Es la hora de las tortas!!!

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Charla con Dave Gibbons en Barcelona

El pasado fin de semana, el dibujante Dave Gibbons (Watchmen, Give me Liberty) estuvo en Barcelona promocionando la nueva edición de Watchmen que ECC Ediciones ha sacado al mercado. ECC organizó un concurso entre sus seguidores, y los ganadores pasarían un rato con el Sr. Gibbons, tomando algo y charlando de comics.

Tuve la suerte de ser uno de los afortunados, e incluso pude grabar la conversación, que tuvo lugar en el Café Danzarama de Barcelona. Además de Dave y cinco afortunados lectores, asistieron la señora Helen Gibbons, y Paloma y Merche, de ECC Ediciones.

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P: Recientemente me he releído tu Give Me Liberty, y me he dado cuenta de que has trabajado con dos de los mejores y más controvertidos escritores de cómics actuales, Alan Moore y Frank Miller. ¿Cuál de los dos dirías que está más chalado?

R: En primer lugar, tengo que decir que ninguno de los dos está loco. Son lo más cercano que hay a un genio en los cómics, su trabaj0 es del gusto de todo el mundo, y los dos están comprometidos a hacer sus comics lo mejor que saben. La comparación que yo haría es que Alan es, si lo preferís ver así, Mozart, con toda la sinfonía en su cabeza, mientras que Frank es más como Miles Davis, como un músico de jazz que enlaza ideas para ver adónde le llevan. Así que trabajar con ellos son experiencias muy diferentes. En realidad creo que he sido muy afortunado por poder trabajar con estos dos tipos, que están entre los mejores creadores de cómics de nuestra era.

P: ¿La situación actual en DC ya venía de hace tiempo, o es algo que sólo está ocurriendo ahora?

R: Por lo que yo sé, y no he trabajado regularmente para DC en los últimos 7 años (sólo alguna que otra cosita para la película de Watchmen), hubo un gran cambio cuando Paul Levitz se fue. Él había estado al cargo de DC durante mucho tiempo, y creo que él mantenía una separación entre DC y su compañía madre, Warner Brothers. Una vez que se fue, esta separación se estrechó, y tengo la idea de que muchas de las directrices llegan desde lo alto, en plan “hay que hacer esto”, “antes que nada, hay que ganar dinero”, “sólo hay que hacer cosas que nos hagan ganar dinero”, “ocúpate de que ganemos dinero”. Y la impresión que tengo, aunque podría estar completamente equivocado, es que ha habido mucha gente asustada y angustiada en DC, con miedo de su propia sombra.

Por lo que leo en internet, que es más o menos lo mismo que vosotros leéis, hay mucha “microdirección”, mucho reescribir y redibujar, y cambios que no responden a ninguna buena razón en particular. Y puedo entender por qué lo hacen, pero no creo que eso resulte en buenos cómics al final. Es interesante que yo esté ahí ahora: soy uno de los creadores de Watchmen, una de las obras de más exito que DC haya tenido. Fue una cuestión de confianza en Alan y en mí para que hiciéramos algo. No hubo nada de microdirección. No editaron nada en absoluto. Y alguien me dijo el otro día “Watchmen nunca podría ocurrir hoy en día en DC”. No lo harían, no permitirían que sucediera, con tanta microdirección, y cambiando todo el aspecto visual. Y lo puedo entender, pero no creo que sea el modo de hacer buenos comics. Me alegro muchísimo de no tener que trabajar en DC bajo ese tipo de ambiente.

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P: Obviando el tema económico, ¿prefieres trabajar para la industria inglesa o la americana?

R: En realidad no me supone ninguna diferencia. Lo que realmente me importa es con quién colaboro: quién lo dibuja si yo lo escribo, y quién lo escribe si yo lo dibujo. Mientras me lleve bien con el editor, haremos un buen trabajo juntos, ya sea inglés o norteamericano. Hoy en día no hay gran diferencia, ha desaparecido la barrera de la comunicación. Si trabajabas para una compañía inglesa, usabas mucho el teléfono, enviabas paquetes por correo y quedabas con otros dibujantes. Hoy, gracias a internet, envías información con mucha más facilidad, hablas por teléfono o con Skype, y quedas con otros dibujantes en convenciones. Acerca de la nacionalidad, no tengo ningún problema, al igual que no lo tendría con un editor español o francés. Vas a donde está la gente con la que quieres trabajar.

P: La manera de escribir un guion de Alan Moore es muy diferente a la de Geoff Johns. El primero suele experimentar más, ir más allá, mientras que Johns ha hecho un cómic más mainstream. ¿Cómo es trabajar con dos estilos tan diferentes?

R: Alan es famoso por escribir guiones muy, muy detallados, pero lo hace de un modo que te permite hacer sugerencias: “podrías hacer esto, a lo mejor podrías hacer aquello, si se te ocurre algo mejor, hazlo”. Una de las primeras cosas que hacía con los guiones de Alan era editar lo que necesitaba saber. Lo leía todo, porque siempre merece la pena leerlo todo, pero luego subrayaba lo que necesitaba saber. Y lo que me quedaba al final para dibujar es más o menos el equivalente a un guion de Geoff Johns. Geoff comenta cosas en los márgenes, pero suele ir más al grano. Lo que me encanta de los guiones de Alan es que dejan ver cuánto ha pensado en ello. Y cuando eres dibujante pasas mucho tiempo dibujando un guion. Y para un dibujante no hay nada peor que trabajar con un guion flojo. No es que Geoff haga eso, pero con Alan siempre sabes que le ha dedicado muchísimo tiempo.

