Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de la tele!!! (IV): Torchwood, Los niños de la Tierra

tele

Saludos, queridos espectadores.

Y por fin hemos empezado con la cuarta de The Walking Dead. El primer capítulo no está mal del todo. No llega al nivel de la primera temporada, pero mucho mejor que la horrorosa segunda. Pero el segundo… he sido incapaz de tragármelo de una sentada. Lo he tenido que partir en tres sesiones. Como siga con este nivel de interés, me bajo. Seguimos poco a poco con Orphan Black, y, al revés que Utopia, cada capítulo te deja más boquiabierto que el anterior. Quizás no tenga un principio tan rompedor como ésta (pero es que pocos principios así hay), pero no se va deshinchando. Todo lo contrario. Y además ha tenido momentos auténticamente hilarantes.

Y algún día me tendré que poner a hablar de Breaking Bad, serie a la que me subí tarde y estoy por la tercera temporada… por cierto, ODIO a Skyler. Zorra egoísta.

Dos hachazos esta semana. El innecesario remake de Ironside y la sitcom Welcome To The Family, la del choque cultural entre anglos y latinos en una familia. No, nadie pensó en Jay y Gloria de Modern Family. Ninguna sorpresa. Aunque, la verdad, visto el nivel de los estrenos de esta temporada, creo que no me va a extrañar la cancelación de prácticamente nada.

telenovedades

Ravenswood. Un spin-off de Pretty Little Liars. Que, dicho de paso, no tengo ni repajolera idea de qué es. Un thriller para niñas adolescentes, por lo que dice la wikipedia. Pues suponemos que Ravenswood será lo mismo, con lo que entenderán ustedes que un varón de 40 años como yo no vaya a ver ni siquiera el piloto.

Dracula. A ver, que esta pinta bien. Una versión de Drácula con Jonathan Rhys Meyers de prota, y Daniel Knauf, el de Carnivale, de showrunner y escritor jefe. Que luego puede decepcionar, por supuesto, pero llama lo suficiente como para perder una hora con el primer capítulo.

teleserie de hoy

Como suele ocurrir, cuando un producto de entretenimiento tiene un éxito notable, aparece el síndrome Gallina de los Huevos de Oro. Cuando Uncanny X-Men consiguió ser un éxito de ventas allá por los primeros 80, Marvel lanzó a rebufo de la serie madre The New Mutants (y luego X-Factor, y Wolverine, y Excalibur… a veces se pasan, vamos). En televisión tampoco es algo nuevo. Buffy dio lugar a Angel, Anatomía de Grey a Sin Cita Previa, Hércules a Xena… y Doctor Who, como no podía ser menos, también tuvo varios spin-off. K-9 and Company (que no pasó del piloto), The Sarah Jane Adventures (centrada en una ya adulta Sarah Jane Smith, acompañante de los Doctores tercero y cuarto) y nuestra serie de hoy, Torchwood.

Children_of_Earth_titles

Cuenta la leyenda que cuando se estaba preparando la primera temporada de la nueva serie de Doctor Who, las cintas se enviaban a Londres etiquetadas como “Torchwood”, anagrama de “Doctor Who”, para mantenerlas en secreto. Y tiempo después, esta palabra empezó a aparecer por la serie. La primera vez que se menciona fue en el capítulo Bad Wolf, en un concurso televisivo, como el Instituto terrestre sobre cuyos restos está construída la Gran Pirámide de Cobalto. Y ya en la segunda temporada, en Tooth And Claw, la Reina Victoria funda en la Hacienda de Torchwood el mencionado Instituto Torchwood para defender a Gran Bretaña de posibles ataques alienígenas en el futuro.

Y ahí estamos. Torchwood está ambientada en Torchwood 3, la sede de la organización en Cardiff, y protagonizada por Jack Harkness, un ex compañero del Doctor, ex agente temporal, estafador, inmortal y pansexual. Y, estando ambientada en el mismo universo que Doctor Who, es una serie más mundana (no hay viajes por el espacio-tiempo, la serie se desarrolla en la Tierra y en el presente) y con un tono mucho más sombrío.

¿Vale la pena esta serie, entonces? Buff… la verdad es que al principio no. Me puse con ella en su día, y a mediados de la primera temporada abandoné. Le faltaba la chispa, y no pasaba de ser un Doctor Who con pretensiones más realistas y adultas. Que no, vamos. Pero pasa el tiempo, estrenan la segunda, llega la tercera… y empiezo a oír voces que dicen que la tercera sí que sí, que esta sí que merece la pena. Y aquí estamos, con Children Of Earth.

Los pobres resultados de las dos primeras temporadas hicieron que la BBC recortara el presupuesto asignado a Torchwood, y el número de capítulos de la temporada bajó de los habituales 13 a 5. Eso cambiaba mucho el planteamiento de la serie… afortunadamente. En lugar de ser un procedimental investigando al bicho alienígena de la semana, se plantea la posibilidad de contar una historia serializada en cinco capítulos. Y dado que iba a ser emitida en cinco días consecutivos, la serie está ambientada también en cinco días, siendo cada capítulo uno de ellos.

Argumento. Un día cualquiera, de repente, todos los niños del planeta se quedan parados y dicen a la vez “We”. Pasa el tiempo y vuelven a parar. “We Are”. Y una tercera vez, “We Are Coming”. Evidentemente, siendo Torchwood, hay alienígenas detrás. Y sí, la historia tiene su miga… pero la parte realmente interesante es las reacciones de los humanos. Las bondades y las miserias. Y te da qué pensar poniéndote a ti mismo en la posición de muchos de los implicados. ¿Qué harías tú de tener que tomar esa decisión? ¿Sacrificarías lo que se te pusiera por delante con tal de salir airoso? ¿Qué precio tiene la vida de otro ser humano?

¿Y qué hay que haber visto para poder ponerse ante esta serie? Nada. Con lo que has leído (bueno, y que junto a Jack Harkness en Torchwood 3 trabajan Ianto Jones y Gwen Cooper), tienes más que suficiente.

Eh, y además es una buenísima ocasión para ver en acción a Peter Capaldi, el funcionario del Ministerio del Interior, futuro 12º Doctor…

 

carta-de-ajuste