Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de la tele!!! (X): Sherlock

tele

Saludos y feliz año nuevo, queridos espectadores.

El mencionado año nuevo nos ha traído vacaciones, turrones, tres kilos de más y alguna que otra novedad televisiva que comentaremos en breve.

Ha vuelto Community, y ha vuelto con Dan Harmon. Y sin fuegos de artificio, siendo lo que ha sido siempre, pero bien. ¿Y cómo es bien? Pues no siendo la cosa gris y anodina que fue la cuarta temporada (resumido magistralmente en una línea: “This was a four-year process. We went in one end as real people and out the other end as mixed-up cartoons.”). Por el camino hemos perdido a Chevy Chase (pullita al canto: “Do you guys feel weird about doing this without… Magnitude?”), pero si era el sacrificio que había que hacer para recuperar el carisma que tuvo la serie en sus tres primeros años, se hace con gusto. A ver qué tal le sienta la partida de Donald Glover… Me temo que Abed quedará un poco cojo sin el contrapunto de Troy, que sólo saldrá en cinco capítulos de esta serie (y también se lleva la suya, “Season nine of Scrubs, Zach Braff was only in the first six episodes. That son of a bitch. After everything Scrubs did for him?”). Vamos, que hay mala leche para todo el que quiera. Bien, así sí.

Volvió también Cougar Town, esa serie que empezó hablando de sexo entre marujas y chavales jovencitos y acabó convirtiéndose en un Friends de cuarentones. Una serie tan autorreferencial que si le pones un capítulo de los últimos a alguien que no haya seguido la serie te obsequiará con una cara de extrañeza memorable. Una comedia tontorrona de esas que no tienes muy claro por qué sigues pero que no faltas a la cita…

Llegó el especial de Navidad de Doctor Who, nos despedimos de Matt Smith y dimos la bienvenida a Peter Capaldi y a sus riñones. Y a sus cejas. Y… bueno, vale. Si aceptas el nuevo paradigma de la serie, y no te rechina que en los últimos tres capítulos Steven Moffat se haya terminado de cargar lo poco que quedaba de la serie de Russell T. Davies… es hasta disfrutable. Pero eso sí, para ello tienes que borrar de tu diccionario la palabra “paradoja”, tienes que olvidarte de eso de los puntos fijos en el tiempo y hacer como que nunca has oído eso de que el Doctor no puede trastear con su propia línea temporal. Vamos, que la parodia que hacían en la mencionada Community en el capítulo sobre la convención del Inspector (“Conventions of Space and Time”, 4×03) es totalmente acertada.

Y empezó la octava temporada de Psych cuando aquí en España aún no hemos olido ni el primero de la séptima. Ésta es una de las dos series que veo en castellano, siendo la otra Reglas de Compromiso. Y dado que esta última ha terminado su emisión doblada esta misma semana y Calle 13 parece que no se decide con Psych, parece que el universo se confabula para que yo destierre definitivamente el castellano de mi tele…

Hachazos. Ninguna serie, pero sí un engendro aberrante que se me escapa que haya tenido audiencia en algún momento. Han cancelado Teen Mom, un reality sobre niñas madres, las niñas que el año antes protagonizaban 16 And Pregnant. I don’t want to live in this planet anymore, y tal… (entiéndanme, por la existencia de programas así, no por la cancelación)

telenovedades

Nada menos que 8 estrenos desde nuestra anterior entrega. A por ellos:

The Assets. El final de la Guerra Fría contada desde el punto de vista de agentes de la CIA protagonizada por una actriz con papeles en productos tan imprescindibles como Attack The Block o Supercañeras. Lo dicho otras veces, siempre puede caer la sorpresa y tal, pero dudo muy seriamente que vaya a ver jamás un capítulo de esta miniserie de 8 capítulos.

Killer Women. Básicamente, Walker Texas Ranger con una mujer de prota. Y en el papel de Molly Parker, en lugar de a Chuck Norris tenemos a… ¿¿¿Tricia Helfer??? No, venga, en serio, no me voy a poner a ver una serie de rangers sólo porque la prota sea Caprica 6… ¿o sí? Ya veremos… Por lo pronto, al piloto en IMDB le dan un 7.4… mmm…

Intelligence. Polis con mejoras cibernéticas. Con Josh Holloway. No me enganchó Continuum, y aún no me he puesto con Almost Human, así que esta tendrá que ir a la cola…

Chicago PD. La vida cotidiana en una comisaría de polizzzzzzzzzz…

The Spoils Of Babylon. Miniserie con reparto repleto de caras conocidas. Tobey Maguire, Kristen Wiig, Tim Robbins, Jessica Alba, Val Kilmer, Haley Joel Osment, Will Ferrell y Carey Mulligan participan en una… ¿parodia de las miniseries épicas de TV como Hombre Rico, Hombre Pobre o El Pájaro Espino? ¿Mande? Por curiosidad la veremos, oigan…

Helix. Un thriller sobre unos científicos investigando un virus que amenaza la vida humana. Lo que a priori podría no llamar demasiado la atención resulta estar guionizado por Ronald D. Moore, responsable de la nueva Galactica y de Star Trek: Primer Contacto. La primera oportunidad se la merece.

