Es la hora de las tortas!!!

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Opinión: Mis problemas con las series de TV

Cuando eres una cadena de TV necesitas tener audiencia. Porque tener audiencia significa aparecer en los ratings , y eso significa que las empresas que pagan por anunciarse en tus programas estarán contentas y seguirán dándote dinero. Si la gente deja de ver tus programas, bajan los ratings, los patrocinadores dejan de anunciarse y empiezas a ponerte nervioso cuando deja de entrar dinero.

Que las series de televisión están viviendo una época de oro no es ningún secreto. Los motivos ya se comentaron en otro post, pero o que vamos a tratar ahora es cómo deberían estructurarse estas series para el mayor beneficio de la cadena de TV que las emite.

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Nada jode más a una cadena de TV que dejarse una pasta en producir una serie, anunciarla, etc… para que luego la gente no la vea y tener que cancelarla. A Telecinco le pasó con Piratas, Cheers… Por eso una serie tiene que cumplir expectativas desde el principio: para que el público quede enganchado desde el episodio uno y repita cada semana. Esa fidelidad es la que hace que los patrocinadores estén contentos y apuesten por anunciarse en esa franja horaria.

Mas de una vez he oído hablar a amigos de series que al principio son un poco malas, pero a la segunda temporada remontan. ¿O sea, que me tengo que tragar 22 episodios ñordos para que la cosa se ponga interesante? Gracias, pero no, gracias. Las cadenas de TV no quieren ni oír hablar de series que son “lentas al principio, pero luego enganchan”. A no ser, claro, que sean baratas o que las puedan emitir a una hora en la que no pierdan demasiado dinero.

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Os comento qué pasa con este tipo de series. Imaginad una serie como Agentes de SHIELD. Vemos el primer episodio, que es flojillo. Sí, la emoción nos puede, ¡es SHIELD! Bueno, a ver si el segundo es un poco mejor. Pues no, más de lo mismo. Mecachis. Venga, le vamos a dar una oportunidad al tercero. Vale, se acabó, lo dejo. Esto es un rollo y aquí no pasa nada interesante. Y así, gracias a un inicio de serie aburrido, la cadena pierde varias decenas (¡o cientos!) de miles de espectadores a esa hora, que se irán a ver una serie o una película en otro canal… o incluso a leer un libro.

Pero héte aquí que al cabo de un par de meses se lee en los foros que a partir del episodio… digamos siete, la serie pega un empujón y se vuelve superinteresantísima. Vaya, yo me he perdido los capítulos 4 al 7. Tendría que bajármelos de internet para verlos y ponerme al día. Y de paso, los 3 primeros para acordarme de qué iba la cosa. Qué coño, ya me los bajo todos de internet y la veo de una tacada.

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Con otras series ha pasado al revés: empiezan muy bien, y luego de desinflan. Como Perdidos o True Detective. El principio engancha, pero luego te llevan dando vueltas hacia un final decepcionante. Y eso es lo que la cadena quiere, que no nos bajemos de la serie y estemos ahí cada semana, haciéndoles aparecer guapos en la foto de los ratings.

Hitchcock ya nos avisó de esto cuando le contó a Truffaut por qué no quiso adaptar al cine The Wreck Of the Mary Deare: “Porque tiene un comienzo demasiado fuerte. Hay tal cantidad de misterio desde el principio que cuando hay que explicar, finalmente, ese misterio, se produce algo muy laborioso y que en ningún caso puede estar a la altura del comienzo”.

Con las películas en el cine pasa algo parecido: se paga por adelantado, y por la película completa. Si la peli es un tostón y te sales a la media hora, no te devuelven la parte proporcional del precio de la entrada. Se siente, ya has pasado por caja, y te guste o no el producto, el fabricante ya ha cobrado. Pero a lo mejor te niegas a ir a ver la siguiente película. Por eso en la industria cinematográfica se molestan en hacer películas interesantes: no les basta que veas una, quieren que te guste tanto que quieras ver la siguiente. Dale de comer bien a la vaca, y te dará leche cada día.

Por eso no quiero ver series nuevas, al menos hasta que llevan un tiempo en antena. Prefiero esperar a leer opiniones para decidir si merece la pena dedicar 22 fragmentos de 40 minutos de mi vida a la pantalla de mi televisor.

Como dijo Samuel Goldwyn (y no Hitchcock):

Lo que queremos es una historia que comienze con un terremoto y que vaya poco a poco hacia el climax.