FICOMIC ha cerrado la 32ª edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona con la nada despreciable cifra de 106.000 visitantes (mil arriba, mil abajo). Nada más lejos de nuestra intención que discutir esa cifra, pero se nos hace difícil de creer, habida cuenta de lo fácil que era este año deambular por los pasillos, lejos de las aglomeraciones y los atascos de otros años.
Bien es cierto que han duplicado el espacio útil. El uso de varios pabellones para albergar las exposiciones, la carpa de autores, los stands comerciales, etc, ha contribuido a hacer de este año uno de los más agradables y completos que recuerdo. Quien diga que este Salón ha sido como cualquiera de los anteriores, es que no lo ha disfrutado como es debido.
Eso sí: aglomeraciones ha habido, claro. En algunas horas para entrar, en determinadas sesiones de firmas… Eso es algo inherente a todos los salones de cómic del mundo, independientemente de lo grandes que sea el recinto.
Y sin más, os presentamos una pequeña muestra de algunas de las exposiciones que hemos podido ver (que, lamentablemente, y por problemas personales y logísticos, no han sido todas):
Exposición dedicada a la guerra y los cómics bélicos:
Exposición dedicada a los 40 años de la creación de Lobezno:
Exposición dedicada a los 75 años de la creación de Batman:
Exposición de portadas y páginas del extinto fanzine Adobo:
Exposición de cómic autobiográfico:
Exposición dedicada a Popeye:
Exposición dedicada a Purita Campos:
Cosplay, claro, que no se diga:
Y no podía faltar la tradicional Quedada Salonera, que este año cumple… leches, ¡10 años ya!
Y aquí, miembros del staff de Es La Hora De Las Tortas, en plena etapa de exaltación de la amistad:
Próximamente subiremos las entrevistas a los autores a los que conocimos en este Saló. No están todos los que vinieron, pero sí todos los que pudimos. ¡Que un solo entrevistador no da para más!