Feliz 2020, queridos lectores. Bienvenidos a la primera reseña en esta Casa de Té (aunque ya no veáis el nombre de la sección en los títulos) que es la vuestra. Me he venido hasta Ekhö, el Mundo Espejo de la Tierra, para celebrarlo por todo lo grande. En Nueva York.

Norma nos trae el octavo tomo de una de las colecciones que sigo con más interés y ánsia a día de hoy. Ocho tomos ya desde aquel “secuestro mágico” en el avión. Ocho tomos siguiendo las aventuras de Fournille y su especial relación con los espíritus de las personas muertas. Ocho tomos sonriendo al ver su relación con Yuri.

Christophe Arleston nos ofrece otro guión que mezcla la comedia con la aventura y con la fantasía de este mundo paralelo. Y aunque en esta ocasión no tenemos al bueno de Sigisbert (mal, muy mal. Queremos ardillitas cuquis con problemas de ansiedad 🙂) seguimos el esquema habitual y vamos teniendo aventuras, persecuciones e investigaciones alocadas y emocionantes que nos arrancaran carcajadas.

El éxito de esta serie se basa, quizás, en el equilibrio. Equilibrio entre los diferentes géneros. Tendremos muertes y asesinatos, pero no son horribles (aunque las victimas tal vez no compartan esta opinión, claro). Todos se toman bastante bien la investigación de su propia muerte. Con Yuri apoyando y acompañando a Fourmille a través de un mundo a veces totalmente enloquecido.

El tono ligero, lleno de referencias y chistes basados en otras obras, hace que devoremos las páginas. Y a la vez, las referencias y los pequeños chistes ocultos hacen que volvamos a releer.

Y sobre todo tenemos a la pareja protagonista. Estos dos, con su esgrima verbal y su tensión sentimental y sexual no resuelta me recuerdan a parejas cinematográficas como Grant y Hepburn. Una cosa que nos atrapa es que ambos están en el mismo nivel. Ninguno lidera al otro. Bueno, realmente ambos lo hacen, pero se van turnando en tomar la iniciativa. Ambos son por igual los protagonistas, aunque si miramos las portadas ella está siempre en el lugar central. Bueno, después de todo, están aquí por “culpa” de ella :-).

Alessandro Barbucci nos deja un dibujo brutal. Deudor quizás de la animación, está lleno de dinamismo y unas expresiones fascinantes. Esas sonrisas, esas miradas, esas carreras escapando de “algo”…

Y no son solamente los personajes. Los paisajes, esas panorámicas… Por cierto, que el rascacielos de la primera escena me recuerda a una escena de cierta película que transcurría en una galaxia muy, muy lejana…

Y los interiores, los vestidos, los vehículos… todo está lleno de detalle. El dibujo nos ofrece un mundo que puede ser una parodia del nuestro, una copia distorsionada; pero que está lleno de vida y personalidad.

Nolwenn Lebreton es el encargado de colorear. Con unas paletas luminosas y brillantes. Quizás los efectos de las luces de los vehículos son demasiado luminosas para mi gusto, pero aunque solamente sea por la escena de Fourmille (una preciosidad, por la escena y por los efectos de la luz) con el quinqué se le perdona todo :-).

Dicen los mentideros que Norma va a sacar en un par de meses la edición Integral de esta serie. Eso es bueno y malo a la vez. Bueno porque demuestra que se vende bien y que seguirán publicando las nuevas historias (en francés ya ha salido la novena). Malo porque si viene con extras posiblemente me la vuelva a comprar…

Y aprovechando que hoy es día de Reyes, dejadme soñar un poco. Soñar con que esta serie venda mucho, pero mucho. Y que así Norma se decida a publicar la edición especial en blanco y negro. Lo han hecho no hace mucho con Drácula, así que quizás…

Y no puedo más que recomendaros que, si aún no habéis caido bajo el embrujo de Ekhö, le pongáis remedio enseguida.

¿Por qué leer Ekhö: La Sirena de Manhattan?

Acción, misterio, humor, romance, aventuras y un mundo lleno de detalles en el que tus ojos se perderán encantados.

¿Por qué no leer Ekhö: La Sirena de Manhattan?

Solamente lees obras llenas de drama y… No, en serio, no se me ocurre ninguna razón.