Bitten. Una mujer-lobo. La única del mundo. La adaptación del libro homónimo, primero de una saga llamada Women Of The Otherworld, en la que vampiros, nigromantes, brujas y otros bichos de mal vivir intentan hacerse pasar por personas normales en el mundo actual. En la wikipedia, los géneros de esta saga son Horror, Romance paranormal y Fantasía urbana. Vamos, que es una serie que adapta un libro que se puede encontrar en la misma estantería que Crepúsculo. Yuck.

Enlisted. Comedia familiar en ambientación militar. Puede salir cualquier cosa de ahí. Uno de los protas es Parker Young, el guaperas hermano de la vecina fea de Suburgatory, que de ridículo que es ese personaje hasta me hace gracia.

 

teleserie de hoy

Si aceptamos “friki” como alguien con una pasión por una afición muy definida, hay un colectivo bastante más friki que los lectores de tebeos de superhéroes, y son los fans de Sherlock Holmes. Y algunos de ellos la llevan a límites insospechados, como es El Gran Juego, simular (a veces uno duda si es “simular” o llega a “creer”) en una partida de rol permanente que Sherlock Holmes realmente existió, que John Watson era su biógrafo y que Arthur Conan Doyle no era más que el agente literario de éste.

Con un colectivo tan pasional, y tan purista, uno se pregunta cómo iban a recibir una adaptación más o menos libre del personaje a los tiempos actuales, y resulta que, inesperadamente, les ha encantado. Al contrario que Elementary, la otra serie reciente sobre Holmes.

¿Y cuál es la diferencia entre ambas series? ¿Por qué una es digna de alabanzas y la otra es anatema? Principalmente, por la forma de actualizar. Sherlock es una serie respetuosa con la obra de Conan Doyle. En una entrevista en The Guardian, dijo Mark Gatiss, cocreador de la serie y actor en el papel de Mycroft Holmes, “Everything is canonical”. Y yo no iría tan allá, pero desde luego se nota que es un producto adaptado para la época actual desde el respeto y el conocimiento. Y con mucho cariño. En cambio, Elementary… parece que su único objetivo es ser transgresora. Holmes es un ex-drogadicto, Watson es una mujer, Ms. Hudson es un transexual, Moriarty es una mujer que además resulta ser Irene Adler… Haciendo una analogía con tebeos de Batman, podríamos decir que Sherlock es el Batman de El Regreso del Caballero Oscuro, una reinvención por parte de alguien que conoce y quiere al personaje, y Elementary es el Midnighter de The Authority, un psicópata sadomasoquista homosexual creado por alguien a quien le gusta provocar más que a un tonto una tiza.

¿Y visto desde un punto de vista exterior, ajeno al fandom Sherlockiano más hardcore? Pues en esas estoy yo, y mientras que Sherlock es visionado obligatorio en cuanto está disponible, de Elementary no aguanté ni siquiera el piloto. Al cuarto de hora ya me había levantado.

¿Pero qué tiene esta serie que levanta tantas pasiones, entonces? También era respetuosa la serie de los 80-90 de Jeremy Brett y hoy no la vería ni el gato…

Lo que tiene es que es una serie de factura impecable. Las historias están muy bien hiladas y no se hace pesada en ningún momento. Tiene un ritmo inmejorable. Y conseguir que un capítulo de una hora y media no se haga pesado tiene mérito y oficio. Los 40 minutos de Elementary, en cambio, son insufribles.

Y los actores… oh, los actores.

Benedict Cumberbatch es el Sherlock definitivo. Un tipo atractivo sin ser ni remotamente guapo, que transmite a la perfección una personalidad inadaptada, con una voz hipnotizante (hasta el punto de haber leído por ahí “-Have you ever been sexually attracted to a voice? -Have you ever heard Benedict Cumberbatch?”) y un extraño carisma arrollador.

Martin Freeman lleva a Watson a un nivel más fiel al personaje de los libros de lo que estamos acostumbrados. En lugar de ser el sidekick gordinflas pachorro y un poco tontorrón, es el perfecto contrapunto cuerdo para la locura de Sherlock. El Leonard de Sheldon, si me permitís. Y ambos tienen una química en pantalla espectacular. Tanto, que se permiten el lujo de bromear con la supuesta homosexualidad latente que siempre se dice que hay en toda pareja de hombres con un vínculo estrecho. Como detalle curioso, Matt Smith hizo la audición para Watson y fue rechazado por ser “demasiado chiflado”.

Rupert Graves nos presenta un Lestrade interesante. Ineficaz, como debe ser, pero sin llegar a ser el personaje ridículo.

Una Stubbs como Mrs. Hudson, Lara Pulver como Irene Adler (oh, La Mujer…), Mark Gatiss como Mycroft… todos ellos impecables. Demonios, esta serie es un must como la copa de un pino. ¿Tienen que ponerse a ello los que no la hayan visto, entonces? ¿Es realmente tan buena? Me van a permitir la obviedad…

-“Excellent!” I cried.

-“Elementary,” said he.

carta-de-ajuste