Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Entrevista con Esteban Maroto en el Saló del Cómic de Barcelona 2015

Uno de los autores que tuvimos la gran fortuna de conocer y entrevistar el pasado Saló del Cómic de Barcelona es el gran autor Esteban Maroto, que presentaba su Leyendas de San Jorge (ya reseñado en esta web aquí).

Siendo un autor que no se prodiga mucho por salones en nuestro país, ha sido una oportunidad única para encontrarnos con él y que nos dedique unos minutos de su tiempo a responder unas preguntas. Agradecemos a la gente de Planeta Cómic sus gestiones para concertar esta entrevista.

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Esteban, qué tal, buenas tardes.

Hola, muy buenas tardes

En primer lugar, ¿por qué decidió que quería ser dibujante?

Huy, eso es muy complicado. Del pasado casi no se puede hablar, porque como el pasado no se puede modificar, es mejor olvidarlo (RISAS).

¿Tuvo en su infancia algún género favorito?

Sí, siempre la fantasía. La fantasía y dibujar señoras (RISAS).

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Portada de la revista Trinca, con una historieta de Maroto

¿A qué se habría dedicado, de no ser dibujante / ilustrador?

Bueno, yo estudiaba para ingeniero de caminos, y estaba en la universidad. Lo que pasa es que mi pasión siempre había sido dibujar, y al final decidí dejarlo. Entonces se llamaba ayudante de obras públicas, y de ahí se pasaba a ingeniero de caminos. Pero en segundo de obras públicas decidí dedicarme por completo a dibujar.

Sin embargo, lleva desde muy joven, desde que tenía 13 años, abocetando y dibujando cosas.

Efectivamente, siempre he trabajado. Ha sido mi pasión. Lo que pasa es que tenía una cierta facilidad para estudiar y claro, para mi familia, en aquella época dejar de estudiar una carrera para ponerse a dibujar tebeos era bastante complicado.

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Dibujo original de Esteban Maroto

¿Le gusta más dibujar cómics o hacer ilustraciones?

A mí me gusta la imagen, pero la imagen es un sentido mágico. Fíjate que en muchas religiones está prohibida la imagen. Pasa lo mismo con el sonido. Pero particularmente, en la imagen el concepto mágico se representa en dos dimensiones. Conseguimos representar cosas, no solamente la vida y su alrededor, sino emociones, que es lo que a mí me interesa. Por eso me interesa la música, me interesan las imágenes, me interesa el cine, me interesa todo lo que tenga que ver con el mundo de la imagen.

Me interesa muchísimo la literatura: yo tuve la desgracia de quedarme huérfano muy joven, con cinco años, y entonces he sido un niño muy solitario, y cubría todos mis huecos leyendo. Soy un lector enloquecido, prácticamente. De todas las cosas que yo he asimilado en mi vida, trato de expresarlo. Pero no con un medio solo, me gustaría hacerlo con cualquier tipo. La ventaja que tiene el dibujo es que es el medio más sencillo: hacer cine es muy complicado, también intenté hacer teatro… Pero requiere una serie de elementos. Pero escribir y dibujar es muy sencillo, es un hombre solo con un tablero (un hombre o una mujer, que las mujeres están ahora completamente de moda).

Lo que sí me interesa es expresar ideas y sentimientos, bien con un dibujo, un texto… Por eso, ahora esta nueva forma de novela gráfica es lo que me gusta, porque el cómic se está volviendo demasiado laborioso, y sin embargo hacer una mezcla de imágenes y de texto creo que puede ser una de las soluciones para el futuro.

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Ilustración de She-Ra

¿Cuáles fueron sus influencias cuando era joven, a quién le hubiera gustado parecerse?

A Alex Raymond. Mi hermano era doce años mayor que yo, y tenía una colección de tebeos de Flash Gordon que era su locura. Los tenía guardados en el altillo de casa, y yo cuando podía se los cogía. Esa fue una de las primeras veces que empecé a dibujar. Yo noté que las mujeres del tebeo estaban censuradas, y como yo tenía acceso a papel vegetal porque mi hermano era delineante, yo cogía un papel vegetal y volvía a dibujar las señoras quitándoles la censura. Esto tenía un éxito tremendo en el colegio, donde la gente sólo quería ver los dibujitos míos, y me los cambiaban. Todo estaba muy bien hasta que me lo descubrió el maestro (RISAS). La ventaja es que a lo que me “condenaron” fue a que tenía que hacer los dibujos en la pizarra. Tuve que ilustrar la Biblia, hacía cada cosa que… Pero a mí me fue muy bien. Y a partir de ahí ya fue una cadena siempre.

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Diseño del personaje Amatista para DC Comics

¿Quién es su mejor amigo en la industria del cómic, y con quién le gustaría llevarse mejor?

