Es la hora de las tortas!!!

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Reseña – Batman: Barcelona, el Caballero del Dragón

 

BATMAN: BARCELONA, EL CABALLERO DEL DRAGÓN
Guión: MARK WAID
Dibujo: DIEGO OLMOS
Portada: JIM LEE
Formato: Libro cartoné, 48 págs., a color.
PVP: 5,95 €
Edición original: Batman in Barcelona: Dragon’s Knight USA
Editorial: Planeta DeAgostini

Está claro que afrontar la crítica de una obra como ésta no es una tarea fácil. Por la sencilla razón de que no despertará las mismas pasiones entre los barceloneses que entre el resto de lectores.

El Caballero del Dragón es una obra concebida especialmente para los lectores españoles. Una concesión a la galería, si se me permite la expresión. No es una gran obra, ni pasará a la historia por méritos propios (no es la primera aparición de Batman fuera de Gotham, como todos sabemos), sino tan sólo por ser la primera edición simultánea de un tebeo en EE.UU, España e Italia. ¿Venderá mucho en Italia? Probablemente tanto como aquí vendería un Batman: Milán.


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El guion de Mark Waid es, como se venía diciendo, una historia de las de toda la vida: el villano fugado de Arkham, el superhéroe que le persigue, la chica, la confrontación con las fuerzas del orden… No esperemos aquí un argumento rebuscado, una historia con intríngulis, un retorcido giro final. Mark Waid va a lo que va: quería poner a Batman en Barcelona y se ha sacado de la manga la comparación con la leyenda de San Jorge y el Dragón, tan popular en Cataluña. Lejos de megasagas psicotrópicas y crossovers, se agradece de vez en cuando un relato tradicional y entretenido.

El dibujante Diego Olmos cumple sobradamente. Poco amigo del virtuosismo gráfico, su Batman es dinámico, oscuro, amigo de las sombras. Por el contrario, al dibujar a Bruce Wayne, al que vemos casi siempre de día, Olmos aprovecha la abundante documentación sobre su ciudad para mostrarnos una Barcelona luminosa, radiante, como la que se vivirá, esperemos, en el inminente Saló del Cómic. La recreación que Olmos hace del MNAC, la Sagrada Familia, la Monumental, la Gran Vía, son guiños a los lectores locales, antes que decorados necesarios para la historia. Batman bien podría haberse movido por zonas tan poco turísticas como Poble Nou u Horta, pero gran parte del atractivo del tebeo es ver a este icono del cómic desenvolviéndose en ambientes más conocidos e identificables. La ruta que Batman sigue desde su Batcueva barcelonesa (una idea original, la de las batcuevas repartidas por todo el mundo, aunque tal vez discutible) hasta el lugar donde Killer Croc está sembrando el pánico es real, y los que conocemos la ciudad y la hemos recorrido podemos seguir mentalente ese trazado con facilidad.

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Marta Martínez, colorista aragonesa afincada en Barcelona, es un importante valor añadido al tebeo. Con un predominio de los tonos marrones al colorear la ciudad, capta perfectamente el ambiente “antiguo” de zonas como la Rambla o el Paseo de Gracia, la Monumental o el interior del Hospital de Sant Pau. A Marta ya la hemos visto coloreando las portadas de Martian Manhunter y Justice League of America, y el interior de algunos números de Wonder Woman, Superman y Teen Titans.

Por último, el portadista Jim Lee hace lo que mejor sabe hacer: imágenes impactantes que inviten a comprar el tebeo. Pese a la evidente metedura de pata en su ilustración de la Sagrada Familia (que él mismo reconoció y por la que pidió disculpas en la rueda de prensa), su Batman es y será un personaje imponente y poderoso, y no hay duda de que Lee es, en palabras de Waid, uno de los dibujantes de cómics más influyentes del siglo XXI.

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La edición de Planeta, 48 páginas cosidas en cartoné, tiene un tamaño algo mayor que el de un cómic book normal, y ligeramente inferior al de un Absolute (por lo que irá a la balda de éstos últimos). Cuenta con un prólogo del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y lo complementa un artículo del representante de artistas David Macho, entrevistas a los autores, el diseño de la portada paso a paso y el proceso de creación de una página, desde el guion escrito hasta el acabado final a color.

Como historia de Batman, no destaca sobre las demás, pero supone una interesante lectura para barceloneses curiosos y coleccionistas.