Saludos, mis queridos lectores. Hoy os propongo una pequeña reseña sobre una obra maestra. Y puede qué os preguntéis porqué será corta si trata de una obra maestra. La respuesta es que me queda poco para q
ue salga el dirigible de eter rumbo a Marte, donde estoy invitado al aniversario del Club de Jóvenes científicos y ando mal de tiempo.
Hoy toca: SPIRIT OF WONDER ( SW ) de Kenji Tsuruta.
SW es pura poesia. Su autor, Kenji Tsuruta , es un autor lento para ser mangaka. Y se dice que dibuja él solito, sin ayudantes ni plantillas.
Ohhhhhhhhhhhh…
Eso mismo digo yo, lectores queridos. Los tres tomos en los que Glenat publicó esta serie se pueden diferenciar en historias autoconclusivas sueltas, las historias del Club de Jóvenes Científicos y las desventuras de China con sus inquilinos.
El guión de esta obra es suave. No pasa nada, o casi nada. Vemos el dia a dia de los protagonistas, desde la cientifica que busca el tesoro escondido de su abuelo ( 2 veces Premio Nobel ) al servicio a los marineros de China en su bar. O las compras de material científico por parte de Jim.
El ritmo es suave, casi parece que estamos ahí, en cada viñeta, viendo como la acción transcurre en tiempo real.
Las historias cortas son eso, escenas sueltas algo alargadas. Quizás las más tristes de la seria, pero 
no demasiado dramáticas ( espolier del tamaño de Godzilla, casi todas terminan bien ).
Las más flojas son, para mí, las de la científica de la NASA. No sé,parece que les falta algo, información sobe lo que está pasando. Termináis la lectura pensando que faltan bocadillos de texto.
Las de China ( Miss China, como se titulaba la serie en la edición en fascículos de Planeta ) mezcla amor, comedia y algo de aventura. No voy a decir que evoque continuamente a aquella amaz
ona que se convertía en gata, pero si que la recuerda.
Y los científicos…Ah, los científicos. Melancolía, sueños de juventud, últimas oportunidades…En cualquier momento podría aparecer por sus historias un cerdo pilotando un hidrocanoa y no estaría fuera de lugar.
El dibujo es precioso. Detallado, estilo plumilla, con volumen. Con unos personajes detallados e inconfundibles que viven en
unos escenarios totalmente llenos de detalle. Nada de linea limpia aquí, sino detalles y volúmenes conseguidos a base de lineas y curvas. El movimiento se nos hace correcto y real, sin excesos ( ni cómicos ni aventureros ). Y salen dirigibles.
Ya sabéis que todo mejora con dirigibles.
La obra incluye un pequeño glosario sobre los personajes y objetos de este Universo ( o Universos ) estilo 1889 ( que es como los reseñadores roleros de la vieja escuela llamamos a los mundos tipo steampunk 😉 ).
Tenía esta obra en casa desde hace años, pero este año vi, por solamente diez eurillos, la edición en cofre ilustrado. Y ahora la tengo repetida.
Y el cofre de esta serie es un ejemplo de como tienen que ser los cofres de coleccionista.
¿Por qué leer SW?
Bonita, poética, bien dibujada. La escena de como Jim le consigue su anillo a China es de lo más bonito y romántico que he leído en manga.
¿Por qué no leer SW?
Se hace lenta. No es una serie para amantes de lecturas ( e historias ) rápidas, veloces, con peleas o monstruos.
Y ahora, si me disculpáis, debo embarcar hacia Marte.
