Miguel Ángel Sepúlveda es un dibujante que debuta en Marvel con dos miniseries para la línea Marvel Illustrated: The Illiad y The Trojan War, ambas con guión de Roy Thomas.  Tras participar en Thor: God-size Special y Secret Invasion: X-Men, pasó a encargarse como dibujante titular de Thunderbolts, hasta el “final de ciclo” que fue el evento Siege. En 2010 también dibuja la historia corta Wolverine: Carni-Brawl para el servicio de suscripción Marvel Digital Comics.  Su siguiente encargo de embergadura es la miniserie The Thanos Imperative, el “evento” para 2010 de la familia de colecciones “cósmicas” de Marvel. En 2011 publicará su primer trabajo para DC, el especial Superman / Batman Annual #5, que formará parte del crossover Reign of Doomsday que afectará a diferentes series de la familia de títulos de Superman. Sepúlveda es uno de los autores representados por David Macho.

Información extraída de Guía del Cómic

¿Cual fue el motivo por el que empezaste a dibujar?

Pues como todos: empiezas leyendo Mortadelo y Filemón, empiezas a dibujar, a hacer garabatos, ves que se te da bien, y… en clase de Matemáticas aprendes mucho. Empecé decorando el pupitre de la clase, suspendiéndolo casi todo, y dándome cuenta de que si quería hacer algo, como no fiuera con el dibujo lo tenía clarísimo.

¿Por qué te especializaste en superhéroes?

Fue lo que más me gustó, lo que más me impactaba. Cuando eres pequeño te gusta lo típico, lo que te comentaba: Mortadelo, Los Pitufos, Don Miki, El Botones Sacarino… todo eso. Luego cae en tus manos un cómic de Superman, empiezas a leerlo (de Ross Andru, creo que era) y dices “Madre mía, superhéroes, vuela, levanta coches, tira rocas enormes al aire… de todo”. Acabas aficionándote, te gusta y ves que te quieres dedicar a eso. Vas creciendo con ello, y luego depende de cómo crezcas la afición se pierde, o se mantiene y se agudiza más todavía, y en mi caso fue lo segundo, se agudizó.

Siempre hay una etapa de crisis, que o se remonta o se abandona.

Sí, porque supongo que como todos los que han empezado y están ahora metidos en esto, los primeros palos te los llevas fijo. Vas a la editorial con las muestras, muy ilusionado pensando que a la vuelta ya vas a ser profesional, y llegas allí y te dicen “muy bonito, para casa y procura trabajar por aquí o por allá”. Te vuelves a casa con los ánimos por los suelos y al día siguiente te levantas y dices “¡pues venga!”. Hasta la siguiente visita a la editorial, y otro palo; vuelves y otro palo y otra vez depresivo para casa. Y al día siguiente te levantas, y otra vez. Pero si realmente lo llevas dentro y te quieres dedicar a esto… es lo que hay. Tienes que aceptar las críticas y trabajar en base a ello.

¿Qué habrías hecho de no ser dibujante de cómics”

Yo quería ser piloto, pero con esto (se señala las gafas), evidentemente no podía ser. Y… es que me gustaba dibujar. He estado en varios trabajos, he trabajado en varios sitios, pero siempre llevaba en mente el dibujar. Estuve un año en la Escola Joso, pero vi que mi historia no iba con la de la escuela y a partir de ahí fui en modo autodidacta. En los ratos libres que tenía me ponía con ello. Lo dejé apartado durante varios años por cuestiones de familia: llegan los críos, las prioridades cambian, tienes que dedicarte a trabajar para pagar la hipoteca y para pagarlo todo, y queda aparcado. Un día me quedé en el paro, y aprovechando estos días de estar en casa sin hacer nada empecé a dibujar otra vez. Me puse en contacto con un representante que conocía en el medio, David Macho, y comencé a enviarle muestras. Cuando menos me lo esperaba, con 35 años acabé colándome en el medio. Y desde entonces, hasta ahora.

¿Prefieres el tema de la narrativa gráfica o prefieres la ilustración, tipo pin-up?

La narrativa. Con los pin-ups tienes que ser un fuera de serie para poder ganarte la vida. Yo, ante todo, lo que miro es poder ganarme la vida. Y yo soy consciente de que mi dibujo… con la narrativa. Con los pin-ups no voy a ganarme la vida. Si fuera Adam Hughes, sí. Pero como estoy unos 37 peldaños más abajo… como que no.

Aún eres joven, tienes…

¡43! Bueno, 42 hacia 43

…pero ¿cómo te gustaría jubilarte?

Me conformo con tener trabajo, te lo digo en serio. Hace un par de años te habría dicho “me gustaría trabajar allí, o me gustaría trabajar allá, tengo mis planes personales, mi propia idea para una serie…” Pero hoy me conformo con poder seguir trabajando hasta la jubilación.

¿Y dónde te gustaría poder jubilarte?

Estoy muy bien donde estoy. Hacemos viajes a Estados Unidos para promociones, ferias y firma de exclusivas y contratos, y es muy bonito pero no se me ha perdido nada allí. Estoy muy bien donde estoy y no tengo necesidad de irme a ningún sitio.

¿Cuáles fueron tus influencias cuando empezaste a dibujar, a quién te hubiera gustado parecerte?

¡John Byrne! John Byrne o Pacheco. Cualquiera de los que nos dedicamos a esto tiene a alguno de los dos como influencia, seguro.Y para mí, John Byrne era Dios. Bueno, de hecho lo sigue siendo. A nivel profesional, a nivel personal es otra historia. Y Carlos Pacheco es otro ejemplo.

¿Has llegado a conocerles, a John o a Carlos?