Mi mejor amigo de siempre es Enric Torres, que es el portadista de Vampirella. Es una amistad de muchísimo tiempo, trasciende el mundo de la profesión, es otra cosa. Además, Enric es una verdadera maravilla. Me ayuda, es el que me ha enseñado a pintar y a colorear. A mí me gusta mucho dibujar, pero pintar requiere una técnica y requiere unos conocimientos especiales. Afortunadamente me llevo bien con absolutamente todo el mundo. He conocido además a Milton Caniff, a Will Eisner, a Guido Crepax, a Sergio Toppi… Es muy curioso que la gente, cuanta más categoría tiene, más cercanos son. Ha sido una verdadera maravilla, para mí ha sido una lotería poder hablar con toda esta gente. Y cuando además me decían que les gustaban mis dibujos, pues imagínate… Tengo dibujos dedicados de Will Eisner, de Caniff, de Frazetta, de Al Williamson. En este libro (Leyendas de San Jorge) hay un homenaje a Al Williamson.

Lo que pasa es que a la vez, es una profesión extraña, porque al ser demasiado solitaria genera también muchas envidias y muchos recelos. Es muy complicado. Sólo faltaba ahora que entrara esto de internet, que está complicando demasiado las cosas. Yo prefiero ser un “lobo solitario”, pero teniendo en cuenta que se está dentro del mundo. La conexión, mi pasión, son los libros. Leer, ver películas, pero principalmente leer, esa es mi verdadera pasión. Luego, estoy prácticamente todo el día solo.

Tuve una serie de experiencias, tuvimos el grupo de La Floresta, con Carlos Giménez. Al principio, cuando empezábamos teníamos un estudio Carlos Giménez y yo, en Madrid. Después estuve trabajando en el estudio de Selecciones Ilustradas, y aquí fue donde conocí a mi esposa, que era la secretaria de Toutain. Pero a partir de ese momento he preferido siempre trabajar solo. Hicimos una cosa en colaboración, el “5 por Infinito”, que yo dibujaba los guiones. Pero fue una experiencia un poco particular. Muy enriquecedora para unas cosas, pero al final uno tiene que ser responsable de sus propios actos.

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Diseño del personaje Satana para Marvel Comics

¿Hay algún personaje o alguna serie que se negaría a dibujar?

No. Me ofrecieron una vez dibujar la biografía de Franco, y por supuesto dije que no. He dibujado casi todos los temas, lo único que no he hecho nunca ha sido guerra. Pero era por una cosa puramente de documentación: para dibujar guerra tienes que conocer cómo es un tanque, cómo son los soldados… A mí lo que me gusta dibujar es fantasía. Me gusta mucho documentarme.

Me gustan mucho los pintores de principios de siglo, todo lo que tiene que ver con el mundo de la pintura. Y de alguna manera lo que he tratado ha sido incorporar ese mundo de la pintura y los ilustradores al mundo del cómic. Algunas veces no se ha entendido bien, y han dicho “Esteban ha copiado de aquí”, pero mi intención es ampliar ese mundo, que las cosas no se acaban en el cómic, que es una sucesión y una cosa te lleva la otra.

Cuando yo vine a Barcelona, había como unas escalas para los dibujantes: primero eras dibujante, luego eras ilustrador, luego eras portadista, y luego por último eras pintor. Lo que he intentado es subir todas las escalas, pero luego me he dado cuenta de que con lo que sentía más a gusto es con lo de ser dibujante, aunque curiosamente es lo que está peor pagado. Es una cosa muy triste que por una página de historieta pagan muy poca cantidad, y por una ilustración o una pintura pueden pagar lo que quieran, cuando la mayoría o bastantes pintores e ilustradores no creo que supiesen desarrollar una historieta. Qué le vamos a hacer…

En 60 años de carrera, si tuviese que quedarse con una de sus obras, ¿cuál sería?

La siguiente (RISAS). No me gusta hablar de las cosas anteriores. El pasado, como te decía antes, no se puede modificar. Lo que sí puedes es desde el presente construir el futuro, y hay que tratar de inventar. Afortunadamente tengo muchas ideas: tengo más ideas que tiempo para realizarlas. Mi esposa me dice siempre que soy una máquina de fabricar cosas, lo cual me produce por un lado satisfacción, pero por otro lado angustia, porque muchas cosas no dan tiempo a realizarse materialmente.

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Anuncio de la colección Zatanna, de 1993

Durante casi toda su carrera ha ido alternando obras para el mercado norteamericano y para el mercado español. ¿Cuáles son las diferencias básicas para trabajar dirigiéndose a uno u otro mercado?

