Saludos, queridos lectores. Dejad que recargue las pistolas y estoy con vosotros. Malditos bandoleros…Menos mal que, como buenos criminales, son cobardes y supersticiosos. Unas cuantas balas disparadas sin apuntar han bastado para hacerles huir. Bueno, y mi escolta formada por un conejo y un rinoceronte samurais, claro.

Hoy hablaremos de Capablanca, obra de Joan Mundet. La razón por la que esta obra está en mis manos es que le pregunté a un amable librero:

-Disculpa, ¿este Joan Mundet es el mismo que ilustró las novelas de Alatriste y el juego de rol del mismo nombre?

-Si.

-Toma 27,55http://www.joanmundet.com/ euros. Hale, hasta luego…

Bueno, quizás no fue exactamente así, pero el trabajo de Mundet con Alatriste es suficiente garantía para mí.

Capablanca 1 es el primer tomo recopilatorio de esta obra, concebida y creada como un folletín. Una historia que será formada por varios libros, que a su vez están compuestos por varios capítulos. Una obra madurada durante años por el autor y con una historia editorial curiosa. Dibujada en blanco y negro, se publica a color en Italia. Publicada además semanalmente, en revista.

Si, en otros paises todavía existen las revistas de cómic. España es diferente :-).

Curiosamente, cuando Amaníaco editó Capablanca en castellano, lo hizo en blanco y negro.

Ahora Panini nos ofrece la edición en color.

¿Y de qué va Capablanca? Podríamos creer que va de la biografía de un bandolero catalán de principios del siglo XVII. Pero la obra es mucho más que eso. De la misma forma que los folletines en cuyo formato se inspira, esta obra se convierte en un retrato costumbrista de una época y unos personajes.

Acción, drama, conflictos entre familias, familias enfrentadas, odio, corrupción, avaricia, lujuria, amor… Encontraremos tantos temas como en la vida misma. Un relato realista que, sin embargo, usa los tópicos de las historias de los Siglos de Oro españoles.

No estamos ante una historia de aventuras ligera y amable. Estamos en un mundo donde la muerte no es lo peor que puede pasarnos. Un mundo de mentiras y pecados. Nuestro mundo real.

Siguiendo no solamente al teórico protagonista, sino a su entorno, nos encontramos con muchas tramas que se van entrecruzando. Puede que a veces nos sintamos perdidos o pensemos que se nos ha escapado algún detalle. Tranquilos, queridos lectores; confiemos en Mundet y su buen hacer.

El vocabulario representa el hablar de la época. Resultado no solamente de la documentación, sino del amor del autor por las obras escritas en esos tiempos.

En cuanto al dibujo, seguimos con un dibujo realista. Del estilo de los viejos grabados, con muchas rayitas formando el relieve y a veces los detalles.

La narrativa es fácil de seguir, y el autor se permite el lujo de hacer concesiones estructurales relativas a la época reflejada. ¿Y eso que significa, Lamastelle-san? Pues que hay un capítulo donde se representa una obra de teatro. Y las viñetas nos muestran lo que vería un espectador de esa obra. Como si fuéramos uno más de los espectadores.

El color es discreto y sutíl. Habiendo querido crear en blanco y negro, colorea de forma que el dibujo resalte y destaque. Más que viñetas o páginas en color nos parece verlas a través de un filtro monocromo. Con excepciones como la historia de esa obra de teatro antes citada.

La edición incluye unos Apéndices con textos e imágenes de la creación y maduración de la obra. Con algunos dibujos a página completa que dan ganas de hacerse una camiseta con ellos. Y el autor ha incluido pequeños detalles relativos a la época, como portadillas con el título al estilo de los libros del XVII o la frase “Con licencia y privilegio“, tan típica de esas ediciones.

¿Por qué leer Capablanca?

Un dibujo realista para una historia realista. Muy bien ambientada en el siglo XVII.

¿Por qué no leer Capablanca?

Buscas historias de aventuras y acción donde el héroe triunfa y el villano es castigado.