Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Capitán América nº100: Invierno en América

Capitán América nº100: Invierno en América
Guion
Ta-Nehisi Coates
Dibujo
Leinil Francis Yu
Tinta
Leinil Francis Yu, Gerry Alanguilan
Color
Sunny Gho
Formato
Rústica, 168 páginas
Precio
12.95 €
Editorial
Panini Cómics. 2019
Edición original
FCBD 2018, Captain America 1-6 USA

Leer la serie del Capitán América a lo largo de los últimos quince años o así ha sido, salvo algún tropezón puntual, toda una experiencia. Con la llegada de Ed Brubaker en 2005, la serie del Centinela de la Libertad se convirtió en una lectura obligatoria, además de uno de los títulos más interesantes de Marvel. Su relevo, a manos de Rick Remender, aunque quizás no llegara a las cotas de genialidad de su predecesor, tuvo unas historias alocadísimas que hicieron que su etapa también fuera una lectura de lo más entretenida, empalmando entre estos dos autores nueve años a un nivel altísimo. Pero el siguiente en la lista no fue ni de lejos tan afortunado: Nick Spencer firmó una etapa llena de bandazos difíciles de tragar, de una calidad notablemente inferior a lo que se llevaba viendo en la serie durante la década anterior, y que además concluyó con la espantosa Imperio Secreto, uno de los peores crossovers de la historia reciente de Marvel. Y estando en esa historia Miedo Encarnado o Axis es mucho decir. Así que con la salida de este autor tras dos desafortunados años, tocaba buscar un relevo que estuviera a la altura. Su sucesor fue Mark Waid, en su tercera temporada al frente de la serie, pero estaba llamada a ser unos números de transición, más que otra cosa para quitar el mal sabor de boca que para llevar la serie a ninguna parte. El nuevo guionista regular, tras la salida de Waid, ha sido el inesperado Ta-Nehisi Coates, autor que debutó en el medio hace menos de tres años, con el relanzamiento de Pantera Negra. Eh, también ha nacido en el estado de Maryland, como Ed Brubaker. Y como Frank Miller.

capitan america invierno en america pg1

Además de por ser la primera vez que el Capitán América alcanza un número 100 en castellano -el primer volumen de Fórum sólo llegó al 51, y la serie de Panini inmediatamente anterior a la actual superó esa marca por doce números-, tenía especiales ganas de leer este número para sumergirme en una etapa planificada a largo plazo de uno de mis personajes preferidos. Planificada a largo plazo sin tener la sensación de que me estaban tomando el pelo, vamos, como pasó con Spencer. Y en este número 100, Panini ha hecho lo que está haciendo desde hace tiempo cuando alcanza una cifra redonda: incluye la primera saga del nuevo equipo creativo completa. Ha tenido la suerte (bueno, y la capacidad de planificación) de que haya sido así con Iron Man, los Vengadores y Spiderman además de la serie del Capi. Esto cumple un doble objetivo. Por un lado, se sigue con la tradición, desde tiempos inmemoriales (vamos, desde los tiempos de Forum) de que el número redondo sea un especial con más páginas de lo habitual. Y por otro lado, se puede leer el primer arco argumental completo de los nuevos autores, lo cual, en estos tiempos de narrativa descomprimida, es algo fundamental. Es imposible que con un solo número vayamos a poder coger el pulso a las intenciones y las formas que traen los nuevos creadores.

Invierno en América es la primera saga del tándem formado por Ta-Nehisi Coates y Leinil Francis Yu. En ella, nos encontramos con el Capitán América exactamente en la misma situación que tenía al principio de los números de Mark Waid, dando la sensación de que no hubieran existido. Coates nos presenta un Steve Rogers sombrío, agotado emocionalmente por lo que se hizo con su imagen durante Imperio Secreto. Aquí, el personaje es más un reflejo de los ideales americanos y lo que se hace con ellos en la realidad que un superhéroe. No en vano, Coates es un periodista y ensayista de marcada tendencia izquierdista y está utilizando esta serie como medio de reflexión de la América de la Alt-Right y Donald Trump. Quizás la redención y la paz consigo mismo que el personaje conseguía a lo largo del año de Mark Waid no lo dejaba en una situación apropiada para reflexionar sobre una sociedad como la que ha encumbrado a la presidencia del país a un personaje tan polémico.

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En Invierno en América tenemos una historia en dos niveles. Por un lado está en un primer vistazo la meramente superheroica, la que nos da las escenas de acción en las que se puede lucir Leinil Yu -y cómo se luce-, con un batallón de Nukes, con los restos de Hydra… y con el regreso de ciertos personajes que llevaban una larga temporada sin hacer acto de presencia por estas páginas. El segundo nivel, con pequeños retazos y comentarios aquí y allá, es el auténtico meollo de la historia. Esa gente en la América profunda que piensa que vale, que Hydra (o Trump, en el mundo real) no es buena gente pero que con ellos se vivía mejor. Ese racismo que forma parte del ADN de la sociedad, esa discriminación hacia los desfavorecidos, ese militarismo… La visión que tiene Coates de la América actual no es precisamente positiva. De hecho, despierta ciertos ecos de las voces críticas que había a principios de los años 70, en la época de la Guerra de Vietnam. Podríamos decir incluso que Coates ha captado la esencia de la saga original de Imperio Secreto mucho mejor de lo que hizo Nick Spencer en su reciente despropósito.

Pero si interesante es su planteamiento, no lo es tanto su desarrollo. No podemos negar que los lápices de Leinil Francis Yu están entre los mejores trabajos que ha hecho en toda su carrera el autor filipino, y que sólo el estado de gracia en el que se encuentra este dibujante ya justifica la compra de esta serie para sus seguidores. Pero el guión (que no el subtexto) es un tanto torpe. Coates abusa de los cuadros de texto hasta un punto en el que llegan a ser cargantes. La aparición de Selene, la villana de los X-Men, resulta un tanto forzada. Pero también hay que señalar que Ta-Nehisi Coates es un recién llegado al medio. Aunque sea un profesional de la palabra, antes de la aparición de su primer número en Capitán América no llegaba a cincuenta cómics escritos -prácticamente todos ellos de Pantera Negra, además- y se nota que aún no termina de dominar el medio.

En resumen, podemos decir que el arranque de esta nueva etapa retoma el concepto clásico del Capitán América de contraposición del Sueño Americano con la realidad sociopolítica del país, y aunque tiene un fondo sólido, no termina de tener el pulso narrativo de otros autores que han hecho historia con el personaje. Confiemos en que con el tiempo este escritor consiga dominar las técnicas del medio, porque buenos mimbres y buenas ideas no le faltan.