El principal problema ahora está con los guiones. Ahora hay dos clases de dibujantes: el dibujante creador, que crea su propia historia y el dibujante que dibuja lo que otros hacen. Ahora en EEUU y en casi todas partes del mundo menos en España tienen sus propios guionistas y no dejan entrar. Durante un tiempo pude hacer guiones propios para EEUU e ilustrarlos, pero desde el momento en que entró la industria del cine quieren tener siempre los derechos. Por eso es muy difícil hacer una historia en la que tú hagas los guiones y el dibujo.

Últimamente he estado trabajando para el mercado italiano y también sucede esto. Quieren tener el control físico de sus personajes por si surge la oportunidad de hacer una película o una serie de televisión. Lo que sucede es que en España hay maravillosos dibujantes y se adaptan a dibujar sólo. Yo he tenido que hacer cosas para subsistir, incluso en la actualidad tengo muchas veces que dibujar guiones que no son míos.

Es uno de los artistas más representativos de Vampirella, que es un personaje que es un icono en los EEUU, pero que nunca ha sido demasiado popular en España. ¿A qué cree que es debido eso?

Vampirella es un fenómeno muy curioso. Sin embargo, el personaje que ahora ha cogido más importancia es Red Sonja. Yo dibujé el bikini [metálico]. Por eso te explicaba antes lo de los derechos. Stan Lee no quiso que yo continuase en la serie, que hiciese el cómic-book, sino que lo siguió Frank Thorne. Y entonces a mí me tenían para crear distintos personajes. Yo he creado Satana, la hija del Diablo… Y luego me cogieron los de DC y me querían para lo mismo. Querían reactivar algunos de los personajes: hice Zatanna, hice Amatista y cambié su vestido, dibujé Las Crónicas de Atlantis… y empecé a dibujar para otra compañía, que se llamaba Topps, siempre para crear personajes que de alguna manera luego desarrollaban ellos. Eso ha sido un estigma para toda la vida, pero estoy contento. Lo hice en Alemania: cree un personaje que se llamaba Capitán Terror, y otro que se llamaba Korsar, y en vez de desarrollarlo yo lo desarrollaba otra persona. Hacía el primer y segundo episodios y luego el resto de episodios los cogían otras personas. Pero así es el mundo de la industria.

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Ilustración recogida en el recopilatorio Wonders

Hemos visto en películas como El Gran Vázquez o en obras como El Invierno del Dibujante, de Paco Roca, cómo era la vida de los dibujantes en España en la época de la postguerra. ¿Ha tenido ocasión de leer esta obra o ver esta película y ver si era realmente como nos lo pintan?

Es muy complejo. Cada persona es una historia, y la interpretación de la realidad es muy compleja, porque cada uno tenemos una historia que contar. Yo, por ejemplo, he vivido todo el boom de Selecciones, y cada vez que oigo contar una historia de Selecciones, es completamente diferente. Yo contaría mi historia. A veces me han pedido “¿por qué no escribes, o haces una especie de memoria?”. Y digo que no, porque sería MI memoria, y me interesaría a MÍ. Yo veo a veces cuando alguien escribe, que siempre acaba siendo positivo hablar de este mundo. Lo que pasa es que las interpretaciones son muy especiales. Como se vive dentro de una torre de cristal, al estar todo el día solo se magnifican las historias y se deforman los recuerdos con el tiempo. Te acabas creyendo tus propias cosas y acabas fabulando sobre esos recuerdos. La época de Toutain fue tan maravillosa, hubo tal explosión de gente, de dibujos, de hacer, de moverse… Cada uno cuenta la historia según le ha ido y arrima el ascua a su sardina. Ya está bien así.

No somos como somos, sino como nos ven los demás, es un concepto un poco filosófico. Yo no soy demasiado partidario de las biografías. Sirven en cuanto a novela, así me parecen perfectas, pero reflejar la realidad es muy difícil. Además, la historia la escriben siempre los vencedores. La escribe el que ha ganado y la escribe desde un prisma siempre muy interesado. Me interesan más los valores más éticos de la persona, que son más complejos de lo que parece. Hay mucha rencilla, mucha envidia… Todo el mundo se cree, o nos creemos, que es dios, que de alguna manera “yo soy el mejor, el mundo está en contra mía”. Si funcionas, eres el mejor, y si no funcionas es que te han hecho el vacío. Procuro estar lo más tranquilo posible (RISAS).

Muchísimas gracias por su tiempo. Ha sido un honor tenerle aquí con nosotros, y esperamos poder disfrutar de su presencia en más salones más a menudo.

Lo importante es que compréis los libros que vaya sacando (RISAS), o por lo menos que sepáis que estoy vivo.

Por muchos años, y muchísimas gracias.

El audio de esta entrevista ya está disponible en el canal de Ivoox del Podcast de Es La Hora De Las Tortas!!! Seguidnos también por twitter.