Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Convergencia, mes 2

La continuidad multiversal en DC lleva tiempo siendo algo confusa. Lo que empezó como un juego apasionante allá por la Silver Age con El Flash de dos Mundos (que, como hemos podido ver en la televisiva The Flash, es una historia que aún sigue muy presente) y siguió con encuentros periódicos entre la JLA y la JSA tuvo un aparente final con la memorable Crisis En Tierras Infinitas de 1985, a la que ahora que hacen 30 años de su edición ha homenajeado Jonathan Hickman en la saga de las incursiones de Los Vengadores camino a las nuevas Secret Wars.

Pero no, por algún extraño motivo, siempre tiene que haber alguien que retoque lo que ya está establecido. Así, en 1994-1995, diez años después, llego Hora Cero: Crisis en el Tiempo, tan prescindible como innecesaria, a arreglar las pequeñas incoherencias que quedaban. Pasan otros diez años y alguien dice que la riqueza y la imaginación de DC estaba en el multiverso, que dejar una sola tierra había sido un error. Así que en 2005 llega una nueva Crisis, esta vez, la Crisis Infinita, que junto con la memorable 52 vino a traer de nuevo el multiverso a golpe de puñetazo.

Pero el lector de DC no puede descansar tranquilo. Llega 2011, y como evento de la temporada aparece Flashpoint. La versión DC de la marveliana Era del Apocalipsis acabó con desajustes en la continuidad que hicieron que el Universo DC no fuera exactamente como lo conocíamos. Pero dejaban una puerta abierta a la vuelta a la continuidad clásica. Al final del tebeo, la frase de la esperanza: “The timelines must become one again. You can help me fix that, Barry Allen.”

Se decía que los Nuevos 52 era un experimento temporal. Según a quién preguntaras, la cosa oscilaba entre uno y tres años. De hecho, llegué a oír que la vuelta al Universo DC de toda la vida (bueno, de toda la vida después de Crisis Infinita) llegaría en una secuela de Flashpoint llamada Flashback. Pero pasan un año, y dos, y tres, y el Universo DC clásico no vuelve. Y las ventas ya están por debajo de lo que había al principio, pero el experimento sigue adelante. Y ya estamos en la cifra mágica: han pasado diez años dela última Crisis. Y llega Convergencia.

Por lo leído en el primer tomo, Convergencia parecía ser… muchas cosas. Por un lado, un epílogo a El Fin Del Mañana. También, las continuación del suplicio de los personajes que sobrevivieron a El Fin del Mundo de la maltratada Tierra 2. Y una nueva mirada a la versión de Brainiac que aparecía en Superman: Condenado. También era algo parecido a la Secret Wars clásica de Marvel, o incluso a Contest Of Champions, si me apuras. Y sí, es todo eso, pero también es más.

convergencia 2

En este segundo tomo se resuelven todas las dudas. Vemos qué está pasando en Telos con las Maravillas de Tierra 2, nos enteramos de dónde ha salido esta versión cósmica de Brainiac, que comparado con el Brainiac clásico recuerda a la evolución que tuvo Mr. Mind en 52… y tocamos de nuevo el tema de la continuidad.

Ay.

Hay que reconocer que la historia se lee con facilidad. Se resiente la obra por el baile de dibujantes, y transmite una sensación de improvisación que flaco favor le hace. Si hubieran planificado todo con seis meses de antelación, un solo dibujante habría tenido tiempo para completar la obra y le habría dado más unidad estilística… y no habría dado la imagen de “oye, que se me ha ocurrido una historia…” que tiene. Pero al menos, los dibujantes elegidos son de lectura agradable. No seré yo quien se queje de tener que leer páginas de Andy Kubert o Ethan Van Sciver, vamos.

¿Y qué han hecho con la continuidad, entonces? Tres cosas, principalmente.

La primera, dar un descanso -por el momento, siempre por el momento- a los personajes de Tierra 2, que tendrán una nueva oportunidad en la nueva serie Earth 2: Society. La segunda, aberración donde las haya, es sacar de continuidad todo lo que hubo entre Crisis En Tierras Infinitas y Crisis Infinita. El Monoverso no ha existido nunca. Bum. Kaputt. Y la tercera y última es zanjar de una vez por todas la duda sobre cuánto iban a durar los Nuevos 52. La respuesta ya está aquí: ésta es la continuidad oficial y está aquí para quedarse. Punto final.

Y me he quedado con sensaciones contrapuestas. La verdad, llevo cuatro años esperando que los personajes de siempre vuelvan. Yo me enganché a DC con el Superman de Byrne y el Batman de Miller. Y algo menos, pero también con la Wonder Woman de Pérez y la JLI de Giffen y DeMatteis. Estos nuevos personajes no eran los míos. Eran el Nothing Else Matters de Lucie Silvas para alguien que ha crecido con Metallica. Y me he quedado pensando en los lectores de la DC pre-Crisis, qué pensarían con el reseteo de 1986. ¿Se sentirían tan apartados a un lado?

En fin. Mirándolo por el lado positivo, Convergencia ha traído estabilidad y un voto de confianza al actual Universo DC. Se acabó la etiqueta de Los Nuevos 52, éstos son los tebeos de DC y punto. Al menos durante los próximos 10 años, que si nos fiamos de la tendencia pasada, para 2025 toca otro reajuste de continuidad multiversal. Año en el que yo cumpliré… 52. Qué cosas.

(Y en futuras entregas, iremos dando un repaso a los múltiples tie-ins. Sí, los hemos leído todos.)