Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

El Castigador: El pelotón (100% Marvel HC)

El Castigador: El pelotón (100% Marvel HC)
Guion
Garth Ennis
Dibujo
Goran Parlov
Color
Jordie Bellaire
Formato
Cartoné. 144 páginas. Color.
Precio
15,95€
Editorial
Panini Cómics . 2018
Edición original
Punisher: The Platoon #1-6 USA (Marvel)

A Garth Ennis le gustan las historias de guerra. Por favor, no dejéis de leer por semejante perogrullada, pero es que en este caso es casi la idea central en torno a El Castigador: El pelotón. Desde que en 2009 cerrara su celebradísima etapa con el Punisher MAX, el norirlandés se las ha arreglado para llevarse a su terreno la práctica totalidad de las obras que ha dejado en la Casa de las Ideas.

Desde entonces, a excepción de Donde Acechan los monstruos (que tampoco podemos considerar del todo desligada del género bélico) el puñado de obras que ha creado para Marvel parecen orientadas a hacer crecer aquello que creó en El Castigador: Nacimiento y redondearía en Valley Forge, Valley Forge, la última saga de Punisher Max. Desde entonces ha vuelto a Vietnam con Furia: Mis guerras perdidas en la que el tuerto más famoso de Marvel llegaría a hacer equipo con nuestro Frank Castle.

Y es aquí donde llega El Castigador: El pelotón, donde Ennis y Goran Parlov regresan a Vietnam para contarnos la primera de las batallas de Castle. Pero más allá de contar una historia de guerra aislada (como viene haciendo en Historias de la guerra o Battlefields), Ennis trata de cohesionar todas sus historias de Vietnam en Marvel. Ya conocíamos a Michael Goodwin, autor del libro homónimo al mencionado arco Valley Forge, Valley Forge y hermano Steve Goodwin, quien fuera el narrador de la saga Nacimiento. En esta ocasión reúne a cuatro de los supervivientes del pelotón que comandó un joven Frank Castle en su primera misión en Vietnam. Con su testimonio entrelazado con una entrevista al coronel de Viet Cong Letrong Giap (el personajazo que vimos por primera vez en Furia: Mis guerras perdidas), reconstruirán para nosotros toda la historia de aquellos primeros días. En esta ocasión el escritor trata de adentrarse en la naturaleza del primer asesinato que cometió Castle como revulsivo para la creación de esas máquina de matar llamada Castigador.

Tal vez, para quien lea el párrafo anterior pueda parecer que El Castigador: El pelotón es demasiado deudora de otras historias como para arrancar con ella, pero Garth Ennis se encarga de que este tomo sea una historia completamente autónoma donde los vínculos citados únicamente son detalles que enriquecen el relato para quien conozca las referencias, pero perfectamente omitibles a la hora de comprender la obra. Ennis y Parlov confeccionan un relato bélico donde apenas es necesario conocer nada sobre quién es el Castigador. Lo esencial es saber que arrancamos con un joven teniente inexperto y de rostro inmaculado, lejano a las amargas arrugas que como cicatrices de guerra lucirá el Frank Castle que conocemos.

A partir de ahí, nos mezclaremos con los distintos miembros del pelotón y con ellos jugaremos a eso que hace tan bien Garth Ennis de glorificar la guerra y desmitificarla a la vez. Ennis presenta la guerra como un infierno en el que los hombres se ven metidos por culpa de burócratas que nunca la experimentarán de primera mano. En la guerra de Ennis el enemigo no tiene forma ni nombre, pero el soldado que tienes a tu lado es tu hermano y daría la vida por ti. No ensalza la guerra sino a los hombres que, a su pesar, luchan en ella. No hay épica en las batallas sino en las personas. No son héroes de brillante armadura, solo chavales que se asustan, vacilan, se equivocan, se emborrachan y abren demasiado la bocaza, pero que estarán a tu lado cuando las cosas se ponen feas.

Y cuando hablamos de personas, nada mejor que un dibujante como el croata Goran Parlov, un dibujante como salido de otro tiempo, deudor de dibujantes como Alex Toth o Hugo Pratt, cuyo trazo fluye con una naturalidad tal, que casi parecería desganada, si no fuera por lo que son capaces de componer con lo que podríamos llamar cuatro rayas. Son muy pocos los dibujantes actuales con tal conocimiento de su oficio, que son capaces de tanto con tan poco. Parlov no solo logra eso tan complicado de caracterizar a un montón de personajes que visten del mismo modo y llevan un casco que no deja siquiera usar el recurso del pelo para distinguirlos. Por si fuera poco, consigue que las ancianas versiones actuales que narran la historia sean perfectamente reconocibles en sus contrapartidas más jóvenes de Vietnam si recurrir a trampas, con pequeños detalles y una “dirección de actores” asombrosa.

Parlov ese uno de esos profesionales para los cuales no hay problema que su dibujo no pueda resolver. Estamos ante uno de esos dibujantes artesanos donde la solidez con la que está resuelto cada aspecto prima por encima de cualquier lucimiento personal. Nada es gratuito. Cada línea, cada luz, cada sombra y cada gesto aportan información y construyen ritmo, tanto en la acción como en los momentos más sosegados.

El modo en que los personajes de Parlov comunican unido a los dialogazos de Garth Ennis nos enseñarán a ver de otro modo ese mito del primer asesinato, del que nos olvidamos fácilmente una vez nos sumergimos como uno más de los chicos del pelotón. Parece que Garth Ennis y Marvel han dado con una fórmula que contenta ambos y de la que podrían salir decenas de nuevas historias ambientadas en el lapso entre El Castigador: El pelotón y Nacimiento. Si son la mitad de buenas que este tomo, nos esperan tiempos felices a los lectores.