Título: Hércules
Título original: Hercules: The Thracian Wars
Dirección: Brett Ratner
País: Estados Unidos
Año: 2014
Fecha de estreno: 05/09/2014
Duración: 98 min
Género: Aventuras, Acción
Reparto: Dwayne Johnson, John Hurt, Ian McShane, Rufus Sewell, Joseph Fiennes, Aksel Hennie, Rebecca Ferguson, Antje Traue, Ingrid Bolsø Berdal, Irina Shayk
Distribuidora: Paramount Pictures
Productora: Paramount Pictures, Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Spyglass Entertainment, Nimar Studios, Film 44, Origo Film Group
En el póster internacional no sale la novia de Ronaldo. ¿Por qué creéis que será?
Hablar de esta película es tratar tres temas polémicos: la capacidad de Brett Ratner como director, la capacidad de Dwayne Johnson como actor y la capacidad de Steve Moore como negociador.
Uno se acerca al cine de Brett Ratner con aprensión, dispuesto a ver una mala película. ¿Por qué? ¿Es que aún tenemos clavada la espinita de X-Men 3? ¿Es motivo para pasar por alto estupendos entretenimientos como las tres partes de Hora Punta (vale, la tercera se atraganta un poco, es la maldición de las terceras partes), El Dragón Rojo y After the sunset? Habiendo ya demostrado su valía en la comedia y en el thriller, era el momento de volver a la gran superproducción de acción con (muchos) efectos especiales.
El mero hecho de haber dirigido a Jackie Chan ya hace que el cine de Ratner sea defendible
¿Qué decir de Dwayne Johnson? Forjado en las artes interpretativas en esa academia del dolor que es la WWE, era el actor perfecto para interpretar a Hércules. ¿Qué más dan sus carencias interpretativas? The Rock ES Hércules. Tiene unas espaldas que llenan la pantalla. Creo que yo cabría dentro de su caja torácica (y habría sitio para una neverita con bebidas). Si voy a ver a Hércules en el cine me lo tengo que creer. Y para este papel (sobre todo para este Hércules) prefiero a un culturista que actúe regular antes que a un buen actor que haya hecho pesas seis meses.
Por último, el escándalo Steve Moore. Hubo un poco de ruido en internet por las declaraciones de Alan Moore pidiendo el boicot de la película, a causa del mal trato que había recibido el guionista de cómics Steve Moore (en cuya obra Hercules: The Thracian Wars se basa la película). Resulta que la productora MGM incluyó en los créditos el nombre del guionista para ayudar a vender la película (aunque lo cierto es que a la mayoría ni siquiera les sonaba), algo a lo que Steve Moore se negó. Ahora que Steve Moore ha muerto, el cascarrabias de Alan pide que se haga justicia llamando al boicot a los asistentes al cine. Algo contraproducente, porque lo único que va a conseguir es atraer más atención para el film (algo parecido al Efecto Streisand).
Una vez puestos en antecedentes, ¿qué encontramos cuando vamos al cine a ver Hércules? Épica, acción, adrenalina, intriga, batallas de ejércitos, músculos (muchos, descomunales, el horror)… Justo lo que esperamos ver. Ni más ni menos. En realidad, un poco más, porque me acerqué con las expectativas tan bajas que iba barriendo el suelo con ellas.
La película juega con el concepto de divinidad y leyenda. ¿Y si Hércules no fuera un semidios, sino un mortal tremendamente fuerte cuyas hazañas hubieran sido convenientemente exageradas para aumentar su fama? ¿Y si no las hubiera realizado solo, sino con la ayuda de un grupo de amigos (como me comentó mi amigo Chacal, con quien asistí al pase de prensa, “una suerte de Equipo-A mitológico”)?
A destacar, además de la presencia de Dwayne Johnson (madre mía, cómo se ha puesto este tío, lo que hacen los esteroides), el reparto de lujo, con fan favourites como John Hurt, Rufus Sewell, Joseph Fiennes o Ian McShane.
Niños, las drogas son ma– ¡una leche, van a ser malas! ¡Yo quiero de eso!
Eso sí, aviso a navegantes: los que acudan al cine atraídos por el reclamo de la novia de Cristiano Ronaldo, olvidadlo. No aparece en pantalla ni 30 segundos, y además en flashbacks y vestida (bueno, asoma un poco de nalga, pero ya). O sea, que si es por eso, no.
