Hace unas semanas hablaba de lo inapropoiado que me parecía la aparición de un título que bajo mi punto de vista “se aprovechaba” del nombre de una trilogía que en su día me enamoró y me pareció una serie rompedora en todos los sentidos: Ken Games, de los españoles José Robledo y Marcial Toledano. Hice todo un artículo hablando de un cómic que ni siquiera había leído, pero si recordáis acabé diciendo que cuando lo leyera, completaría el anterior artículo. He aquí dicho artículo, que no se diga que no tengo palabra.

La historia.

El volumen 0, con subtítulo Louviers nos cuenta la historia de Bruno, el compañero de Anne en “su anterior vida”. Nos cuenta una historia en la que Bruno se encuentra en un país en guerra, sin precisar, pero podría ser cualquier país de Europa del Este (lo mismo Bosnia, Croacia, Checoslovaquia…). En este país tendrá que encargarse de una misión. Mmmmm… A ver, si no habéis leído Ken Games, todo lo que cuente sobre la trama se podría considerar spoiler. Y es que este tomo 0 al que denominan precuela, no tiene nada de precuela. Bueno, sí, es una precuela en tanto y cuanto que tiene lugar antes de lo que vemos en los tres tomos de la serie original, pero realmente si lo lees antes de la trilogía te destrozan uno de los secretos mejor guardados y que conforman parte de la agradable sorpresa que te proporciona esa historia de engaños y medias verdades. Así que, para que este artículo no se quede en dos líneas, voy a soltar spoilers sobre la trama y los personajes. Si no habéis leído la serie original y tenéis intención de hacerlo, NO SIGÁIS LEYENDO. Bah, qué demonios, ¿a quién quiero engañar? No hay nada peor que decir no hagáis algo para que el ser humano se sienta atraído a hacerlo. Venga, sigamos…

Como decía, Bruno se encuentra en un país en guerra, pendiente de una misión: la de asesinar a un traficante de armas ruso. Para ello se hará pasar por periodista de Reuters que se encarga de la cobertura gráfica del contingente. Nada más comenzar, le vemos con Anne, con quien se pelea y la asesina. Inconveniente de hacer una historia como esta: Ya sabemos que no la ha matado. Si no, ¿qué historia hemos leído en los tomos ya publicados, con sucesos acontecidos después de este? Para localizar a su objetivo, Bruno tendrá que contar con la ayuda de un chico sordomudo, que le ayuda a moverse por la zona y a localizar al ruso. Como sucede con los otros tomos, la historia contiene sucesos en del pasado y presente entremezclados, sin que a veces te quede claro de en qué momento están sucediendo hasta pasadas unas cuantas viñetas. A través de estos flashbacks iremos conociendo más sobre la historia de Bruno… pero sobre todo, Robledano nos está contando la historia de Anne, de cómo “creó” a Bruno y de cómo sus vidas han estado siempre inexorablemente vinculadas entre sí. El “engaño” de este tomo es que nos están contando la historia de Anne mientras nos están vendiendo que es la historia de Bruno.

Guión y dibujo.

Ya hablé en su momento del magnífico trabajo de los autores en la trilogía original. Aquí su trabajo no es mucho peor. Aunque reconozco que me ha gustado algo menos. Y me explico. En cuanto al guión es normal. Es una historia bien narrada, con sus pequeños engaños, sus trampas y en la que el autor aprovecha para contarnos muchas historias encubiertas: Se supone que nos está contando el origen de Bruno, pero también nos cuenta el origen de Anne, su personalidad, lo cruel que es una guerra, cómo el ser humano intenta aprovechar las miserias del ser humano y se insensibiliza completamente,… muchas historias. Me gusta mucho la parte del león, y de la analogía entre nuestro protagonista y el animal escapado del zoo. Me gusta la relación que teje entre Bruno y el chico sordomudo. Pero la historia carece de la sorpresa, que era lo más atractivo de la serie original. Y este cómic se llama Ken Games, no nos olvidemos. Y eso juega en su contra.

El dibujo de Toledano sigue siendo tan atractivo. Con un color muy acorde a la historia, con esos tonos grises y sepias, como si los escombros de los edificios derrumbados por los tanques estuvieran asentandose aún. Me encanta cómo dibujo los ojos de los personajes, especialmente de las mujeres, sin delimitar los iris, que sólo se diferencian por el color. A Bruno le aporta unos matices interesantes. No le vemos sonreír en toda la obra, salvo en la última página en la que se enlaza con el tomo 1 en la que recibe el encargo de liquidar a Anne, es un tipo serio, amargado por la vida que tiene que llevar, sombrío (el mejor uso de las sombras siempre lo tiene a él de protagonista). Otro detalle que me ha gustado es cómo dibujo el lenguaje de signos entre el chico y Bruno, recordándome un poco a todas esas fórmulas matemáticas que veía en su cabeza Pierre en el primer tomo. Con unos paisajes detallados y con algunas páginas brillantes, resulta siempre un gustazo ver el trabajo de este dibujante.

Mi veredicto.

Ken Games 0, Louviers sería un cómic fantástico y brillante… si se llamara de otra manera. Sin embargo, el producto completa detalles de la historia de los protagonistas, pero contrasta demasiado con los otros tres tomos. Y es que Ken Games no era una historia al uso, era un mecanismo de relojería, en el que todo encajaba bien, en el que la estructura de la historia era un elemento más de la obra  y que contribuía a su disfrute. Este cómic no es malo, ni siquiera mediocre, pero es como ver una precuela de El golpe, o de 300 (ooops): es innecesario y casi dañino, porque desequilibra la obra si la lees en conjunto. Si sabes esto y lo lees como uno de esos fill-ins que tanto gustan en el cómic americano, o si simplemente no te importa cómo afecte a la visión global de la historia, es un muy ilustrativo del por qué estos dos autores están bien considerados en un mercado tan exigente como el francés y te permite disfrutar de una lectura francamente madura y desgarradora en algunos pasajes. Un cómic fantástico, que me ha dejado con una sensación rara en el cuerpo.