Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El Original

El Original
Guion
Montse Torrecillas, Mario Torrecillas
Dibujo
Marcelo Dematei
Formato
Cartoné 24.5 x 17 cm, 176 páginas a color
Precio
21,90 EUR
Editorial
Bruguera. 2019

La lucha constante de dos hermanas gemelas por querer ser «la Original» marcará sus vidas. Ninguna quiere ser una simple copia de la otra. Su madre murió en el parto y ellas han peleado desde entonces. A los 18 años cada una marcha a una universidad despidiéndose con un simple «púdrete, copia». Ambas quedan embarazadas de gemelos (la una por envidia de la otra) y el padre les hará jurar que se reconciliarán y cuidarán a sus bebés. Ellas se apartan del mundo para criarlos. Los primeros al nacer en cada parto, «los originales», tendrán una vida llena de mimos y cuidados. Los segundos, para ellas, serán la prueba hiriente de su propio conflicto, por lo que decidirán mantenerlos ocultos.

Cuando uno piensa en gemelas que dan miedo, inevitablemente nuestra memoria visual evoca la icónica imagen de las dos niñas vestidas de azul al final del pasillo en el Hotel Overlook, en El Resplandor (1980). También me viene a la memoria una de las primeras películas de Brian de Palma, Gemelas (1972). Las gemelas Olsen también dan bastante miedo, aunque por otros motivos. A este imaginario de gemelas terroríficas habría que añadir ahora a las hermanas Elvira y Elisa, dos gemelas nacidas en la Barcelona de la postguerra, y cuya madre murió en el parto. Desde pequeñas las niñas se odian, cada una afirma ser “la original”, y que la otra no es más que una copia. Este odio mutuo hará que ambas se queden embarazadas del mismo hombre (una por amor, la otra por envidia) y que acaben dando a su vez luz a gemelos; el primero en nacer de cada pareja será cuidado por ellas, mientras que los segundos serán encerrados en el sótano de la casa familiar, alimentados a pan y agua y vestidos con harapos. Así, los niños “originales” crecerán ignorantes de la existencia de sus hermanos (a los que ni siquiera pusieron nombre), una idea que bebe sin pudor de la premisa del “gemelo malvado” o Doppelgänger, tan divertidamente explotada en Basket Case o, por poner un ejemplo más cercano, en el episodio de Los Simpsons en el que Bart tiene un hermano siamés separado al nacer y escondido en el desván.

el original

A diferencia de en las obras mencionadas anteriormente, en El Original ambas hermanas gemelas pueden ser consideradas como malvadas, aunque habrá quien afirme que más que maldad lo que hay es un afán por acaparar la atención del padre. Una especie de complejo de Electra por partida doble, podríamos decir. La inquina que ambas hermanas se tienen entre sí se trasladará a la relación que tienen con sus respectivas parejas de hijos. Su aversión al concepto de copia hará que traten a los segundos nacidos como monstruos, claro síntoma de un severo trastorno psicológico que, como todos sabemos, da mucho juego en el género del terror. Apartándonos del cine y la televisión y centrándonos en el cómic, el terror gráfico ha vivido un resurgir en nuestro país de la mano de consagrados autores como El Torres, cuyos Roman Ritual y Camisa de Fuerza han vuelto a poner de moda un género que sólo podíamos disfrutar por aquí de la mano de ediciones extranjeras (los mayores recordamos con cariño las revistas Creepy, mientras que muchos jóvenes se decantan más por el terror japonés de Hideshi Hino o Shintaro Kago).

El guionista Mario Torrecillas (Santo Cristo, El hijo), fundó en 2008 PDA (Pequeños Dibujos Animados) Films, un proyecto que consiste en pasarlo bomba realizando películas de animación con niños y niñas en todo el mundo y con el que gana premios en certámenes internacionales. Aquí parte de una historia ideada por su hermana Montse Torrecillas, no profesional del medio, y que contiene muchos de los elementos arquetípicos del género de terror con niños: ambiente gris de postguerra, una casa grande, unas madres desquiciadas… Todo aporta el material necesario para que la historia funcione como un reloj. Un reloj sencillo, sin sorpresas ni ornamentos, pero que da la hora cuando la tiene que dar. En este sentido, El Original cumple con su función de crear un ambiente claustrofóbico y agobiante, en el que cada página nos acerca cada vez más al trágico final que esperamos de una obra de estas características. No obstante, es en el dibujo donde esta obra hace aguas. Marcelo Dematei es un especialista en animación e ilustración cuyo trabajo abarca distintos medios como la instalación, la performance, desarrollos para televisión, internet o gráficos, además de haber dirigido el Máster en Animación y ser investigador de la Universitat Pompeu Fabra (2002-2011). Tamaña experiencia audiovisual no le acompaña a la hora de plasmar gráficamente el guion de los hermanos Torrecillas, puesto que sus páginas acusan un marcado acento cinematográfico, como si más que un cómic se tratara de un storyboard para una película. Y aunque habrá quien pueda decir que un storyboard es, en cierta medida, también un cómic, se nos olvida que es tan solo el andamiaje sobre el que se ha de sustentar todo el resultado final. Así pues, a las páginas de Dematei les falta la carne sobre los huesos. Sus dibujos en ocasiones parecen bocetos, faltos de acabado, con restos incluso del lápiz azul propio del abocetado. Si bien estos dibujos podrían pasar por buenos en un storyboard, su lectura denota cierta dejadez, tal vez la impresión de que estamos ante un buen ilustrador, pero ante un mal dibujante de cómics. Dematei incluso va “empeorando” progresivamente su trazo a medida que avanza la trama, para evidenciar la degradación física y moral de los personajes principales, con lo que las últimas páginas son casi un festival de rayas y manchas de tinta.

el original

El Original, publicado por el sello Bruguera de Random House, es una obra que podría haber dado mucho más de sí. No en el aspecto literario, puesto que, como hemos dicho, el desarrollo de la trama cumple con los patrones clásicos del género de terror prácticamente punto por punto, sin desviarse apenas un ápice. Y lo que algunos podrían tachar como falta de originalidad, yo lo veo como fidelidad a una estructura narrativa y a unos elementos propios de un género cuyos mejores exponentes provienen de los buenos artesanos, más que de los autores con ínfulas de artistas. No obstante, estas buenas intenciones se ven lastradas por un dibujo carente de rigor, que abusa del recurso cinematográfico en un medio que no soporta dichos recursos. Un trazo más elaborado y con una narrativa mejor estudiada hubiera dado como resultado un cómic de nota, en vez del aprobado alto que en mi opinión merece.