Es la hora de las tortas!!!

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Batman: Gritos en la noche

Batman: Gritos en la noche
Guion
Archie Goodwin, Scott Hampton
Dibujo
Scott Hampton
Formato
Cartoné, 96 páginas
Precio
12.95 €
Editorial
ECC. Primera edición, 2014. Segunda edición, 2018
Edición original
Batman: Night Cries USA

Que el cómic superheroico surge con una clara vocación de entretenimiento es algo que no se le escapa a nadie, del mismo modo que aún hoy en día la mayor parte de las obras que se publican en ese género mantienen ese objetivo. Pero también es cierto que desde principios de los 70 se está utilizando el cómic superheroico para tratar temas más adultos, incluso problemas del mundo real. Sí, es cierto, ya en la Golden Age teníamos a Superman luchando por los derechos de los oprimidos, y al Capitán América combatiendo el nazismo en la Segunda Guerra Mundial, pero llega un momento, con la pérdida de la inocencia que llegó a finales de los años 60, con el festival de Altamont y los asesinatos de Charles Manson y su familia, en el que la inocente Silver Age deja paso a una época más oscura. Así, empezamos a ver el racismo tratado de forma explícita o el problema de las drogas en series como Green Lantern/Green Arrow o Spiderman, y el uso de este tipo de personajes para señalar un problema del mundo real, para remover conciencias, aún sigue usándose hoy en día.

Gritos en la noche

En 1992, poco después de su regreso a DC tras una temporada en la competencia, Archie Goodwin (Manhunter) y Scott Hampton (Los libros de la magia) firmaron una novela gráfica en la que, con la excusa argumental de la búsqueda de un asesino en serie, se trataba el tema del maltrato infantil y las consecuencias que tenía en el desarrollo de la personalidad. No es quizás Batman el personaje más representativo que relacionaríamos con este tema (dentro de DC podríamos hablar de Dos Caras y Lex Luthor, y en Marvel sin duda sería Hulk), pero sí que es un gran ejemplo de un personaje que se ha visto enfrentado a un profundo trauma durante su infancia. Y por ello, al ir descubriendo poco a poco lo que está ocurriendo, sentirá una cierta vinculación personal con estos hechos.

gritos en la noche batman pg

 

En el plano gráfico, Scott Hampton, al que ya habíamos visto brillar previamente en la mencionada Los libros de la magia de Neil Gaiman y en varios cómics adaptando la obra de Clive Barker, como Hellraiser o Tapping the vein, firma una obra con su característico estilo pictórico. La elección no es en absoluto casual: de las escasas novelas gráficas protagonizadas por Batman hasta el momento en el que apareció Gritos en la noche, la más exitosa había sido Arkham Asylum, la única hasta el momento realizada con técnicas pictóricas, la única hasta el momento en la que la oscuridad dominaba la práctica totalidad de las escenas. Pero así como en la obra pintada por Dave McKean la penumbra en la que sucedía la mayoría de la acción tenía sentido, la oscuridad en Gritos en la noche queda un tanto forzada, además de ser quizás excesiva en algunas escenas para su correcta comprensión.

Jim Gordon

En la historia post-Crisis, hemos leído en un buen puñado de ocasiones que el Comisario Gordon estuvo casado y tuvo un hijo, presentado en la imprescindible Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli. Volvimos a ver a James Jr., años después, en Espejo negro, convertido en un adulto trastornado. También supimos que el Comisario se había divorciado de su primera esposa, Barbara, siendo su hijo aún un niño, pero no es una historia sobre la que se vuelva periódicamente, del mismo modo que hemos visto una y otra vez las muertes de Thomas y Martha Wayne o el momento en el que Bruce decide convertirse en un murciélago. Pues bien, el momento de la separación de James Gordon Sr. y su esposa se narra en las páginas de este volumen, con un trasfondo que tiene una cierta relación con los hechos narrados a lo largo del mismo.

gritos en la noche jim gordon

Ediciones previas

La primera edición en castellano de esta obra llegó en mayo de 1993 de la mano de Ediciones Zinco. No hubo otra edición hasta más de veinte años después, ya con ECC, en julio de 2014, y ahora la segunda edición de ECC de noviembre de 2018.

Las novelas gráficas de Batman

No vamos a entrar en el eterno debate de si una novela gráfica es un tipo de cómic especial, si puede haber novelas gráficas de superhéroes, o de si una edición en tomo de un cómic serializado es una novela gráfica o no. Considerando novela gráfica como un formato sin más, como un cómic con una presentación más cuidada de lo normal, concebido como una obra autoconclusiva, y como un proyecto sin una periodicidad definida, podríamos decir que la primera novela gráfica de Batman fue El hijo del demonio, de 1987. La segunda, ya en 1989, fue Arkham Asylum. En 1990 llegaron La novia del demonio y Justicia digital, en 1991 Lluvia roja y ya en 1992, la sexta protagonizada por el personaje, Gritos en la noche. Posteriormente, en este formato llegarían a editarse cómics que simplemente eran más caros, pero no tenían nada que los diferenciara de otros one shots y prestigios, pero en esta época aún era un material con un nivel de calidad claramente superior.

En resumen…

Gritos en la noche es una obra que pasó sin pena ni gloria, tanto por el mercado americano (tuvo una única reedición, en rústica, en 1993, y su único regreso a las tiendas desde entonces ha sido dentro del volumen Tales of the Batman dedicado a Archie Goodwin) como por el español (del que ha estado ausente durante más de veinte años hasta que ECC se ha acordado de ella). Desde luego, no es una de esas obras que hayan pasado a la historia del personaje, aunque sí se cuenten sucesos en ella con una cierta trascendencia posterior, pero también es cierto que sí han tenido un éxito comercial mayor obras con una calidad menor que la que tiene ésta. Se le puede acusar de enredarse en temas que poco aportan a la historia, como toda la trama de las drogas, y la investigación del asesinato, aunque acabe teniendo relación con el tema tratado, resulta un tanto ajena al eje de la historia. En cambio, el tratamiento del tema de los abusos es impecable, y nos deja ver que un adulto maltratador no tiene por qué ser un monstruo totalmente malvado, que a veces una persona normal puede perder los papeles y caer en un pozo de oscuridad personal. Pero aunque el guion no sea del todo redondo y tenga sus peros, la obra es un fantástico disfrute visual gracias al arte de Scott Hampton.