Mañana jueves arranca el 33er Saló Internacional del Cómic de Barcelona, cita esencial para los aficionados al noveno arte.

En esta web no somos muy dados a dar consejos y pistas útiles. De eso dan debida cuenta muy bien nuestros vecinos de Zona Negativa (hola, chicos, el sábado cervezón, ¿no?). No obstante, creemos necesario cubrir unos huecos que nuestros negativos amigos se han dejado.

Are you paying attention?

– Duchaos. Sí, lo sé, la broma de todos los años: “los frikis no se duchan, el Saló huele a humanidad, jijiji, jajaja”. Sí, pero si nos hicieran caso no haría falta recordarlo CADA PUTO AÑO.

– Llevad un paquete de toallitas húmedas o gel limpiador antiséptico para las manos. Después de un día entero buscando tebeos antiguos se os van a quedar las manos más negras que el sobaco de un grillo. Tener a mano estos items os puede ahorrar colas en el baño. Y hablando de baño, es posible que se acabe el papel higiénico y EH. Me deberéis una.

Esto lo venden en el Mercadona. Mano de Santo (nunca mejor dicho)

– Si vais a comprar las novedades en el Saló porque sois unos agonías y no podéis esperar a que los tenga vuestro librero habitual, tened la decencia de no comprar en el stand de las editoriales. El precio en las librerías (que han pagado una pasta por poner su stand en el Saló) es el mismo que en el de la editorial, y así echáis una mano a los libreros, que buena falta les hace.

– El sábado va a haber cola para entrar. Es un hecho empírico innegable e indiscutible. Como la Inmaculada Concepción de Cristo. El domingo también pero menos. El jueves y el viernes no. Pero claro, el día chulo es el sábado domingo viernes jueves.

Y si llueve, eso parecen las trincheras de Normandía.

– El jueves se va al Saló a trabajar, el viernes a reconocer el terreno, el sábado a ver a los amigos y el domingo a la caza de saldos y liquidaciones. Creedme, soy un experto en esto último.

– Si pensáis hacer colas para conseguir una firma de un dibujante, llevad algo para leer o escuchar música. Se puede hacer muy largo. Una banqueta plegable es una excelente idea. Eso sí, es incómoda de transportar. Pero EH.

– No es mala idea llevar baterías externa de repuesto para el móvil. Un día entero en el Saló tirando de 3G para ver qué te falta en Whakoom chupa mucha batería.

También los tienen en azul, rosa y a lunares

– Las cafeterías del interior del Saló son caras. No intentéis regatear, no hay precios especiales para frikis (lo sé, lo he intentado). Si sólo te vas a tomar una cerveza, no te dolerá mucho la cartera. Pero si piensas hacer un Leaving Las Vegas, fuera del recinto hay multitud de cafeterías y restaurantes en el Centro Comercial Las Arenas, junto a la Fira. Incluso tiene un Mercadona, y yo no digo nada, pero a la entrada de la Fira no registran las mochilas.

– No, Anna Allen no estará allí.

– Llevad una botella de agua y algo para picar entre horas. Caminar entre frikis cansa y da sed. Y no hay fuentes para beber.

Esto lo tiene… un amigo. Sí, eso.

– Evitad en la medida de lo posible deambular entre los stands llevando bebidas o cosas que gotean y manchan (como esos deleznables bizcochos mojados en chocolate fundido que venden en algún stand). Recordad que si lo manchas, lo pagas.

– Los dibujantes también están trabajando. Eso quiere decir que si veis a uno tomándose una cerveza en la cafetería, no es momento de ir a pedirle un dibujo. Dejadles descansar. Cosas del túnel carpiano, y tal. Y si sois unos agonías y tenéis que pedírselo ahora sí o sí, al menos invitadle a la cerveza.

Salón del Cómic de Avilés, 2014. Foto real.

– El “¿Te acuerdas de mí?” es una trampa mortal. Evitaos pasar la vergüenza de que vuestro dibujante favorito no se acuerde de vuestra cara o vuestro nombre. Los artistas conocen y saludan a cientos de personas cada año. Si hace un año que no os veis, es muy posible que no os recuerde. Presentaos, decidle cuándo, dónde y con quién os conocisteis, y quedaréis como un señor. Si aún no se acuerda, no se lo tengáis en cuenta: contar billetes les atrofia el cerebro.

– Sigue habiendo fanzineros y autoeditores. No bajéis la guardia.

– Está prohibido dar comida a los dibujantes de la Isla de los Autores. No son los de Perdidos, aunque por las pintas alguno lo parezca. Eso sí, me han dicho que vienen vacunados y desparasitados.

– No miréis fijamente a los cosplayers. Podrían detectarlo y hacerse una foto con vosotros. Y no queréis eso.

¿Pero no os he dicho que no miréis fijamente?

Eso es todo. Seguid estas recomendaciones y nadie saldrá herido. Pasadlo bien, que al fin y al cabo el Saló es una fiesta.