Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Deadwood Dick, de Michele Masiero y Corrado Mastantuono.

Deadwood Dick, de Michele Masiero y Corrado Mastantuono.
Guion
Michele Masiero.
Dibujo
Corrado Mastantuono.
Color
Adele Matera.
Formato
Tapa dura. Color. 18x26 cms. 144 páginas.
Precio
16,15 euros.
Editorial
Panini Comics.. 2019.

Saludos desde el Lejano Oeste, queridos lectores. Desde luego, que sitio más asqueroso. Lejos de la limpieza y educación de las gentes de la California española o mexicana. Pero en fin, esto es lo que tiene el Far West texano… en estas tierras vive y muere Deadwood Dick.

Vamos a ver. Esto viene de que hubo un vaquero negro que existió en la vida real, que escribió unas novelas sobre su vida. De esas novelas salió un cuento. Y de ese cuento ha salido este cómic.

¿Y de qué va esto? Pues estamos ante un cómic sobre el Oeste de verdad. No el Oeste purificado y blanqueado (en todos los sentidos) de Wayne o Flynn, sio el Oeste duro y sucio y asqueroso y horrible de la vida real.

Al lado de esto, el spaghetti western es pura poesía visual :-).

Empezamos viendo a un hombre a punto de morir, en medio de una lucha a muerte que va perdiendo. Entonces, en ese último segundo, el tiempo se detiene y nos cuenta su historia.

Michele Masiero nos ofrece un guión lleno de violencia y humor negro. Una historia alejada de esa imagen idealizada de la conquista del Oeste de las películas estadounidenses. Estamos más bién ante algo del estilo de Le llamaban Trinidad. Un mundo sucio y realista donde el bueno dura vivo cinco minutos y el malo no mucho más.

Trataremos temas como la esclavitud, el racismo, el genocidio, el asesinato… Pero todo lo veremos as tracés de la ironía y el sarcasmo que muestran los personajes. Con muy mala ostia, dicho sea de paso.

La narración de la Guerra de Sececión y la época de la esclavitud se nos cuenta a través de los recuerdos de los protagonistas. Un filtro de distancia que no borra su crudeza ni maldad, pero evita que se pierda el tono semicómico de la historia.

Si bien es cierto que nos vamos a encontrar con ciertos arquetipos históricos, también es cierto que cada uno de esos es único de alguna manera. Y no olvidemos que los arquetipos son ideales para dar ese toque de humor negro que el protagonista convierte en algo propio.

Corrado Mastantuono se encarga del dibujo. En blanco y negro en Italia, en color en España. Un dibujo a base de lineas y trazos que nos dan una sensación alejada de la pureza de un cómic idealizador. Me ha recordado al teniente aquel, ¿cómo se llamaba? blueberry o algo así.

Un trazo corto, confuso, que nos da esa sensación como de dibujo sucio. A juego con el ambiente y la historia. Pero a la vez un dibujo realista, anatómicamente perfecto. si un personaje es viejo o feo, pues sale viejo y feo.

¿Recordáis que hemos comentado el tono humorístico que hay a veces? Esto se refleja también en el dibujo. El autor no duda en usar recursos gráficos más propios de Don Miki que de una historia realista del Oeste. La doma del caballo es una maravilla visual, llena de gags pero sin perder su realismo.

Podríamos pensar que a veces los rostros de los secundarios son intercambiables. Pero realmente no dejan de ser carne de cañón en la mejor tradición del género. Ya sabéis, victima 1, victima 2, victima 3, ahora sale el héroe…

Adele Matera se ha encargado del color. Un color en general suave, pero con fuertes contrastes entre los personajes y los ambientes en los que aparecen. Tal vez los fondos de viñetas formados por cielos son demasiado limpios, sin nubes ni diferentes tonalidades de azul. Pero es que quizás el cielo de Texas es así.

Por supuesto que eso es cosa también del dibujante, pero al pasar a color se nota más.

Tayra Lanuza se ha encargado de la traducción.

La edición que nos ofrece Panini incluye una entrevista sobre la obra y el personaje real realizada al autor Joe R. Lansdale, en cuyo cuento se basa esta historia. Muy bien ilustrada con bocetos del cómic y material gráfico de la época.

¿Por qué leer Deadwood Dick?

Un estilo realista, no exento de humor negro. Quizás así era el Oeste…

¿Por qué no leer Deadwood Dick?

Crudo y brutal como la autentica historia. Buscas  aventuras donde los buenos ganan.