¿Qué fue del Cruzado Enmascarado?
GUIÓN: Neil Gaiman
DIBUJO: Andy Kubert
TINTA: Scott Williams
COLOR: Alex Sinclair
EDICIÓN ORIGINAL: Whatever happened to the Caped Crusader?
EDITORIAL: Planeta
FORMATO: Libro cartoné, 88 pgs., color.
PRECIO: 9,95€
“-¿Estoy muerto?
-Aún no.
-Entonces dime qué está pasando.
-Eres el mejor detective del mundo, Bruce. ¿Porqué no lo descubres tú mismo?”
Tras Batman R.I.P. (la controvertida saga de Grant Morrison de la que tanto se habló y que daba un “final” a la andadura de Batman) llega a nuestro país otro tomo a modo de epílogo. En él se incluyen los últimos números de las colecciones Batman (686) y Detective Comics (853) aparecidos en los primeros meses de 2009 .
DC ha querido repetir (con Dan Didio como principal impulsor) la misma jugada que se hizo con las colecciones del Superman de la Edad de Plata antes de las Crisis originales y que tan excelentemente llevó a cabo Alan Moore en la historia “¿Qué ocurrió con el hombre del mañana?”. En esta ocasión el elegido fue otro guionista de indudable talento y reconocido éxito, Neil Gaiman (Sandman, Neverwhere, Stardust), que llevaba un tiempo alejado del mundillo de los cómics. El autor, que siempre ha tenido al personaje en alta estima, no dudó en aceptar el reto y al pensar en lo que iba a desarrollar le vino a la cabeza un título como “Batman: El fin“. Pero desde DC ya se había pensado en otro título, este “¿Qué fue del cruzado enmascarado?” que rememora el antes comentado de Superman y que deja bien a las claras la similitud entre las dos aportaciones de los excelentes guionistas (al menos en la propuesta, que no en la realización). Es entendible que desde la editorial se haya querido anunciar a bombo y platillo esta colaboración buscando más éxito del debido por el contenido de la misma.
Aquel que quiera encontrar una obra maestra que cambie para siempre el status quo del personaje no lo encontrará aquí. Ni el que quiera buscar un final o una aclaración de matices de Batman R.I.P. Ni tan sólo la conexión entre estas obras y las apariciones del personaje en Crisis Final. Ni es la mejor obra del inglés, ni mucho menos. Pero sí algo hecho con cariño. Aquí, Gaiman realiza un ejercicio puro y duro de nostalgia, de respeto y de amor por el personaje como bien aclara él mismo en la introducción a modo de “carta de amor”. Basándose en sus experiencias personales y su visión del mito, nos muestra el funeral del Hombre Murciélago, uno atípico e intimista, en la que tienen cabida todas aquellas historias de Batman, porque aquí se habla de la figura del personaje, de su leyenda y de sus distintas facetas. Especialmente del fin de la historia, del que probablemente ocurriría en cualquier caso. Las versiones de él, presentadas por los presentes al sepelio y que podríamos encajar en diferentes tierras alternativas, no son más que las caras que el personaje ha ido teniendo a lo largo de todos sus años de existencia. Todo gracias a los valores añadidos por gente como Adams, Jim Aparo, Gardner Fox, Dennis O’Neil, Brian Bolland, Frank Miller, Steve Englehart o el propio Bob Kane. De hecho, el propio autor deja pequeños guiños, bien a modo de dibujos, bien a modo de personajes, de todos estos artistas que han ido pasando por las diferentes colecciones. De esta manera, el guionista construye un relato que busca principalmente ahondar en la emoción y en los sentimientos hacia Batman más que a la continuidad del propio universo del personaje, aunque se podría encuadrar en la misma.
En el apartado gráfico el escogido ha sido Andy Kubert. El dibujante aporta sus espectaculares lápices, con todos sus pros y sus contras, conocidos ya en la serie por su participación en la etapa de Morrison y se une al homenaje en unas páginas repletas de guiños constantes. Para ello, a sus habituales escenas de acción dinámica y arriesgadas composiciones, une una camaleónica forma de mover sus lápices. Tanto es así que adopta en ocasiones el estilo y los trazos de varios de los artistas que reflejaron las andanzas del hombre murciélago antaño. Así, son reconocibles el Joker de Bolland, de Robinson y el de la serie de animación, el Batman de Miller, Kelley Jones o Kane y referencias a múltiples historias clásicas del personaje.
Lo mejor del tomo, indiscutiblemente es el aroma respetuoso y de cariño por el personaje que desprende, la “carta” de Gaiman indicando qué siente hacia el mito y el porqué de este acercamiento, así como los bocetos de Kubert para los dos episodios.
Como punto negativo señalar la edición por parte de Planeta. A pesar de que el tomo en sí no presenta defectos que puedan restarle valor, también es verdad que la publicación de la etapa de Morrison en nuestro país hasta el momento ha sido irregular. Grapa para el inicio de la colección, tomo para Batman R.I.P., los episodios siguientes con Last Rites en grapa de nuevo (aunque sí incluidos en el TPB americano de R.I.P.) y vuelta al tomo para estos números de Gaiman. Ya que se ha decidido cambiar la portada para el tomo, se podían haber incluido también los contenidos extras que se incluyeron en el recopilatorio americano (Secret Origins y Batman: Black & white), aunque sí se hayan incluido los bocetos y diseños de Kubert para los episodios de Detective y Batman.
En definitiva, “¿Qué fue del cruzado enmascarado?” es un resumen nostálgico de Batman. Un recomendable ejercicio de retrospectiva y de entendimiento del personaje en el que no hay que buscar nada más, ya que hay muchas otras historias que han definido al personaje. Si se hace de otra manera es muy posible que su lectura lleve a la decepción o a un extraño sentimiento de inocuidad. Puede ser considerado un what if o una historia fuera de continuidad pero lo que es indiscutible es que estamos ante una obra sobre la esencia de Batman, el protector de Gotham, así que los más natural es que sean los seguidores clásicos del personajes los que se acerquen en masa a buscarla y los que la disfruten más.
Bat-Saludos.
