Título original: Manga de dokuha, Analects
Traducción: Marta E. Gallego Urbiola, DARUMA Serveis Lingüístics, S.L.
Fecha de aparición: 02/09/2014
Encuadernación: Rústica
400 pag.
12 x 16.3 cm
ISBN 978-84-254-3341-2

SÍNTESIS:

Confucio (551-479 a. C.), el gran sabio de la antigua China, vivió en una época política y socialmente turbulenta. Miembro de la pequeña nobleza tradicional, pensó en conseguir para su país estabilidad y orden. El gobernante ideal para el Estado ideal, según Confucio, sería el hombre que llega a ser virtuoso a través de la cultura, el conocimiento y el ejercicio de la virtud.

En sus viajes por todo el país Confucio arrastró tras de sí a unos 3000 discípulos, que se encargaron de redactar sus diálogos con el Maestro y propagar sus ideas por toda Asia. Estos escritos se compilaron bajo el título de Analectas, convirtiéndose en el texto de referencia del confucianismo.

Para Confucio, el amor al estudio, los valores humanitarios y la integridad son los medios necesarios para el perfeccionamiento personal y la armonía social. Sin duda, estas enseñanzas contienen una filosofía práctica, para la vida, que tiene vigencia todavía hoy.

El reciente lanzamiento de la división de mangas de Herder Editorial es una incursión en la doctrina confucianista que usa como vehículo a Muu Ushiyama, una profesora sustituta de un instituto japonés. El confucianismo, según nos cuenta, no es una religión ni una filosofía, sino un estilo de vida basado en el deseo de adquirir conocimiento continuamente. Esta profesora marcará especialmente a cinco de sus alumnos, a quienes veremos crecer y madurar bajo el prima de sus enseñanzas

“¿No es una alegría aprender algo y después ponerlo en práctica a su debido tiempo? ¿No es un placer tener amigos que vienen de lejos? ¿No es rasgo de un caballero no incomodarse cuando se ignoran sus méritos?”

Las Analectas son la recopilación que hicieron los discípulos de Confucio de las enseñanzas de éste, tras su muerte. Confucio basaba sus ideas en cinco virtudes: sabiduría, integridad, corrección, justicia y humanitarismo. Aquél que reuniera dichas cinco virtudes se convertiría en la élite moral y espiritual, a lo que toda persona debería aspirar.

“El tiempo libre de la política debe dedicarse al conocimiento. El tiempo no dedicado a aprender debe dedicarse a la política”

En la edición de Herder, como es habitual, aparecen omitidos los nombres de los autores, pero el estilo está más alejado del estándar imperante en los tomos anteriores. Es un dibujo con más personalidad, más expresivo. Y el guion tiene momentos de humor, un detalle que ayuda a asimilar mejor las enseñanzas. Después de todo, las Analectas no son sino frases sueltas, que aunque giran alrededor de unas ideas constantes, requieren de un esfuerzo de interpretación para poder ponerlas en práctica y no tomarlas de manera literal.

“Un caballero es tolerante y libre. Un hombre del vulgo siempre está lleno de ansiedad y temor”

Este tomo, desde luego, ha conseguido despertar mi curiosidad, con lo cual me acercaré a mi biblioteca habitual a pedir una copia de las Analectas para aprender más sobre el confucianismo. Después de todo, ése es el objetivo de estas adaptaciones, ¿no?