Cada nuevo manga que publica Herder Editorial me trae algo que ya sé, y algo que aún no sé. Tratándose de una línea editorial que adapta al formato manga textos clásicos de la literatura o del pensamiento filosófico, son obras que, o bien ya he leído o estudié en el instituto.

Lo que no sé es cómo me los va a contar. Algunos textos son más fáciles de adaptar que otros: 1984 ó La Divina Comedia son narraciones, con lo que su adaptación resulta evidente. Pero otros, como El Arte de la Guerra o El Anticristo, son tratados teóricos, con lo que su adaptación al cómic debe pasar fozosamente por una conversión de ideas teóricas a narrativa secuencial.

Esto está muy bien logrado en el texto que ahora nos ocupa: la versión en manga de El Anticristo, de Nietzsche. Los jóvenes asiáticos que salvan a un viejo hereje de una turba de integristas cristianos enfurecidos es la metáfora de una juventud (japonesa, por supuesto) que se desapega de las creencias y costumbres de sus mayores (Europa), y empieza a escuchar ideas nuevas. El anciano, reticente al principio, acepta la ayuda de los jóvenes y les explica cómo se ha forjado “la gran mentira de la religión católica”.

Ya desde el principio el autor (es decir, el original, Nietzsche) deja clara su intención, que es desacreditar la religión cristiana sacando a la luz sus incongruencias, y cómo destruye la base de la sociedad con la premisa de “un Cristo débil, moderado y servil, que insta a amar al enemigo”. Según Nietzsche, seguir las enseñanzas de este dios convierte al pueblo en sumiso (no en vano nos solemos referir al pueblo cristiano como “rebaño”), crédulo y con un constante sentimiento de culpa que sólo podrá mitigar mediante la penitencia.

Y estos duros golpes a los cimientos de la doctrina cristiana son los que se suceden casi continuamente a lo largo del manga, en forma de enseñanzas del anciano a los dos jóvenes discípulos quienes, inevitablemente, ponen sobre la mesa las creencias budistas que se les han inculcado para compararlas con el cristianismo. Obviamente, y dado el público original para el que este manga ha sido creado, el cristianismo sale perdiendo en la comparación.

El Anticristo es una obra muy necesaria en el sentido de que hace una crítica feroz de todo lo que damos por supuesto del cristianismo, y nos hace ver las enseñanzas con las que muchos nos hemos criado desde otra perspectiva. Nos obliga a hacernos preguntas y a cuestionar si los principios por los que nos hacen regirnos son correctos y legítimos, o bien son una invención de la Iglesia para mantener a su rebaño controlado.

Y si no nos atrevemos a leer Nietsche en su forma original, este manga puede ser una excelente carta de presentación.