Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Reseña: Museo

Pedro de Matos, “Lograi”, reseña Museo para ELHDLT:

Hace varios meses, en los recovecos de Subcultura, página de referencia del webcómic en lengua castellana, se iban escuchando ecos relacionados con algo llamado Museo.

Aunque parecía haber más de uno que sabía de qué iba la cosa, no éramos pocos, en cambio, los que nos preguntábamos qué era ese Museo del que tanto se hablaba y tan poco se sabía, y qué era lo que pasaba por la cabeza de gurrupurru.

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El artista y la musa es, sin duda, uno de los trabajos de más populares en Subcultura. Es por eso que a nadie debía extrañarle que a su autor, Carlos Rioja, gurrupurru, se le ocurriese en algún momento la idea de sacar en papel su historia de ¿amor? entre un vago artista y su enérgica musa.

Sin embargo, la sorpresa fue lo que finalmente nos trajo: Museo, un tomo autoconclusivo compuesto por él y por otros trece autores, en el que la Musa debía, acompañada por el Artista, cruzar 10 templos cual protagonista de Los Caballeros del Zodíaco, en cada uno de los cuales, una musa distinta la hace someterse a una prueba de la que aprenderá algo para ser una auténtica fuerza inspiradora.

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La idea hasta aquí resulta llamativa, pero uno no deja de preguntarse qué puede salir de esto.

La respuesta es un tomo que, aunque en conjunto nos da una obra muy simpática y agradable, no se libra de sufrir de ciertas irregularidades, como cabría esperar, tanto en el dibujo como en el guión.

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gurrupurru dio un gran margen de libertad a cada uno de los autores, limitándose, fuera de sus propios segmentos, a coordinar a todos los participantes, para evitar que repitieran temas y asegurando fluidez en las transiciones. Sin embargo, pese a ello, las grandes diferencias de estilo que en ocasiones nos encontramos de una página a la siguiente crean el riesgo de sacarnos de la historia, aunque por lo general, al tener la mayoría de autores un estilo monoso, el cambio no es tan brusco; pero cuando uno de los dibujantes tiene un estilo más anguloso y lineal (y me refiero a la, sin embargo, maravillosa colaboración de Ulises Lafuente), sales totalmente del cuento, para, al volver, sentir que estás lejos de donde deberías.

No obstante, en conjunto tenemos un cómic agradable de leer, y sin más pretensiones que deleitar al lector y a los autores, quienes seguramente disfrutarían mucho poniendo su granito de arena en este trabajo.