Lazarus es una nueva serie de la editorial Image escrita por Greg Rucka y dibujada por Michael Lark. Ambientada en un futuro incierto y casi postapocalíptico, se centra en la familia Carlyle, y más concretamente en su Lazarus, Forever (Eve) Carlyle.

Los autores.

Greg Rucka es un escritor americano, con casi 10 novelas en su currículum. En el mundo del comic es conocido fundamentalmente por sus obras de intriga y espionaje, géneros en los que el autor se encuentra más cómodo. Ganador de 4 premios Eisner y un Harvey, es conocido por obras como Queen & Country, Whiteout (y sus dos continuaciones) o Gotham Central que coescribió con Ed Brubaker, así como sus largas etapas en series como Jaque Mate, Wonder Woman, Lobezno, Elektra, Punisher o Superman, en la cual colaboró con James Robinson para su arco del Mundo de Nuevo Krypton. También formó parte del equipo responsable de 52.

Michael Lark es un dibujante americano conocido por su estilo realista, y abocetado, generalmente con entornos oscuros y depresivos, frecuentando series de género negro o policíacas. Suyo es el trabajo de series como Terminal City, Gotham Central, el Daredevil de Brubaker, o la miniserie de Vertigo La escena del crimen. Amigo y colaborador habitual de Rucka y Brubaker.

No podemos olvidar en esta ocasión los colores del español Santi Arcas, que co-creó junto a Daniel Acuña sus comics de Calus y Simon, y que a pesar de ser un autor todoterreno, capaz de escribir, dibujar y colorear, en su carrera americana es esta última parcela la que más está prodigando, habiendo coloreado series como Jaque Mate o La biblia del crimen, series ambas que escribía Rucka.

La historia.

En los dos números que llevan editados en EE.UU. son bastantes los avances de la trama, aunque por otro lado siguen siendo muchas las incógnitas a su respecto. En el primer arco argumental, de 4 números, Rucka se limita a presentarnos a los personajes, con gran habilidad, mientras nos expone la situación que atraviesa el mundo y nos plantea un nudo a la historia. Nos encontramos en EE.UU., en una época incierta, en la que el mundo está gobernado por varias familias con dinero. El motor de esta sociedad es el dinero, quien lo tiene, tiene poder y quien no, es un desecho. Esto da lugar a una jerarquía en la que varias familias se reparten el poder, los que son útiles ocupan un segundo lugar de relativo bienestar (los “siervos”) y el resto de población, que supone más del 85% son los considerados “desechos”. La trama se centra en la familia Carlyle, dirigida por Malcolm, el patríarca y sus 5 hijos: Stephen, Jonah, Beth, Johanna y Forever. Cada familia elige a uno de sus hijos para ser su Lazarus, el responsable de seguridad, mejorado genéticamente y que en el caso de Eve le supone la capacidad de resucitar (no sabemos si es algo común es los demás Lazarus). Cuando la familia Carlyle es supuestamente atacada por la familia rival, los Morray, se reunirán para decidir si responden al ataque y comienzan una guerra contra ellos o deben tomar una actitud más conservadora.

La serie.

No leáis esta serie esperando un ritmo trepidante, ni una historia sencilla. Lazarus es una historia tan sencilla como Canción de Hielo y Fuego, y Rucka se lo toma con calma y nos va anticipando los detalles poco a poco. Nos presenta una situación en la que poco a poco nos muestra un paisaje de fondo, con el que podemos adivinar la situación jerárquica de la sociedad, a la vez que nos perfila perfectamente la personalidad de cada hermano Carlyle, cada uno de su padre y de su madre, aunque en este caso sean los mismos. Y no lo hace de manera expositiva del típico científico contándole a un personaje secundario lo que pasó a través de un largo flashback, sino que lo va revelando a través de diálogos, o de líneas temporales en la sección de cartas de los lectores, para no entorpecer el discurrir de la trama con explicaciones. Precisamente la sección de cartas es una de las más jugosas de este cómic y que le dota de especial interés a la grapa. En el primer número, Rucka cuenta con pelos y señales cómo desarrollaron la serie y lo fácil que fue vendérsela al editor de Image. En el segundo, comienza a contestar a algunos lectores, pero además incluye una línea temporal en la que se van detallando los hechos históricos más relevantes de la familia Carlyle. Las subtramas entre hermanos se adivinan como algo muy atractivo por venir en la serie, y aunque la relación y personalidades de Jonah y Johanna puedan recordar sospechosamente a la de ciertos personajes de otra obra (¿alguien ha dicho Lannisters?), puede que estemos ante uno de los puntos más fuertes de la serie.

El dibujo de Lark te gusta o no te gusta. Lo normal es que te guste pues, a pesar de no ser el típico dibujo hiperrealista y detallista al que estamos acostumbrados en el comic mainstream de hoy en día, cuenta con una expresividad apabullante. El fuerte de Lark son los personajes. A través de gestos, expresiones o meras posturas, nos cuenta mucho de la historia, y sin necesidad de espectaculares splash page o primerísimos primeros planos de ceños fruncidos, es capaz de transmitir lo mismo si no más. Para mí su fuerte son las peleas cuerpo a cuerpo. Como ya demostrara en su etapa en Daredevil, las luchas le quedan muy bien, transmitiendo acción y eligiendo siempre el momento exacto para que nuestros cerebros hagan el resto del trabajo e imaginemos una secuencia trepidante.

Si encima lo colorea alguien como Arcas que, bajo mi punto de vista, entiende perfectamente el trabajo de Lark, las páginas muestran el calor de unas tierras áridas, la frialdad de una familia unida por una capa de hielo frágil y quebradizo o los colores neutros en las escenas que no tienen nada que transmitir.

En resumen.

Creo que estamos ante una serie que dará mucho que hablar en el próximo año y que seguro que se encontrará entre los nominados a Harveys y Eisners con total seguridad. Conociendo el trabajo de Rucka, sé que la historia no va a quedar en un buen planteamiento sin historia que contar. Si algo hace Rucka es planificar muy bien sus trabajos y sabe orquestar la salida de información con maestría, haciendo que sean números con mucho que asimilar, que debes releer para poder captarlo todo, pero que a la vez suponen unos números bastante entretenidos, aunque no tenga grandes páginas de acción o en los que sucedan cosas página tras página. Una serie para paladear y que pasará con total seguridad a formar parte del nuevo estandarte de Image junto a Saga, Manhattan projects, Walking Dead o Invencible.