Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Ángulo muerto, Antología de cómic de terror

Ángulo muerto, Antología de cómic de terror
Guion
Junji Ito, Hideshi Hino, Yousuke Takahashi y varios.
Dibujo
Junji Ito, Hideshi Hino, Yousuke Takahashi y varios.
Formato
Rústica con cubiertas, 208 págs, B/N, 15x21 cm.
Precio
14,95€.
Editorial
ECC Ediciones. 2018.
Edición original
Horror Comic Anthology Shikaku (Bunkasha).

Aunque tuve una época en la que me gustaban mucho las antologías de relatos cortos, acabé agotándome por tener el problema habitual de la irregularidad de sus relatos. Con Ángulo muerto no dudé mucho por la presencia de algunos nombres fuertes como Junji Ito o Hideshi Hino, y por la temática de terror que es una de las que más me atrae del manga seinen. Y tengo que decir que, a pesar de adolecer de esa irregularidad tan característica de este tipo de antologías, me ha gustado bastante y lo veo con un nivel mínimo bastante alto. Al menos en cuanto a mis expectativas, claro está.

Ángulo muerto
El tomo está compuesto por nueve relatos de terror, aunque alguno de ellos contiene varias historias. Algunas de estas historias se habían publicado previamente en otras revistas, pero otras están publicadas por primera vez aquí. De los autores que participan, en España los que más conocemos son Junji Ito y Hideshi Hino, y del resto de autores solo Kanako Inuki ha visto publicado otra de sus obras en España (Present de Mangaline).

En cuanto a los relatos en sí, todos tienen esa temática de terror que anuncia el sobrenombre de la obra, aunque el terror japonés es casi un subgénero dentro del propio terror, por buscar siempre la inquietud en el lector más que el susto o la tensión, y por moverse siempre al borde de lo onírico. Aquí tenemos desde adaptaciones de relatos clásicos, hasta historias de fantasmas, de criaturas monstruosas que conviven con la gente normal o sobre libros malditos.

La extensión va variando, aunque todos se mueven en torno a las veinte páginas. De hecho, el relato más largo, Mujeres en la oscuridad, de Kanko Inuki, está formado a su vez por tres relatos de alrededor de dicha extensión cada uno de ellos.

El cambio de estilos es otra de las cosas que puede molestar más al lector no acostumbrado a este tipo de relatos, pues cada autor tiene un estilo bastante personal, desde ese estilo frío y limpio de Junji Ito, al estilo más cercano al anime de Amagappa Shoujogun, o el dibujo a vuelapluma que a veces da sensación de inacabado de Not Osada. Salvo este último, con un dibujo más experimental, por decirlo de algún modo, el resto de autores tiene un dibujo bastante consistente y con mucha personalidad.

Ángulo muerto

Pasando a los gustos personales, quiero destacar algunas de las historias que más me han gustado: En primer lugar la Blancanieves de Junji Ito con la que abre el tomo. Me gusta mucho la obra de Ito, y tal vez era el reclamo principal para hacerme con ella. Una vez más, Ito no defrauda. Realiza una versión de Blancanieves que permite identificar todos los elementos característicos del cuento de los Hermanos Grimm, pero lo lleva por completo a su terreno de fantasmas y fuerzas sobrenaturales que atemorizan a los humanos. Al estar centrada en la belleza de sus protagonistas, Ito se esfuerza en realizar un dibujo especialmente preciosista que sube mucho el nivel del relato.

También me ha gustado mucho, por lo diferente, Medicina espiritual, de Kanako Inuki. Se trata de un relato sobre un médico espiritual que pasa su consulta. Es un relato completamente onírico, con personajes en continua mutación durante la entrevista con el médico, que presentan afecciones peculiares. Es curioso porque Inuki tiene dos relatos diferentes (cuatro si contamos su historia larga como tres diferentes), y el estilo de ambos es radicalmente distinto. Si en este tenemos a unos personajes de aspecto lánguido y ojos tristes y alargados, en Mujeres en la oscuridad tenemos personajes de ojos grandes y redondeados con fondos más elaborados y una narrativa más dinámica, con viñetas oblicuas y diseños de página más innovadores. 

Una leyenda del circo, de Hideshi Hino nos traslada al circo de los horrores, es una historia que convierte La parada de los monstruos de Todd Browning en un circo nigromántico, donde uno de los números que más éxito tienen es el de la ventrílocua Madre Muerta y Chico Monstruo. Un relato inquietante, que busca incomodar al lector y mantiene muy bien la tensión en todo momento.

Por último destacaría Un libro de ilustraciones repulsivas, de Michiru Noroi, con una historia de libro maldito que provoca pesadillas en el lector y que encierra un misterio que el protagonista intenta resolver, al más puro estilo de Ringu o La maldición.

Ángulo muerto
El resto de relatos incluidos son Un cuento que finaliza en el prólogo, de Yousuke Takahashi, con una historia de maldición itinerante; El ratón de biblioteca, de Amagappa Shoujogun, con una bibliotecaria nueva que siente curiosidad por el fantasma que habita en su lugar de trabajo; Mujeres en la oscuridad, de Kanako Inuki, con tres historias sobre mujeres que desaparecen en una comunidad, y cada una de ellas por una historia diferente; El pájaro enjaulado, de Not Osada, con un chico que intenta ayudar a una compañera que sufre abusos por parte de un profesor en una historia que no es lo que parece; y He empezado El tejón, también de Yousuke Takahashi, con una historia de celos en un matrimonio… durante el sueño.

En definitiva, Ángulo muerto, Antología de cómic de terror.

Un conjunto de relatos de terror más homogéneo de lo que me esperaba, a pesar de la diferencia de estilos de los distintos autores que participan. Centrados en un terror psicológico y que intenta buscar siempre la incomodidad en el lector, son historias suficientemente diferentes entre sí como para hacer la lectura bastante entretenida y aunque algunas historias dejen con la miel en los labios y apetezca continuar leyendo más sobre sus protagonistas, tiene una extensión perfecta para convertirla en una lectura variada y amena. Si eres amante del terror japonés, seguro que lo vas a disfrutar. Si te acercas a él para picar, habrá historias que te gusten más y otras que te gusten menos o directamente no te gusten, pero supone un catálogo bastante variado como para permitirte averiguar por dónde continuar buscando lecturas, pues toca estilos muy diferentes.

Lo mejor: Blancanieves, de Junji Ito. Lo variado que es, y el que consiga mantener un nivel toda la lectura, a pesar de los esperables altibajos.

Lo peor: El estilo de aspecto infantil de Youshuke Takahashi me sacaba un poco del tono del tomo. Tampoco conseguí conectar con Not Osada y su historia.