Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Conan el bárbaro – Integral nº3

Conan el bárbaro – Integral nº3
Guion
Roy Thomas
Dibujo
John Buscema, Val Mayerik, Howard Chaykin
Tinta
The Tribe, Ernie Chan, Steve Gan, Howard Chaykin
Color
Peter Dawes, Wil Glass, Ian Sokoliwski, Donovan Yaciuk, Dennis Kashton, George Roussos
Formato
Cartoné, 640 páginas
Precio
35 €
Editorial
Planeta Cómic. 2019
Edición original
Conan The Barbarian # 60-63, 65, 69-77, 79-91, 93-100 USA

Aunque cientos de mujeres pasaron por la cama de Conan el cimmerio, sólo dos dejaron huella en su historia. Una de ellas fue Zenobia, su compañera hacia el final de su vida, cuando se sentó en el trono de Aquilonia. Y la otra, por supuesto, fue Bêlit, la reina pirata. Pero…

-¿Quién es Belit?
-La más salvaje y demoníaca de las mujeres. A menos que haya visto mal, fueron sus carniceros quienes arrasaron esa aldea de la bahía. ¡Ojalá pueda verla algún día colgando de un peñol! La llaman la reina de la Costa Negra. Es una mujer de raza shemita que manda sobre un grupo de hombres negros. Constituyen una amenaza para la navegación y ya han enviado a muchos buenos comerciantes al fondo del mar.
La reina de la Costa Negra, Robert E. Howard, 1934

conan amra

Llegamos con este tomo al punto álgido de la etapa de Roy Thomas y John Buscema al frente de la serie de Conan el Bárbaro. Ya comentábamos en la reseña del segundo tomo de esta recopilación integral que, poco a poco, íbamos viendo cada vez historias más largas, apartándonos de las historias autoconclusivas y sin continuidad que caracterizaron la etapa de Barry Windsor Smith. Y no es que sea una única historia este tercer volumen, que recoge la práctica totalidad de la conocida como Saga de Conan y Bêlit (los primeros números aparecieron en el volumen anterior), pero sí que es cierto que la unidad temática y la presencia de la Reina de la Costa Negra y el elenco de personajes secundarios fijos da una estabilidad a la serie que no había tenido hasta ahora, aún para contar una sucesión de aventuras independientes típicas de lo que estamos acostumbrados a ver en el personaje, desde luchas con salvajes comparables al propio Conan -veremos aquí el origen de por qué le llamaban Amra- hasta los tradicionales brujos, monstruos y tesoros.

Así, dejamos atrás al Conan solitario, al mercenario, al soldado, al ladrón. Al final del tomo anterior se enroló en la tripulación del Tigresa, el barco comandado por la reina pirata Bêlit, hija de un rey de Shem asesinado por los Estigios. Bêlit es un personaje femenino tremendamente fuerte para lo que se estilaba en la época. No es la habitual damisela en apuros que solía circular por estas páginas, y está más cerca de personajes como Red Sonja o Valeria. Bêlit es la líder indiscutible de una horda de piratas, es pasional, dominante, inmisericorde y cruel cuando tiene que serlo, aunque a veces tenga un pronto que le haga perder los papeles en según qué momentos. Es un personaje tridimensional, creíble, en una serie y una época en la que las mujeres solían ser floreros, amantes de Conan, excusas argumentales o simples trampas de camino al tradicional tesoro. Ya no es que Bêlit mire a Conan de tú a tú: es que en algunos momentos le trata como si fuera de su propiedad.

conan 73

Respecto a la edición de este tomo, tenemos la tradicional cantidad de polémica vista en los anteriores. El color del que parte es el recoloreado digital de Dark Horse, que por algún motivo ignora las guías de la edición original de la serie, mostrando como verdes a monstruos que originalmente eran rojos e invenciones similares. Pero eso es lo que hay en el material de partida y no se puede criticar a Planeta por ello. Por lo que sí se les puede criticar es por la dejadez en la realización técnica de este tomo: tiene una enorme cantidad de erratas, especialmente en su primera parte -en las primeras dieciséis páginas he llegado a contar seis de ellas- y una tremendamente mediocre rotulación, que ignora las negritas y las cursivas de la edición original.

Este tomo incluye una de las cumbres del género de espada y brujería dentro del cómic. Más de cuarenta años después de su publicación original, sigue siendo una lectura memorable, aún teniendo en cuenta que los guiones de Roy Thomas son claramente hijos de su época. Pero es una lástima que Conan se vaya a despedir de la editorial que ha sido su casa durante los últimos treinta y seis años con una edición plagada de fallos en lugar de lo que podría -y debería- haber sido la edición definitiva de las aventuras del bárbaro. Quizás en la próxima ocasión.