Hay obras maestras que están destinadas a perdurar para siempre. Tebeos imperecederos que es necesario que estén disponibles para que cada nueva generación de lectores pueda descubrirlos y disfrutar de ellos. En este pequeño selecto grupo estaría Akira por supuesto. La obra maestra de Katsuhiro Otomo ha sido editada muchas veces en España. Hace unas cuantas décadas Ediciones B la publicó en 38 cuadernillos a imagen y semejanza de la edición llevada a cabo por Marvel Comics en su sello Epic, cuya mayor peculiaridad es que se trató de una edición coloreada por Steve Oliff. Más tarde volvió a ponerse a la venta, pero en 14 tomos en tapa dura a tamaño comic book. Finalmente Ediciones B logró publicar la obra en su formato original en seis tomos.

Con motivo del 30 aniversario de la obra, Norma editorial se hizo con los derechos de Akira publicando una edición especial conmemorativa, así como la llamada Akira Box, una edición limitada a 1982 unidades (año en el que comenzó a publicarse Akira en Japón) que incluía postales y un artbook. Así llegamos hasta la edición que tenemos hoy entre manos, una “edición original”, a imagen y semejanza de la primera recopilada en el país del sol naciente. Seis volúmenes con encuadernación rústica, en blanco y negro (salvo unas primeras y últimas páginas en color) y el lomo de las hojas en glorioso color amarillo pollo. Norma publicó el primer volumen el pasado mes de noviembre, pero todavía no hay noticias sobre cuándo se publicará el segundo.

Creo que tras este largo repaso queda clara la importancia y trascendencia de Akira, posiblemente el manga que más ediciones diferentes ha tenido en España (con permiso de Dragon Ball). Un cómic de culto. Un estatus alcanzado en parte por el estreno en 1988 de la película de animación que adaptó parte de la serie, cuyo director fue el mismísimo Otomo. En España la película logró el hito de ser la primera película de animación japonesa en estrenarse en cine, aunque para ello tuvimos que esperar hasta 1992.

¿Qué podemos decir de Akira que no se haya dicho ya? Un cómic que influyó en gente como Akira Toriyama, Masamune Shirow, Kia Asamiya o incluso Frank Miller. En este primer volumen apenas se puede atisbar la grandeza y complejidad que alcanzará la trama. El comienzo es sencillo, efectivo, potente. Tenemos a un grupo de estudiantes inadaptados comandados por Kaneda. Son unos negados con los estudios, se meten en jaleos y solo piensan en carreras de motos contra otros clanes. Con un trasfondo rico en elementos propios de los géneros de ciencia ficción y cyberpunk (en algunos aspectos me recuerda al Juez Dredd de 2000 AD), junto a una trama de conspiraciones por parte de una coalición de gobierno y militares más la consabida resistencia armada, hacen que todos estos ingredientes confluyan en una guerra a la vista de todos pero de la que nadie es consciente.

Otomo construye un escenario propio de la Guerra Fría con un mundo que ha visto como estallaba la Tercera Guerra Mundial resolviendose a golpe de bomba nuclear. En 1988 (año en el que se sitúa la acción de Akira), todo el planeta se está reconstruyendo con Neo-Tokyo en el punto de mira de todas las naciones, ya que se encargará de organizar la siguiente edición de los Juegos Olímpicos. Un ambiente sucio, demacrado, corrupto, y carente de cualquier esperanza de futuro impregna toda la obra, siendo el fruto de todo esto la actitud que puede apreciarse en Kaneda y compañía.

Tal y comentaba más arriba, en este primer volumen tan solo podemos atisbar parte de lo que llegará a ser la obra. Vemos las primeras apariciones del proyecto “Akira”, así como seremos testigos de los primeros brotes de poder psíquico de Tetsuo, quien fuera amigo de Kaneda estando destinado a ser el gran antagonista de la serie. A golpe de carreras ilegales, persecuciones, peleas, tiroteos y huidas contrarreloj nos sumergimos en una lectura que solo seremos capaces de abandonar cuando nos hayamos leído las casi 350 páginas del tomo.

El dibujo de Otomo me ha dejado boquiabierto. Ya sabía que era todo un maestro, pero hasta que no he leído Akira no era consciente de hasta qué punto era cierto. Sus páginas derrochan energía, pasión y muchas de sus viñetas parecen que van a cobrar vida y se van a salir del papel. Me resulta impresionante cómo es capaz de presentar con tanta fuerza y contundencia las habilidades de Tetsuo, pues los poderes psíquicos no es que sean especialmente gráficos. Con todo, se las apaña para mostrarnos algunos momentos gore que no tienen desperdicio alguno. Amén de su capacidad para el diseño de personajes, y especialmente de vehículos (de hecho, la moto de Kaneda ha trascendido las barreras del manga y ha servido de inspiración y homenaje a multitud de obras, apareciendo incluso en la metareferencial Ready Player One dirigida por Steven Spielberg).

El material incluído en este volumen 1 titulado Tetsuo fue publicado originalmente en la revista Young Magazine de Kodansha entre noviembre de 1982 y septiembre de 1983. Una shonen de manual, de A B C, pero también una jodida obra maestra.