Al leer este tomo, está tan bien conseguida la sensación de blog autobiográfico que casi me da reparo romper la magia y decir que no es Maliki sino Souillon quien está detrás de estas historias. Puede ser que haya mucho de las vivencias de Souillon en este Blog, pero hablamos de un señor casi cuarentón cuando el personaje de Maliki que me creo del todo es la pizpireta dibujante de pelo rosa que nos termina por conquistar a todos.
En Blog, Maliki nos trae lo que el título promete. Rescatando la filosofía original de los blogs (no tengo muy claro si esto sigue vivo en la era de las redes sociales) cada tira es una entrada y cada entrada es una curiosidad, una pequeña anécdota contada sin pretensiones y con mucha gracia. Gallinas, gente raruna, redes sociales, cosas de dibujantes, eventos del barrio y cada chascarrillo que se le cruce.
Un aviso para tíos duros, que la primera impresión de sobrecarga supercuqui no os espante. Poco a poco y con esa ligereza casi adolescente (pese a que se supone que Maliki supera los 30) vamos entrando en su juego y ni los prejuicios pueden impedirnos pasar un rato realmente divertido leyendo Blog. Tendrá también su momentos tristes y graves y, sin querer restarle mérito a cómo construye el drama, el tono general de la obra no termina de encajarle a este tipo de relatos y parece recubrirlos de una cierta dosis de esa contradictoria mezcla tan adolescente entre la exageración teatral y la frivolidad, tal como sucedía en Hello Fucktopia.
Me gustaría convenceros de que esta última afirmación no os disuada de leer Blog (del mismo modos que recomiendo Hello Fucktopia), ya que la sonrisa que se me ha quedado al terminarlo, la he conseguido con muy pocos tebeos este último año, pero tampoco pretendo hacer propaganda y dudo que fuera capaz de hacérsela. Afortunadamente, podéis leer varias de las tiras de este tomo en la versión en castellano de su web (y muchas más si domináis inglés o francés)
Según Souillon, Maliki aparece al descubrir al grupo Gorillaz, como una máscara tras la que ocultar al autor y lo cierto es que éste desaparece por completo y es Maliki la que se torna completamente real, como los son su compañera Becky o sus gatos (aunque estos sí que existen también en la realidad) y otro montón de personajes que no tengo ni idea de si tienen o no contrapartida real, pero que en cualquier caso, resultan tan cercanos que poco importa.
Más allá de lo simpática que resulta la historia, mucha de la culpa de esa proximidad que tenemos para con la fauna que pulula por este Blog reside en el dibujo. A veces un estilo más realista no nos pone más cerca de la realidad y Souillon lo tiene claro. Más allá de exhibir un estilo manga cercano al de Rumiko Takahashi, decide alejarse aún más del realismo con un trazo suelto y hasta inacabado que termina siendo completado con el color, que es sin duda lo más espectacular del estilo de Souillon.
Narrativamente Blog es también una especie de rara avis, dado que mezcla muchos de los elementos que estamos acostumbrados a ver en el manga con el formato tira cómica tradicional (de influencia mayoritariamente norteamericana) y no dejamos de estar ante un autor francés, con lo que la mezcla podría haber sido un batiburrillo, pero fluye de manera natural, dejando que sean de nuevo las pequeñas curiosidades protagonistas de las historias más allá de experimentos.
Souillon se presenta a sí mismo como ayudante de dibujante y títere de Maliki y nos alegramos mucho de que sea así, ya que al leer Blog la magia de Maliki contando sus propias peripecias es total. Lo más dificil de una tira cómica es resultar simpática, graciosa y fluida. Las 304 páginas de Blog se te van en un suspiro y el tebeo se mantiene fresco de principio a fin. Creo que es lo mejor que se puede decir de un recopilatorio de tiras cómicas. Y si no me creéis, leedlo vosotros mismos.
