Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: “Demasiada pasión por lo suyo”

Reseña: “Demasiada pasión por lo suyo”
Guion
Raúl Cimas
Dibujo
Raúl Cimas
Formato
192 pags en blanco y negro. 15 x 21 cm. Encuadernación: Rústica con solapas
Precio
15 EUR
Editorial
Blackie Books. 2016

En este mundo probablemente haya más flipados que nada. Hay más flipados que chinos, más flipados que católicos, hay más flipados que autónomos. Hay más flipados que calvos con perilla, más flipados que tatuajes tribales… Hay flipados intermitentes, hay flipados alternativos, hay flipados furtivos, hay gente que solo se lo flipa en sueños…

Demasiada pasión

Hace 15 o 20 años la oferta de cómics en nuestro país era muy limitada. Estaba el cómic de superhéroes que publicaban Forum (Planeta), Zinco y NORMA, el cómic europeo de Glénat y NORMA, y el manga de Planeta y sí, NORMA. El cómic underground estaba en vías de extinción junto con su medio natural, la revista, y la producción española estaba limitada a los grandes y famosos, y algunos fanzines hechos con fotocopias y grapas.

Pero de entonces a ahora hemos vividos dos fenómenos que han hecho crecer esta oferta de manera impresionante. Por un lado internet ha permitido que cualquiera (y subrayo cualquiera) pueda hacer llegar sus historietas e ilustraciones a un público mucho más amplio que el que hubiera podido alcanzar con los fanzines. Por otro lado, han nacido infinidad de editoriales (algunas con mejor fortuna que otras) que se dedican a cubrir nichos de mercado para todos los gustos.

Con esto la oferta de cómics actual en nuestro país ha alcanzado cotas inimaginables hace años. Esto tiene la ventaja de que se publican cosas que nunca se habrían publicado, pero también se publican cosas que no deberían haberse publicado nunca.

El tebeo de Raúl Cimas Demasiada pasión por lo suyo es un claro ejemplo… de uno de estos dos casos.

demasiada pasión

Raúl Cimas es un cómico conocido fundamentalmente por su participación en La Hora Chanante, Muchachada Nui y Museo Coconut, además de haber colaborado en diversos programas de humor y hacer monólogos. Le descubrí hace muchos años, antes de que se hiciera famoso (momento hipster), y me pareció uno de esos humoristas tan buenos que no necesitan muecas ni voces raras para ser graciosos. Sus rasgos, su propia voz y su gracia y sentido de humor le convierten en un “natural”. Como decían Famino y Cansado: “somos tan buenos que no necesitamos vestirnos de mujer”.

Pero Raúl sufre uno de los males intrínsecos de los artistas: la ambición de polivalencia. En todo el mundo, los músicos quieren protagonizar películas, los actores quieren grabar discos, los presentadores de televisión quieren escribir novelas, los novelistas quieren salir en la televisión… y los humoristas quieren dibujar tebeos. Sobre todo si han estudiado Bellas Artes.

En algunos casos, esta polivalencia funciona. Barbra Streisand ha demostrado su valía tanto en la música como en el cine, Dennis Hopper ha resultado ser un excelente fotógrafo y… ¿os creeríais qe Jackie Chan es uno de los cantantes de más éxito en Asia? Pues ahí lo tenéis, petándolo.

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Pero lamentablemente esto no siempre es así. Me gustaría poder decir que me ha encantado el Cimas autor de cómic tanto como el Cimas monologuista (como actor, reconozco que es muy limitado). Pero el humor absurdo no siempre funciona trasladándolo a otros medios. En la pantalla los actores controlan el timing y las voces y gestos son esenciales. Imaginaos una versión en cómic del Monty Python’s Flying Circus. Difícil, ¿verdad? Pues ocurre aquí lo mismo. Demasiada pasión por lo suyo parece un intento de trasladar los alocados personajes de La Hora Chanante al papel. Con desiguales resultados.

Personajes como Flíper Nazarin son un gran descubrimiento, desde luego. Interpretado por Ernesto Sevilla. Y su sobrino Lucas no puede ser otro que Carlos Areces. Los conceptos “persono” y “humor mínimo” son magníficos, no lo pongo en duda. Aunque en realidad lo de “humor mínimo” se lo inventó Vigalondo. Sí, Demasiada pasión por lo suyo tiene momentos muy buenos, pero da la impresión de que ha sido más fruto de un ramalazo “si Joaquín Reyes y Carlos Areces hacen tebeos, yo no voy a ser menos) que de tener algo realmente interesante (o al menos más divertido) que contar. Esto lo hace alguien anónimo, y no lo ve nadie. Vende el autor, no su obra.Demasiada pasión

Y ése es un mal endémico del artista. Todos quieren ver su obra en un formato físico: el músico no sólo quiere tocar, también quiere grabar un disco; el escritor no sólo quiere escribir, también quiere que publiquen sus novelas, y el pluriartista quiere ver su película en las marquesinas, su disco en las estanterías y su libro en las mesitas de café de todas las casas.

Raúl Cimas es un gran humorista en un plató y sobre un escenario, pero como autor de cómic no ha conseguido conquistarme. Esperamos que su próximo trabajo sea más sólido.