A Carlos tuve la oportunidad ahora, en un viaje que hicimos a Detroit. Coincidí con él en unas Jornadas de Cómic en Málaga, pero no hablamos de nada. Es más, me da vergüenza porque como le he copiado tanto, le he copiado tantas veces y me ha solucionado la papeleta en un sinfín de viñetas, es que me da hasta cosa hablarle por miedo a que me dijera “¡deja ya de copiarme, hombre!” Me lo diría con toda la razón.

Igual para él es un honor que le imiten o que le copien.

Es un honor si te copian uno o dos, pero si te copian cuatrocientos…

Supongo que él también habrá copiado a otros.

Supongo que sí, pero es que a él no se lo noto (risas). Digo “¿de dónde ha salido esto?” Y no le encuentro la relación. Y a lo mío basta con echarle un vistazo para decir “esto lo has cogido de la página tal, viñeta cual”. Es vergonzoso, pero es así.

¿Quién es tu mejor amigo en el mundillo del cómic, y con quién te gustaría llevarte mejor?

Mi mejor amigo en el mundillo del cómic es Fernando Dagnino. Y poder conocer, ¡a John Byrne! Algún día, algún día… Intentaré felicitarle la Nochebuena este año, a ver si…

¿Un personaje o una serie que te negarías en redondo a dibujar?

Spiderman. Te digo Spiderman como que no te diría ninguna, porque negarme en redondo tal como están las cosas sería suicida. Pero a Spiderman lo encuentro un personaje tan sobreexplotado que no me atrae, no me llama la atención para nada.

¿Te reconocen mucho en las convenciones o salones de cómic?

No. Vengo aquí, ahora vamos a Estados Unidos a alguna, porque tienes que ir. Son promociones, te pagan el viaje, y vendes originales. Aquí se vive mucho el cómic, pero allí es una burrada.Vas allí y sólamente a base de hacer comissions y vender originales, siendo todo pagado, te vienes con un dinerito en cuatro días que viene muy bien. En cuatro días te pagas las vacaciones perfectas.Pero no soy de convenciones. Hace poco comentaba con otra persona el tema de las aglomeraciones.Vivimos de los fans y me dedico a ellos. De hecho, ahora voy a volver a bajar a hacer dibujos (en la sesión de firmas). No me tocaba, pero he visto que había gente que se quedaba sin dibujo, así que me dejan un sitio y acabo los dibujos. Pero las aglomeraciones no las soporto. Yo trabajo los 365 días del año, porque hago un tipo de dibujo muy detallado, muy trabajado, y soy muy lento dibujando. Pero lo que es ir a convenciones, salones, etc… paso.

Hablando de tu estilo detallado, tú empezaste haciendo sólo los lápices y comentaste que tuviste alguna experiencia con el entintador que no te gustó demasiado. ¿No te iría mejor trabajar con algún compañero que supieras que  te va bien y volver sólo a los lápices, o estás más contento ahora con ese resultado aunque sea más trabajo?

Es más trabajo, pero sé que el resultado que va a salir publicado es realmente lo que he hecho yo. Cuando yo escaneo la imagen y la mando, sé que sólo le van a añadir el color. Y con el entintador, el último que tuve que entintó el Trojan War lo hacía muy bien, Jason Martin. Pero entintándome yo mismo queda tal y como yo quiero y sé que lo que va a salir publicado es eso mismo pero con color y bocadillos, y ya está. O sea que es mucha más faena, pero luego por contra también es más dinero.

¿Y con el colorista tienes trato o le pasas las páginas y ya está?

No, bastante putada le hago pasádole las páginas como se las paso, porque no le dejo espacio para lucirse por nigún lado. Tiene una paciencia el chaval, que el día que me mande a la mierda me va a mandar a la mierda con razón. Empiezo a llenar espacios con negros y detalles con Photoshop, y no le queda a él espacio para lucirse por ningún lado. Pero es que soy psicótico con el dibujo, no lo puedo evitar. Pero estoy muy contento con él, apenas he tenido que hacerle ningún comentario de nada. Es más, le hace más comentarios el representante cuando ve las imágenes, y si hay que hacer alguna corrección se la hace él, porque a mí me sabe mal. Digo “¿sabes qué? Que tampoco se ve tan mal, déjalo, ya está bien así”. A veces le mando las páginas con el tiempo justo para colorearlas y con todo lo que lleva cada página, bastante se lo ha currado el chaval que lo ha entregado a tiempo. Por eso no le digo nada y estoy muy contento con él: Rain Beredo se llama. Y he tenido suerte ahora que me lo han mantenido con el cambio de colección.

Hablando del cambio de colección, ¿cómo te sienta que te estén cambiando de un sitio a otro, que no te dejen acostumbrarte?

(Silencio sonriente…)

Sé que es un tema tabú, un tema complicado…

Pues sí, ¿no? Siguiente pregunta (risas).

No me consta.

A ver, como nos tomamos tantas horas para hacer algunas cosas, es un trabajo muy personal lo que se publica, invertimos muchas horas y cuando pasa algo así nos lo tomamos muchas veces como algo personal. Y hay que aprender a dejar el ego a un lado, que es política de empresa y que es un trabajo como cualquier otro. Si te cambian, te toca aguantarte y se acabó. Te van a decir que la puerta es muy grande y ya te puedes marchar. Ni más ni menos. Hay que asimilarlo. Te cabreas, pasas dos días cabreado, luego te das cuenta de que no vas a conseguir nada y hay que tirar p’alante, hacerlo lo mejor que pueda y adaptarte a los nuevos personajes.

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Tras la entrevista, Miguel Ángel se presta a participar en nuestro Desafío de Un Minuto, y aunque dijo que no le gustaría dibujar a Spiderman, en sólo 60 segundos se nos planta con…