Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Caja 1 y 2

Caja 1 y 2
Guion
Patrick Wirbeleit
Dibujo
Uwe Heidschötter
Formato
80 páginas a todo color, 170 x 230 mm, Cartoné
Precio
16,95 euros
Editorial
La Casita Roja. 2018
Edición original
Kiste 1 & 2

Mateo recoge en la calle una caja de cartón: es ideal para su último proyecto, una estación espacial. Una vez en casa, ¡la caja lo saluda con entusiasmo! ¡Está viva! Además, comparte con Mateo la pasión por los inventos y las manualidades, aunque no se le dan especialmente bien… De hecho, tiende a generar el caos a su alrededor. Cuando las cosas se complican, ambos deberán adentrarse en el bosque para encontrar al mago que dio vida a Caja, Tomeo Carabardo, el único que puede ayudarlos a restaurar la normalidad. Inventos disparatados (como un subeibaja que resulta ser un «ni-sube-ni-baja» o una máquina de «qué-pasará-ahora»), hechizos y magia, amistad y aventuras se combinan en esta original novela gráfica que gracias a su humor, su trepidante ritmo narrativo y sus ágiles y deliciosas ilustraciones, ha conquistado a miles de niños en Alemania.

Leipziger Lesekompass 2015 y Premio Max-und-Moritz 2016. Seleccionado entre los mejores álbumes infantiles en la 42.ª edición del Festival de Angulema.

En Es La Hora De Las Tortas!!! somos fervientes defensores del cómic infantil, y en general de cualquier proyecto que anime a los niños a embarcarse en el apasionante mundo de la lectura. En este sentido, son loables los esfuerzos de todas las editoriales que se lanzan al reto de sacar al mercado publicaciones infantiles, en dura competencia con la televisión y las videoconsolas, entre otros “adversarios”. El cómic que hoy nos ocupa procede de Alemania, donde ha ganado varios premios y se ha convertido en todo un superventas.

Caja es la historia de un niño, Mateo, que un día por azar encuentra una caja de cartón tirada en la calle, y se la lleva a casa para usarla en sus trabajos de manualidades. Lo que Mateo no sabe es que esta caja tiene vida propia, al haber pertenecido a un mago que la usaba como caja de herramientas. Es por ello que Caja alberga todo tipo de herramientas de bricolaje en su interior, aparentemente infinito. El hecho de que los adultos no sólo no sean capaces de ver a Caja, sino que además se queden petrificados en su presencia, nos lleva a suponer que tal vez Caja no sea más que un producto de la imaginación del pequeño Mateo (como Hobbes, el tigre de peluche de Calvin, que sólo cobra vida junto a éste). Pero claro, esto es algo que sólo pensamos los adultos, curtidos como estamos de aventuras en las que un niño tiene un amigo fantástico e “imaginario”. Para los pequeños lectores, Caja será un personaje real, inocente y despistado, que se convertirá en el compañero de juegos ideal de Mateo, al ser ambos grandes aficionados a las manualidades.

Mateo pasa unos días en casa de sus abuelos, junto al mar. Le encanta construir cosas: ¿por qué no una torre de vigilancia en la playa? Pero, apenas empieza la obra con su abuelo, han de pararla porque este debe marcharse. Solo y aburrido, Mateo recuerda a Caja: ¡a nadie le entusiasmaría más ese proyecto! Usando la llave que lo traslada prodigiosamente hasta donde viven él y el mago Tomeo Carabardo, irá a su encuentro. Su amigo de cartón no cabe en sí de alegría: ¡levantarán la torre más alta del mundo! Sin embargo, una intensa tormenta y el talento de Caja para crear caos complicarán sus planes. Necesitarán la ayuda de Carabardo para enfrentarse a varios peligros, entre ellos, el extraño gulpo de las llanuras.

Estos libros (La Casita Roja acaba de publicar el segundo de sus cuatro volúmenes en nuestro país) no sólo transportan a los niños a un mundo fantástico en el que las cajas hablan y las llaves de oro te llevan a cualquier sitio que desees, sino que también animan a los pequeños a atreverse con las manualidades, a coger cartón, tablones, clavos y martillos y construir máquinas imposibles, balancines que no funcionan ¡y estaciones espaciales, nada menos! No todo es leer, también hay que salir a la calle y ensuciarse las manos, despellejarse las rodillas y mojarse los zapatos. Acompañado de Caja, todo esto es posible.