Me alegra trabajar con todo tipo de guiones, pero me gusta trabajar con un guion completo, no con el Método Marvel, en el que se esribe un borrador de lo que va a pasar, se dibuja más o menos lo que va a pasar y luego se añaden los diálogos. Es el peor método de trabajo. Creo que hay que ser claro. En cualquier etapa, alguien tiene que estar al mando. No puedes suponer las cosas, tienes que saber adónde vas. Si el guionista sabe adónde va, el dibujante podrá ir en la misma dirección.

P: Estudié psicología (dice Eli, una de las asistentes), y siempre me ha fascinado la idea de la máscara de Rorschach. ¿Cómo se os ocurrió? ¿Fue idea tuya o de Alan?

R: Alan tuvo la idea para Rorschach, y al principio no acertamos. El otro día me encontré con un boceto que hice en el que Rorschach lleva un traje de cuerpo entero, y va cubierto con la gabardina. Pero no acababa de funcionar, hubiera sido terriblemente difícil de dibujar, y no habría tenido el mismo impacto. Así que decidimos que la máscara sólo le cubriría la cara. Alan se basó en un par de personajes de Steve Ditko, The Question y Mr. A, que es un personaje de extrema derecha, que ve todo en blanco y negro. Y son estas ideas en blanco y negro las que dieron a Alan la idea de las manchas. Pero es algo realmente fascinante, porque he hablado con gente que lleva estas máscaras, y es como con la gente que lleva gafas de sol, no sabes realmente en qué están pensando. Pero cuando las manchas de la máscara se mueven, es completamente aterrador.

P: DC compró los personajes de la editorial Charlton, y Alan quiso usarlos para Watchmen, pero tendría que cargarse a la mitad. De modo que le dijeron que se inventase los suyos propios. ¿Es cierto eso?

R: Dick Giordano, que era editor jefe de DC Comics, trabajó antes para Charlton, así que amaba esos personajes, y cuando vino a DC quiso traérselos consigo. Vio lo que Alan había hecho con La Cosa del Pantano, que era un personaje que estaba bastante muerto, y quiso ver lo que podría hacer con los personajes de la Charlton. Cuando vieron lo que quería hacer, pensaron “Mmmm, hemos pagado mucho dinero por estos personajes y no queremos que los maten, ni que los conviertan en maníacos”. Así que nos dijeron que creáramos nuestros propios personajes. Lo que resultó ser algo bueno, porque no tuvimos que pensar en la continuidad del universon Charlton, pudimos empezar de cero y hacer que los personajes fueran exactamente como nosotros queríamos que fueran.

Cuando antes me habéis preguntado sobre Rorschach, es interesante, porque Rorschach tiene una frase en la que lamente que el pasado se ha ido, como las botellas verdes de Coca-Cola que ya no se hacen más (en ese momento, Dave sujeta en su manola botella transparente de la Coca-Cola Light que se está tomando).

P: Se me ha ocurrido que Rorschach es un personaje amargado, y que Frank Miller está un poco amargado como èl, echando de menos los buenos tiempos en que todo era en blanco y negro.

R: Creo que es muy peligroso identificar las creencias de un autor con las de los personajes de sus historias. Aunque Alan y Frank tienen ideas políticas opuestas, las mías son diferentes de las de ambos. Como Alan con Rorschach, son formas distintas de actuar. Y creo que Frank ha tenido muy mala prensa por sus declaraciones acerca del movimiento “Ocupa Wall Street”, que creo que no fue algo muy sensato. Creo que Internet es muy peligroso, porque puedes escribir algo que luego reconsideres. Entiendo que Frank se haya ganado mala prensa, pero no creo que esté amargado ni creo que sea como Rorschach.

Creo que a veces hay que recordar que tanto Frank como Alan tienen un gran sentido del humor. Alan es retratado muchas veces como alguien recluido, gruñón, pero realmente no es así. Tiene sus momentos, como todo el mundo.

P: He releído recientemente True Brit, de Kim Johnson y John Byrne.

R: Ah, sí, es muy divertido.

P: ¿Cuál es tu opinión sobre las versiones que hacen autores británicos de personajes americanos? ¿Crees que entienden la idiosincrasia de esos personajes?

R: Nosotros somos extraños a la cultura americana. Bueno, no creo que nadie sea realmente un extraño para la cultura americana (sujetando su botella de Coca-Cola). Lo vemos desde la  distancia, y cosas que para los americanos son obvias y mundanas, para nosotros son emocionantes. Cuando fui por primera vez a Nueva York, lo que me excitó no fue la Estatua de la Libertad, sino esas cosas de metal con cadenas en las calles que Jack Kirby solía dibujar, y que la Cosa arrancaba de cuajo, o las torres de agua del centro entre las que Spiderman se balanceaba. Los británicos tenemos una visión desde fuera de su cultura, y podemos tratarla con un poco menos de respeto. Eso es lo que podemos aportar a los comics americanos, una visión exterior y más divertida.

Tras la charla, Dave dedica generosamente un buen rato a firmar nuestros ejemplares de Watchmen y de “Para el hombre que lo tiene todo” y hacernos dibujos personalizados. Gracias al Sr. y la Sra. Gibbons, y a la gente de ECC por esta maravillosa oportunidad.