Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: Una amante complaciente

amantecomplacienteportada

Una amante complaciente
Xavier Àgueda
170 páginas de elegante y sofisticada prosa
210 x 148 cm.
15 euritos

Conozco a Xavi (es colega, yo le llamo Xavi) desde hace aproximadamente 10 años, de una de esas quedadas que hacíamos los blogueros. Inocentes de nosotros, hartos de hacer comentarios unos en los blogs de otros, decidimos un día quedar en persona para ponernos cara y ver si de verdad éramos tan guapos como decíamos ser en nuestros blogs de cómics (¿notáis la ironía?). Ahí conocí a El Listo (entonces aún no era Xavi). Luego un día hasta le invité a cenar a casa, junto con otras eminencias, y hubo makis, y tortilla de patatas, y tequila… y él llevaba puesta una camiseta de El Listo.

posando2ts

¡Había chicas! ¡HABÍA CHICAS!

Por aquel lejano 2006 no es que El Listo (Xavi dice que una cosa es él, y otra su personaje, pero a mí no me engaña) fuera un personaje tan conocido como lo es ahora. Sí, tenía sus lectores, pero no es la figura mediática actual, presente en todos los saraos, invitado de lujo en charlas, exposiciones de cómic y algún que otro museo. Pero haciendo alarde de una increíble visión comercial, Xavi empezó a hacer camisetas y a lucirlas por ahí. De hecho, creo que he visto más camisetas de El Listo que de Calvin & Hobbes, para que os hagáis una idea.

A donde quiero llegar es que Xavi es muy consciente de sus limitaciones como dibujante, pero las aprovecha muy bien. Es como Mauro Entrialgo (y aquí sé que a Xavi le hará mucha ilusión que le compare con él): sus dibujos no son gran cosa, pero lo que cuenta es su ácida visión de la realidad, de las relaciones entre amigos, o entre hombres y mujeres. El Listo no es tan cáustico (o tan hijoputa) como Herminio Bolaextra, pero es mucho más entrañable y se le acaba cogiendo cariño.

100_0679

Así dibujaba en 2007, y no ha mejorado mucho.

El caso es que ahora que me veo en la tesitura de redactar una reseña de su último libro, Una amante complaciente, no sé qué decir, salvo que todo lo que cuenta en él es la pura verdad. Lo sé porque algunas cosas las he visto y vivido con él, y Xavi no es de los que se tira el moco para fardar (salvo cuando liga, que ahí ni lo sé ni lo quiero saber).

Y toda esta parrafada, ¿para qué, si de lo se trata es de hablar del libro? Pues que Xavi es un amigo, y todo lo que pueda opinar sobre su libro estará impregnado de un barniz de cariño y respeto que hará de ésta una reseña completamente parcial. Me hubiera gustado ver mi nombre en algún momento, aunque fuera de pasada, que al fin y al cabo yo también hacía webcómics, y me codeo con la elite de dibujantes de Barcelona (más bien me empujan a codazos, pero me hace ilusión rozarme con ellos).

Una amante complaciente es la historia de El Listo y las aventuras que corrió Xavi hasta la fecha, y por qué es lo que es y está donde está. De sus orígenes como uno de los primeros webcomiqueros españoles, de sus líos con la prensa online, de las relaciones con otros autores y editores… En resumen, todo lo que cualquiera interesado en los webcómics debería conocer. El Listo es uno de los personajes decanos de las historieta online española, y tiene pinta de seguir dando la brasa durante muchos años.

amantecomplacientecontraportada

Por mucho que Xavi me jure y perjure que el de la foto es él, sigo sin creérmelo

Xavi no es un gran dibujante. Como escritor, tiene ese estilo naïf de Frank McCourt (que fíjate, bien vale un Pulitzer) que parece que más que estar leyendo un libro te lo esté contando el mismo autor frente a un par de cervezas. Pero sus tiras, aparentemente hechas en una sentada de wáter, están estudiadas al milímetro. Y Una Amante Complaciente está escrito como unas memorias trempadas tempranas: en su relato hay sitio para la nostalgia, para la camaradería, para la sonrisa y para la risa descarada. Guardaré este libro en mi estantería con mucho cariño, pero con el lomo hacia dentro, porque entre el color y el título, como lo vean las visitas se van a pensar que leo cochinadas. Y eso no.