, Romita Jr y Layton dejarían la colección, para verse sustituidos por Denny O’Neil, Luke McDonnell y Steve Mitchell, que entre los números 162 y 199 USA crearían otra etapa clásica, en la que Tony Stark, bajo las maquinaciones de Obadiah Stane, perdía su empresa, recaía en el alcoholismo y cedía su armadura a Rhodey, finalizando en el número 200 USA con un Tony Stark recuperado, con nueva empresa, nueva armadura (la famosa “Silver Centurion” blanca y roja) y nuevo dibujante, el correcto Mark Bright. Tras la marcha de O’Neil, y un año (1986) en el que a duras penas aparecían dos números con el mismo equipo creativo, regresan a la colección David Michelinie y Bob Layton para devolverla al buen camino (Romita acababa de finalizar su exitosa estancia en Uncanny X-Men y tras el fiasco de Star Brand se disponía a comenzar su mejor trabajo: Daredevil). Layton había demostrado con X-Factor que donde podía dar lo mejor era en Iron Man.

1987-1989

Esta segunda etapa, Michelinie y Layton recuperan todos los elementos que llevaron a la colección al éxito en la anterior década. Para empezar, Tony Stark vuelve a ser el playboy de siempre después de pasar una temporada durmiendo bajo puentes, solo que ahora son los ochenta, y tendremos que taparnos los ojos ante las muy horteras camisetas recortadas con las que hace footing en las playas de Malibú, o sus horribles cortes de pelo (ese mullet). Si en los setenta la inspiración para los dibujantes podría surgir de Burt Reynolds y más adelante Tom Selleck, ahora Stark parece David Hasselhof con bigote. Reaparecen los villanos Hi-Tech, con la participación de I.M.A. y varios villanos de finales de los setenta, a los que se incorpora una de las mejores creaciones de Michelinie y Layton: el Fantasma (al que podemos ver hoy en día en Thunderbolts y la inminente “Stark:Disasembled” de Fraction y Larroca), terrorista industrial dispuesto a llevar a la quiebra a cualquier empresa que se le ponga a tiro, a sueldo del mejor postor o por puro deporte.

Trajes de yuppie, pelos de yuppie...¿1988?

Trajes de yuppie, pelos de yuppie...¿1988?

En el último año de esta etapa, Stark descubre que Justin Hammer equipó a sus esbirros con tecnología robada a Stark por Espía Maestro, lo que le lleva a emprender una cruzada para destruir cualquier muestra de su tecnología usada sin su permiso (incluyendo la que Stane vendió cuando se hizo con el control de Stark International). Este arco es, de nuevo, otro clásico ideado por Michelinie y Layton: las “Armor Wars” (o “Stark Wars”), en la que aparece toda la galería de personajes acorazados de Marvel, desde el pobre Zancudo hasta el Hombre de Titanio. La insistencia de Iron Man le lleva a enfrentarse a varias autoridades (incidente con la URSS, incursión en La Bóveda), lo que le obliga a abandonar Los Vengadores (Costa Oeste). Esta saga finaliza con la presentación de una nueva armadura (otra vez el clásico rojo y oro), que tendría una vida tan efímera como la anterior.

La efímera armadura "Silver Centurion", protagonista de las "Stark Wars"

La efímera armadura "Silver Centurion", protagonista de las "Stark Wars"

Tras el nuevo cambio de armadura y dejar Mark Bright la colección, Jackson “Butch” Guice se convierte en el nuevo dibujante durante un puñado de números, que tratan de continuar con la línea anterior sin llegar a su altura. En sus últimos números en la colección, Michelinie y Layton dejan paralítico a Tony Stark, lo que le obliga a vivir dentro de su armadura y confiar su vida de nuevo a la tecnología (como en sus primeros tiempos con la placa pectoral). En su último número, el 250 USA, se despiden homenajeando su propia historia del 150 USA, de nuevo con el Doctor Muerte, para recordarnos que ya se ha convertido en un clásico, al igual que sus autores, que se verán sustituidos, como ocurriera años antes, por una serie de equipos creativos poco estables que nos harían añorar tiempos mejores.

El Fantasma, uno de los mejores villanos creados por Layton y Michelinie, estrenando la nueva armadura.

El Fantasma, uno de los mejores villanos creados por Layton y Michelinie, estrenando la nueva armadura.

A modo de epílogo, el gran ausente durante estos años, John Romita Jr, volvería a la colección en una breve etapa (de nueve números) guionizada por el entonces grande John Byrne. A pesar de sus autores, resultó estar muy por debajo de las expectativas creadas. Una de las causas del fracaso de esta etapa es el dibujo de Romita, que ya tenía su forma actual; el entintador Bob Wiacek intentó respetar el estilo de trazos gruesos y toscos de Romita (con cierta influencia de Kirby) sin mucha fortuna, dando la impresión de que el comic se entintó a brocha, lo que no es lo más adecuado para un personaje en el que la detallada representación de brillantes y sofisticadas máquinas es fundamental.

Romita Jr sin Layton. Iron Man ya no brilla como antes.

Romita Jr sin Layton. Iron Man ya no brilla como antes.

Sin duda, la obra de Michelinie, Layton y Romita Jr es una de las más recordadas y queridas de Marvel: su relativa carencia de momentos estelares es compensada con creces por su constante calidad a lo largo de alrededor de cien números y casi quince años, con una serie de personajes y temas muy de su época, que han pasado a formar la base de la actual mitología del personaje que, después de quince años en un segundo plano, vuelve a estar en la primera línea del Universo Marvel.

"Hall of Armors", Pin-Up de Bob Layton, resumiendo toda su carrera.

"Hall of Armors", Pin-Up de Bob Layton, resumiendo toda su carrera.

*”Armor Wars” y “Demon in a Bottle” se han reeditado en España en tomos (el segundo título acaba de ser publicado por Panini). La primera etapa de Michelinie, Layton y Romita Jr está reeditada al completo dentro de Biblioteca Marvel: Iron Man. El resto fue editado por Comics Forum, que comenzó la colección de Iron Man desde la mitad de la primera etapa de Michelinie, Layton y Romita Jr. Vertice publicó alguno de los números anteriores en diversos formatos.