La serie Batman y Robin se acerca a su fin. Con En busca de Robin entramos en la recta final de una de las series más interesantes de todas las editadas durante los cinco años del nUDC, o como se conoce más popularmente, los nuevos 52. En estos números vamos a tener dos arcos argumentales de cuatro y dos números separados, o mejor dicho, conectados, por el especial Robin Resurge: Omega. Tomasi y Gleason siguen con esa fórmula de arcos argumentales temáticos de los que hablábamos en números anteriores y, si tuvimos los números dedicados al proceso de duelo tras la muerte de Robin, y a continuación tuvimos ese arco con Batman haciendo equipo con Dos Caras, ahora tenemos a Batman haciendo equipo con sus compañeros de la Liga de la Justicia.

Pero lo que parecía estar dirigiéndose a números más comerciales cambia de rumbo con el especial Robin Resurge: Omega. En la primera mitad del tomo tenemos el arco que da nombre al tomo, En busca de Robin, en el que vamos a ver cómo Batman tendrá que ayudarse de sus compañeros de la Liga de la Justicia para impedir que Ra’s Al Ghul introduzca a su nieto Damian y a su hija Talia en una fosa de Lázaro. Se trata, como decía, de un arco más palomitero, con acción, cambios de personajes invitados y casi se podría pensar que estamos ante un arco de The brave and the bold más que de Batman y Robin. Así, tenemos un número en el que Batman hará equipo con Aquaman, otro con Wonder Woman, uno con Frankenstein (que no guarda precisamente muy buen recuerdo de nuestro protagonista después de su último encuentro en Réquiem por Damian)  y uno con un inesperado compañero. Pero en el final de ese cuarto número tenemos un cliffhanger que nos introduce un nuevo elemento en discordia y que se resuelve en el número especial.

En este número especial, que a pesar de mantener al guionista, es ilustrado por Andy Kubert, se nos hace un repaso fundamental de toda la historia de Damian Wayne, desde su concepción hasta su muerte. Aparte de resumir muchos de esos momentos claves en la historia del personaje, continúa la historia donde se había quedado y ya de paso introduce en esa guerra a tres bandos otro elemento más en la ecuación. La consecuencia directa de este número es el cambio de escenario, a uno en el que Batman tendrá que ir bien preparado si quiere conseguir su objetivo. Y ese es principalmente el tema central del siguiente arco argumental:

Robin Resurge es un arco argumental de dos números en el que Batman tendrá que equiparse, en contra de la opinión de sus propios compañeros en la Liga de la Justicia, para el asalto final. Para ello, tendrá que recurrir a toda la Batfamilia al completo. A pesar de no estar en el mejor momento de su relación con ellos, por culpa de lo sucedido en el arco La muerte de la familia, acabarán colaborando para que Batman pueda ir en busca de su hijo. Eso lo veremos en el siguiente tomo…

Me gusta lo que ha hecho Tomasi en estos números. Reconozco que cuando se editó por primera vez, este hecho de pasar a ser prácticamente la serie de Batman y un invitado me hizo alejarme de ella. Me parecía una maniobra comercial innecesaria y que me daba mucha rabia porque la serie iba como un tiro. Tramas interesantes, desarrollo de un personaje que prácticamente es imposible de desarrollar por los años de historias a sus espaldas… y me dio la impresión de que había una pérdida de ideas y una salida rápida. Ahora me doy cuenta de que todo iba dirigido. Incluso en estos números con innegable contenido comercial para contentar a los fans que exigen acción mes a mes, vemos cómo la historia tiene un rumbo y cómo vamos avanzando para que nos cuenten una sola historia.

Tomasi hace una historia muy consciente de dónde está, de hecho tiene infinidad de referencias que leídas ahora puede despistar a algún lector no familiarizado con los hechos que iban sucediendo. Desde la propia desconfianza de Frankenstein que se explica una decena de números antes, a la situación de una Liga de la Justicia con Lex Luthor o el Capitán Frío en sus filas, al cabreo de la Batfamilia que le reprocha su última cena juntos, e incluso esa visión de Batman en la que recuerda a una tal Kaiyo que sonará a chino a más de uno. Como casi siempre, se echan en falta algún artículo en el que se pueda hacer una explicación rápida de dónde salen todas esas cosas. Kaiyo es un personaje que debutó en Batman/Superman #2 y que llevaría a los dos héroes a encontrarse con sus contrapartidas de Tierra 2. En esos números precisamente es donde aparece este cristal del caos que aquí es objeto de disputa entre los distintos bandos. Todo acabó con un borrado de memoria de todos los implicados como se nos resume en una viñeta en una sola frase… Hubiera estado bien que se aclarase un poco más, y más teniendo en cuenta que no son cómics que se puedan encontrar en las librerías actualmente, sino que se editaron hace unos cuantos años.

Uno de los temas que mejor funcionan de estos números es el de la toma de decisiones. Tanto en el primer como el segundo arco Batman toma una decisión que se contrapone a la tomada por Ra’s o por sus compañeros de la Liga. Lo interesante por parte del guionista es que no son decisiones que sean claramente buena frente a mala, sino que cada bando tiene sus razones, y dichas razones tienen sentido y podrían ser las correctas.

Sobre el apartado gráfico sigue Patrick Gleason llevando el peso de estos números. Doug Mahnke dibuja el número treinta y cuatro mientras que el especial Robin Resurge: Omega corre a cargo de Andy Kubert. Me gusta mucho cómo casan los estilos de Gleason y Mahnke, con esa afinidad por las viñetas estrechas, en horizontal o en vertical. Son dos autores que funcionan muy bien tanto en escenas de acción como en las que tienen una intensidad más centrada en los diálogos o los sentimientos de los personajes.

En definitiva, Batman y Robin 6: En busca de Robin.

Un tomo que nos proporciona mucha acción, pero que realmente lo que hace es preparar todos los bandos para el acto final de esta gran historia que nos han contado Peter J. Tomasi y Patrick Gleason en cuarenta números más algún que otro tie-in. Continúa la fórmula de números en los que Batman tiene que hacer equipo con alguien y nos presenta a unos enemigos con peso dentro del Universo DC y que plantearán un desafío cada vez mayor. Las decisiones de Batman pueden o no ser acertadas, e incluso irán cambiando a medida que avanza la historia. Queda todo preparado para el último arco argumental…

Lo mejor: Cómo, a pesar de ser unos arcos muy palomiteros, mantienen esa profundidad y esa historia lineal.

Lo peor: Siguen faltando artículos donde explicar algunas cosas.