Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

La casa de té de Lamastelle-san: Liándose en la cafetería. Y una reflexión.

Bien, bien. Primer lunes de las vacaciones. Va a hacer la reseña Santa Rita de Casia, que yo me lavo las manos y… Oh, el teléfono. ¿Si, diga? ¿Contrato? ¿Qué contrato? Yo no se nada de ningún contrato…Ah, ESE contrato. Sí, sí, reconozco mi sangre en la firma, editor-sensei. Claro, por supuesto, naturalmente, no seré yo quien niegue que la parte contratante de la primera parte será considerada la parte contratante de la primera parte…

Obedezcamos pues y hagamos una reseña cortita para salir del apuro. Con vosotros, queridos ( y espero que vacacionadores ) lectores: Liándose en la cafetería.

Esta obra de tomo único de Mie Washio ( o de Washio Mie, ya sabéis que los japoneses empiezan por el apellido ) contiene cinco historias.

Las cuatro primeras van de una chica algo repelente que se enamora de un compañero de trabajo bastante repelentillo también. La quinta ( la mejor de todas, por cierto ) está ambientada en el club de arte de un instituto y toca de manera muy , muy tangencial a la protagonista de las anteriores.

2013-06-30 21.18.49El guión es, hmmm, el chico le da un rechazo “preventivo” a la chica antes de que ella se le declare. Y se pasan las cuatro siguientes historias sin saber si se quieren, se odian o se ignoran. Tiene escenas divertidas, pero pasa sin demasiada pena ni gloria. A no ser, claro está, que seas un/una adolescente con la hormonas revolucionadas. Entonces te enganchará y hará suspirar de ansiedad por lo que le pase a Hatsuyuki ( la chica ).

La historia es la sucesión de comidas de coco de la protagonista y de malentendidos con el chico. No esperéis desnudos por accidente ni tocamientos por error. La serie ( cortita, pero que al ser de más de un capítulo, técnicamente es una serie, ¿no? ) intenta ser realista, pero no puedo ( me hago mayor, sin duda ) dejar de pensar que es más una serie “de relleno” de revista manga que otra cosa.

2013-06-30 21.18.13Y las escenas de la relación de la buena de Hat-chan con sus compañeras de clase es, bueno, vamos a dejarlo en: Que dificil es tener relaciones en un instituto japonés. Posiblemente muchas de las reacciones de los personajes tendrán más sentido para quién conozca de primera mano su sociedad. Porque a los ojos de un lector español acaba pareciendo que la mitad de los protagonistas son tontos.

Como antiguo trabajador de hostelería, leo escenas que son así tal cual, y te hacen asentir y hasta tenerle algo de cariño a los personajes, como la de Hat-chan, el chico nuevo, el cliente maleducado y el té ( tranquilos, no es un spoiler ).

Ocultas tras la aparente simplicidad de la historia, se esconden las ganas de una segunda lectura.

El dibujo es del tipo “greco”. Personajes altos y estilizados de anatomías imposibles y ojos que harían suspirar de envidia al mismisimo Pluto. Los escenarios no existen en la mitad de las escenas y en la otra mitad huelen a plantilla como un café recién hecho, lineales y sin demasiados adornos. Los personajes masculinos ( es un decir, ponles orejas más puntiagudas y estarás viendo a un puñado de elfos 🙂 ) se parecen demasiado entre ellos, el maduro y amable jefe es un arquetipo ( aunque se hace simpático ), las chicas son tan kawai que dan algo de grima…

No es mal dibujo, si te gusta este estilo, centrado en los personajes y con poses quizás algo exageradas.

¿Por qué leer Liandose en la cafetería?

Eres un/una adolescente aún sin pareja. Te gustan los pasteles ( algunas escenas dan hambre, os aviso 🙂 ). Por la definición de amor de la última historia.

¿Por qué no leer Liándose en la cafetería?

Tienes más de 18 años. Buscas risas fáciles o dramas dramáticos. Tienes alergia al azúcar :-).

 Por cierto…

Ivrea pone los honoríficos ( menos el -chan) antes del nombre, al estilo occidental. ¿Pensáis que eso es correcto al traducir al español?

Esto no es una crítica. La crítica se la merecen las editoriales que los suprimen, privándonos de la opinión de unos personajes de su posición u opinión respecto a otros. En este caso, el uso del senpai, kohai y chan nos dicen cómo se ven entre ellos los personajes. Y eso es parte de la historia, ¿no?